,

Llamada a una acción conjunta en el Mediterráneo para que España lidere la economía azul

El Consejo de Expertos de EL PERIÓDICO detecta la necesidad de una agenda pública fuerte que agilice regulaciones y promueva espacios de innovación

España encabeza el empleo en economía azul en la Unión Europea

Llamada a una acción conjunta en el Mediterráneo para que España lidere la economía azul

por Glòria Ayuso

El Mediterráneo español reúne las condiciones necesarias para liderar la economía azul en Europa. Pero para lograrlo es preciso una acción coordinada, movida por una visión compartida y una apuesta por la innovación. Estas reflexiones forman parte del balance del último año de trabajo del Consejo de Expertos de la economía azul de EL PERIÓDICO, que ha avanzado sus conclusiones en un acto abierto celebrado el martes en el Palau Macaya de Barcelona, antes de elevarlas al Foro Económico y Social del Mediterráneo, que se celebrará los días 17 y 18 de junio en Málaga.

El consejo ha detectado que es necesaria una agenda pública fuerte que, alineada con los fondos europeos, agilice regulaciones y promueva espacios de innovación. También una narrativa clara y potente que conecte a ciudadanía, empresas e instituciones, y que ponga en evidencia el impacto real de la economía azul en la vida cotidiana, como generadora de prosperidad económica y como respuesta a la emergencia climática. Con ello, señala el consejo, se facilitará su reconocimiento como una industria tecnológica emergente, rentable y escalable.

Proyectos conjuntos

Los expertos indican que la inversión ya se está centrando en la economía azul, si bien remarcan que es preciso reforzar los fondos existentes, atraer capital riesgo y diseñar instrumentos financieros adecuados. La economía azul está avanzando hacia el mainstream de la sociedad, es lo que hemos podido constatar en los dos años que llevamos trabajando, señaló en el inicio en la jornada Albert Sáez, director de EL PERIÓDICO, que se ha posicionado como medio de referencia en la información sobre economía azul. Para seguir adelante, la colaboración entre las comunidades mediterráneas (Catalunya, Valencia, Baleares, Murcia, Andalucía) debe traducirse en una visión cohesionada del Mediterráneo, que impulse proyectos conjuntos y estrategias compartidas, según las conclusiones del consejo.

Barreras de entrada

Tras estas conclusiones dadas a conocer por la periodista Cristina Buesa, los miembros del consejo Pablo Bou (BlueNetCat), Aurora Catà (Banco Sabadell, Repsol, CIDOB), Ignasi Ferrer (Ocean Ecostructures) y Carlos Esteban (fondo de inversión Faber Blue Pioneers), han dado a conocer en una primera mesa redonda las principales barreras que frenan el desarrollo de la economía azul: y es que requiere de tecnologías con un alto requerimiento de capital, que implican riesgos técnicos y con una compleja carga regulatoria. Para el despegue de nueva tecnología están siendo fundamentales fondos como BlueInvest, B-Blue, Ports 4.0 o Faber Blue Pioneers. El capital riesgo se considera clave, especialmente en fases iniciales. La banca, por su parte, empieza a financiar proyectos azules en mejores condiciones, según se destacó, pero el capital aún exige iniciativas más maduras y visibles, con empresas tractoras.

Foco de la inversión

Por ahora, la energía marina y eólica offshore, especialmente combinada con hidrógeno verde, es el ámbito que atrae mayor inversión a gran escala. Le siguen la propulsión y los combustibles sostenibles en el transporte marítimo, la producción sostenible de alimentos marinos, como el cultivo de algas como proteína alternativa. «Ante la limitación de la tierra, podemos cultivar en el mar», se explicó. También la observación del océano, la robótica marina y la biotecnología azul están emergiendo, si bien requieren altos costes iniciales, permisos y pruebas en entornos hostiles.

El desarrollo del sector depende además de nuevo talento que mezcle el conocimiento científico, técnico y de negocio, así como responder al relevo generacional de forma urgente. Instituciones y organizaciones trabajan para alinear la formación y la creación de nuevas empresas con las necesidades del sector, como han mostrado en la segunda mesa redonda del encuentro Anna Majó (Barcelona Activa), Emma Cobos (Port de Barcelona), Olga Cerezo (Port Olímpic) y Laureà Fanega (Fundació Barcelona Capital Nàutica). Con todo ello, la economía azul ya da sus frutos: en cinco años ha pasado del 4,3% al 5% del PIB en Barcelona.

Visión generosa y valiente

La inversión de 143 millones en la ciudad de Barcelona en tres nuevos espacios para acoger formación de nuevo talento, innovación, startups, pruebas tecnológicas, incubadoras y lugares de testeo muestran una apuesta de futuro para la que es fundamental, según se ha manifestado, mantener una «visión compartida, generosa y valiente, trabajando en red con otros agentes públicos y privados». Una muestra es la reciente asociación entre la UPC, el Port de Barcelona, Veolia y Esade, junto con una cincuentena de entidades y empresas europeas, destinada a impulsar la competitividad del sector del agua en Europa para que lleguen al mercado nuevas soluciones frente a las sequías, inundaciones, la descarbonización y la sostenibilidad del medio.

La jornada ha servido además para conocer iniciativas como la IEMA, asociación respaldada por la industria que aboga por políticas para permitir la transición del sector marítimo hacia cero emisiones; así como las startups Poseidona, que produce ingredientes alternativos a la proteína a partir de algas; y la biotecnológica Blue Ocean Nutrition.

Quizás te interese