Tecnoambiente despliega su ingeniería submarina desde Barcelona
Los datos del mundo viajan a la capital catalana por cables bajo el mar como los que define la empresa barcelonesa
Catalunya crea el primer mapa de su fondo marino
por Glòria Ayuso
El fondo del litoral catalán era un desconocido en su conjunto hasta hace tan solo un año, cuando la consultora barcelonesa Tecnoambiente elaboró para la Generalitat el primer mapa submarino completo, cubriendo 200.000 hectáreas hasta los 50 metros de profundidad, desde Portbou hasta Les Cases d’Alcanar. Con una resolución inferior a un metro, descubre zonas rocosas, restos de naufragios y hábitats de interés prioritario como son las praderas de posidonia.
La mirada se empieza a dirigir en todo el mundo hacia las profundidades del mar, un espacio que se ha revelado, por diversos motivos, como estratégico. Por lo pronto, a Tecnoambiente no le faltará trabajo, debido a su capacidad para estudiar el fondo marino. Una gran parte de la transición energética y la transformación digital dependen de las energías renovables marinas y de los cables submarinos, explica Joan Ramon Vidal, responsable de Alianzas Estratégicas de la compañía. Las cifras lo dicen todo: actualmente existen 1,5 millones de kilómetros de cables submarinos en el mundo. El 25% se han instalado solo en los últimos tres años. Este crecimiento exponencial seguirá, según Vidal: La comunicación global se transmite principalmente por cable, y cada vez más por el mar.
Punto clave
Pasando por el Canal de Suez hasta el Mediterráneo, Marsella y Barcelona se están convirtiendo en hubs de recepción de comunicaciones con el sudeste asiático y también con África, para distribuir datos por toda Europa. En este momento, están llegando dos nuevos cables a Barcelona. La alternativa, la vía terrestre, es menos sostenible y segura frente a los sabotajes, asegura Vidal.
En este tipo de proyectos, Tecnoambiente se encarga de mapear con gran nivel de detalle las profundidades y garantizar la viabilidad ambiental, técnica y económica de estas instalaciones, definiendo el recorrido, los aspectos técnicos a considerar en la instalación y las medidas a implementar para minimizar el impacto ambiental en cualquier punto del trazado.
El mar era hasta hace poco un lugar oscuro y desconocido y no importaba si se trazaban alternativas teniendo en cuenta solo la mínima distancia en línea recta, afectando de forma significativa áreas de gran
interés, zonas protegidas e incluso bienes de interés cultural. Lo que podía ser una Sagrada Familia submarina, explica, de forma gráfica, Vidal. Sin embargo, ahora se analizan los distintos trazados y se elige el que implica menos afectación al medio y tiempo de construcción.
Riesgos climáticos
La empresa emplea a un total de 150 personas y prácticamente ha triplicado su facturación hasta los 20 millones en siete años. Un área de crecimiento ha sido el área de consultoría en Sostenibilidad, que evalúa el impacto del cambio climático en infraestructuras costeras, teniendo en cuenta riesgos como la subida del nivel del mar o la regresión costera, las inundaciones e incendios.
Tecnoambiente también calcula la huella de carbono, la huella hídrica y el valor del capital natural, integrando el coste ambiental en los proyectos. Un área en la que también se está abriendo un nuevo camino a nivel global: cuantificar con un valor económico concreto los servicios ecosistémicos para promover su conservación. Se trata de un paso del que poco se podía sospechar hace cuatro décadas, cuando nació la empresa como spin off de la Universitat de Barcelona. Por aquel entonces la palabra medio ambiente no se utilizaba, recuerda Joan Ramon Vidal.
Inicio del cambio
Sin embargo, con motivo de los Juegos Olímpicos, la apertura del litoral de Barcelona al mar impulsó nuevos proyectos ambientales. Tecnoambiente participó en el diseño y seguimiento ambiental de depuradoras, emisarios submarinos y en la desviación del río Llobregat para ampliar el Port de Barcelona. Empresas y administraciones aprendimos juntas, recuerda Vidal. La adquisición de la empresa por Tradebe, grupo dedicado al reciclaje y recuperación de residuos, impulsó la internacionalización de Tecnoambiente, con proyectos en Latinoamérica y el norte y oeste de África.
Actualmente, actúa además como oficina ambiental externa de varios puertos del Estado, como el Puerto de la Bahía de Algeciras y la Autoridad Portuaria de Baleares. Para el gobierno francés ha analizado el entorno marino del Golfo de León para planificar el despliegue de la energía eólica marina en el país. También participa en las fases iniciales del gasoducto BarMar de hidrógeno verde, que unirá Barcelona y Marsella, evaluando su impacto ambiental y la compatibilidad de usos. Un proyecto clave para avanzar en la independencia energética de Europa.