OptiGen, la ‘start-up’ barcelonesa que quiere marcar un antes y un después en la eólica marina
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OptiGen, la ‘start-up’ barcelonesa que quiere marcar un antes y un después en la eólica marina

La compañía ha desarrollado una solución que reduce de forma drástica del peso de los aerogeneradores, así como de sus costes de construcción, mantenimiento y reparación

Ultima la apertura de una ronda de financiación con el objetivo de iniciar la comercialización entre 2028 y 2030

«España no llega tarde a la eólica marina; si sale el concurso en 2025, puede subir al tren»



<div>OptiGen, la ‘start-up’ barcelonesa que quiere marcar un antes y un después en la eólica marina</div>
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<p style=por Glòria Ayuso

La eólica marina está en fase de expansión, pero enfrenta retos significativos en costes, infraestructura y adopción tecnológica para alcanzar su pleno potencial competitivo. Tres emprendedores con amplia experiencia en el sector de las renovables han fundado la ‘start-up’ OptiGen en Barcelona para llevar al mercado una solución disruptiva que, según indican, permite aumentar la competitividad de esta industria a nivel global.

Innovación disruptiva

Pese a aprovechar un viento más constante y fuerte en alta mar, la eólica marina topa con unos costos que pueden llegar a doblar a la terrestre, debido a la dificultad de instalación y mantenimiento en las aguas, motivo por el que los desarrollos actuales se basan en torres más altas y grandes rotores para generar mayor energía por unidad y mejorar así la eficiencia.

La tecnología que plantea OptiGen permite conseguir una reducción drástica del peso de los aerogeneradores, así como de sus costes de construcción, mantenimiento y reparación.

OptiGen ha diseñado un nuevo sistema para lograr sostener el rotor de los aerogeneradores y permitir que gire. El rotor supera las 500 toneladas y se sostiene sobre un tren de potencia (drive-train) de unos 10 metros de diámetro. «Es muy caro de producir, al tener que soportar mucho peso y ser de metal. Nuestro diseño elimina este rodamiento principal y distribuye el esfuerzo mediante un sistema de ruedas y rieles circulares que soportan el generador desde los extremos, en lugar de desde el centro. Esto reduce el peso en un 35% y el coste en un 25% respecto a la competencia, explica Blai Pié, director general de OptiGen.

Primeras pruebas

Físico de formación, Pié se encontraba trabajando en la división de inversiones renovables de una entidad financiera cuando atendió a Santiago Canedo, ingeniero mecánico con más de 20 años de experiencia en la industria eólica desarrollando aerogeneradores en General Electric e X1 Wind, en los que suma 20 patentes. Canedo buscaba entonces financiación para una nueva solución que había ideado para solventar los problemas de la eólica marina. Pese a no encajar en el tipo de inversión que ejecutaba la cartera del banco, la propuesta sí cuajó en los planes de Pié, que decidió cambiar su trayectoria profesional y asociarse con Canedo. Se les unió en seguida Stefan Keller, también especialista en diseño de turbinas eólicas.

Con el apoyo de Acció y del programa Horizon de la Comisión Europea, este año la ‘start-up’ barcelonesa realizará las pruebas de los componentes esenciales para fabricar su primer prototipo a escala 1:10. Para ello trabaja con un consorcio de ocho empresas europeas especializadas, con las que realizará las pruebas en el Instituto Fraunhofer de Sistemas de Energía Eólica, ubicado en Hamburgo (Alemania).

Fabricación europea

Con la evaluación del comportamiento del nuevo sistema y del funcionamiento del aerogenerador, el montaje y desmontaje y su vida útil, OptiGen quiere demostrar la fiabilidad de la propuesta. Utilizar piezas más pequeñas y modulares facilitan el mantenimiento y reducen los costes operativos, subraya Pié, que también ve una oportunidad para localizar en Europa la fabricación de estos componentes, que actualmente se producen principalmente en China.

Además, abaratar la instalación y el mantenimiento de la energía eólica marina supondrá poder instalar los parques más lejos de la costa, donde no serán visibles y tienen menor impacto en las aves, destaca.

Sujetos a la financiación

La ‘start-up’, que busca socios para fabricar y distribuir la tecnología, trabaja con una hoja de ruta que apunta a la comercialización entre 2028 y 2030. A punto de iniciar una ronda de financiación, el tiempo de desarrollo dependerá de lo que se consiga levantar en las siguientes fases, puesto que la inversión necesaria para poder obtener el prototipo final ronda los 25 millones de euros.

La determinación de los tres socios es ir más allá de lograr patentar la tecnología, que consideran que significará un antes y un después en la configuración de los aerogeneradores en todo el mundo. No queremos vender la patente a una gran empresa que la guarde en un cajón para no competir con su tecnología actual, asegura Pié. Pese a que se trata de un gran reto, queremos fabricar y comercializar, para contribuir a la transición energética y avanzar en las energías renovables.

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