La crisis del mar Rojo dispara un 50% el transbordo de contenedores en el Port de Barcelona
El puerto abre las terminales de noche para evitar colapsos como el registrado entre marzo y abril, a la espera de la apertura de nuevos espacios a partir de septiembre. Los cruceristas aumentaron un 4% hasta junio, pese a reducirse las escalas, por una mayor ocupación
El Port de Barcelona conecta a la electricidad la terminal de contenedores Hutchison Ports BEST
por Glòria Ayuso
La alteración del tráfico marítimo por la situación geopolítica que provoca que los buques portacontenedores rodeen el Cabo de Buena Esperanza y eviten el paso por el Canal de Suez, ha convertido el Port de Barcelona en plataforma de redistribución de mercancías hacia el Mediterráneo oriental. El transbordo de contenedores, que ha crecido un 45% en el primer semestre del año, ha obligado al puerto a reorganizar su actividad para evitar los problemas de congestión.
Estos problemas alcanzaron entre finales de marzo y principios de abril una situación crítica, en palabras del director general del puerto, José Alberto Carbonell. Para intentar paliar el colapso, las terminales del puerto operan ahora también de noche, mientras que la terminal B, creada para acoger grandes cruceros, está absorbiendo una parte del tráfico de mercancías. Asimismo, se ha establecido un nuevo sistema de amarre de los barcos para que no afecte al tráfico local. Frente al litoral barcelonés, desde hace un tiempo es habitual observar una cola de buques portacontenedores a unos kilómetros de la costa.
Más espacio
La apertura progresiva entre finales de agosto y principios de 2025 de los siete nuevos bloques de la terminal de contenedores Hutchison Ports Best «evitará un nuevo colapso», afirma el presidente del puerto, Lluís Salvadó, que indica que la previsión de todo el sector marítimo es que la situación en el Mar Rojo no se resuelva hasta 2025.
Aún así, el puerto incide en que una parte de este crecimiento se consolidará, debido a la eficiencia en las operaciones que ha demostrado, y que han llevado a Barcelona a asumir un incremento mayor de actividad que otros centros logísticos como Algeciras (6%) y Valencia (16%), si bien estos otros puertos ya parten de un volumen mayor de tráfico de transbordo.
A todo ello se suma que las importaciones se han acelerado en los últimos meses por el aumento del consumo interno, de modo que el tráfico global de mercancías creció un 24% en el primer semestre.
Caída de tráfico de vehículos
No obstante, el tráfico de vehículos nuevos cayó un 5,5%, debido principalmente a la drástica reducción de la importación de vehículos Tesla procedentes de China por la caída de sus ventas en Europa. Pese a la incertidumbre sobre el impacto que tendrán los aranceles de la UE a los coches eléctricos chinos en vigor desde este mes de julio, Salvadó se muestra confiado. Basándose en acuerdos cerrados para los próximos años, indica que no afectará los planes de la nueva terminal de vehículosprevista en el muelle Prínceps d’Espanya. En frente están los planes de Chery de convertir Barcelona, donde ensamblará hasta tres modelos, en capital estratégica para su expansión europea.
La previsión es cerrar el año con un récord de mercancías próximo a los 4 millones de TEUS. Hasta junio, el tráfico total del puerto alcanzó los 35,8 millones de toneladas, un 10,2% más en el primer semestre del año anterior. El resultado de explotación del puerto aumentó un 3% hasta mayo, alcanzando los 21 millones de euros.
Más ocupación
Pese a reducirse de enero a junio un 6% los cruceros que llegaron a Barcelona (323) respecto al año anterior, los pasajeros aumentaron un 4%, hasta los 1.065.172, debido a que la ocupación de las embarcaciones escaló hasta el 83%. Aun así, Salvadó destacó que este semestre más del 80% corresponden a cruceros que inician y terminan el viaje en la ciudad, que generan menos inconvenientes y cuyos turistas realizan un mayor gasto. En esta línea, los planes del puerto pasan por encaminarse hacia un modelo de mayor valor añadido y menos impacto, que implica reducir el número de cruceros, atrayendo los de gama alta que tengan como base Barcelona, y evitar los que realizan solo unas horas de escala. Este cambio de rumbo, ha explicado, culminará en 2027, cuando ya operarán la nueva terminal de MSC y la G de Royal Caribbean para cruceros de lujo.