El Luna Rossa Prada Pirelli se corona campeón de la Unicredit Youth America’s Cup
El AC40 dirigido por Gradoni y Ugolini cruzó la línea de meta tras 20:11 minutos convirtiéndose en el campeón de la tercera edición de esta competición.
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por Begoña González
Los timoneles Marco Gradoni y Gianluigi Ugolini, y los trimmers Federico Calannino y Rocco Alekos Falcone han escrito este jueves sus nombres en los libros de historia de la Copa América. Se han convertido en la primera tripulación italiana en ganar esta competición, la juvenil, es cierto, pero son los primeros. Los nuevos campeones de la tercera edición de la Unicredit Youth America’s Cup han efectuado una exhibición de navegación en una regata ‘match race’ de 20:11 minutos en la que se han enfrentado a la tripulación del American Magic NYYC.
Verdaderamente la victoria quedó casi escrita antes de empezar. Y es que, los estadounidenses recibieron una penalización en la pre-salida por haber entrado antes de tiempo en la caja de salida que les obligaba a partir con 75 metros de distancia de los italianos. A pesar de la traba, Harry Melges y Kyle Navin supieron reconducir el inicio de regata y al principio, durante el priemr tramo, consiguieron navegar cerca del equipo italiano. El segundo golpe ocurrió poco después, al cruzar la priemra puerta, cuando el AC40 estadounidense perdió el vuelo. A pesar de que recuperó rápido la velocidad de navegación (en parte debido al viento de 19 nudos que sopló durante la regata), la distancia se iba incrementando con el paso de los minutos.
Emoción y abrazos
La compenetración entre timoneles y trimmers del Luna Rossa Prada Pirelli era espectacular, casi telepática. Sus maniobras eran fluidas y calculadas. Tan solo perdieron el vuelo en el último tramo a causa de las olas de un metro que se habían desarrollado en el litoral barcelonés.
Ya en la segunda puerta, la distancia se había incrementado a 400 metros, y la regata se estaba convirtiendo en una verdadera exhibición de navegación de Gradoni y Ugolini. Apenas estaban cometiendo errores, y así se mantuvieron hasta cruzar la línea de meta, donde finalmente se permitieron gritar y celebrar soltando toda esa tensión que habían estado llevando por dentro tramo a tramo. Los bailes, cánticos y abrazos mostraron una emoción que hasta el momento se creía inexistente en unos jóvenes serios y cocnentrados pero que nod ejan de ser humanos y así lo demostraron.