José Alberto Carbonell, un presidente con más de media vida en el Port de Barcelona
El ingeniero de caminos, que interrumpe la tradición de situar a un cargo político al frente de la institución, lleva 33 de sus 60 años en el puerto
José Alberto Carbonell, nuevo presidente del Port de Barcelona
por Cristina Buesa
«No se aleja del mar ni en las vacaciones, que las pasa en Mallorca», cuentan de él. José Alberto Carbonell cumplió 60 años la semana pasada y lleva 33 vinculado al Port de Barcelona. Este martes ha sido nombrado presidente de la autoridad portuaria por el Govern y, el miércoles, el consejo de administración lo ratificará. Tras ese acto formal, el propio president de la Generalitat, Salvador Illa, le presentará, ya que la decisión de elegir un perfil técnico ha sido estrictamente suya, siguiendo también la estela de otros puertos españoles como València (con Mar Chao) o Algeciras (Gerardo Landaluce), que designaron como presidentes a personas que ya formaban parte de su estructura directiva.
Se rompe de este modo la tradición de situar a un cargo político al frente del puerto barcelonés, tras el diputado de ERC Lluís Salvadó; el conseller de Territori i Sostenibilitat, Damià Calvet; o la alcaldesa de Junts de Sant Cugat del Vallès, Mercè Conesa, por citar solo a los tres últimos. Carbonell era el director general de la infraestructura portuaria desde 1991, con lo que había colaborado mano a mano con todos ellos, pero también con muchos otros antes, como Sixte Cambra, Jordi Valls o Joaquim Coello. Previamente, ocupó diversos cargos directivos en el organigrama y había trabajado también en el puerto de Bilbao. Pero hace más de tres décadas.
Meticuloso y trabajador
Es, pues, un hombre de la casa, «muy respetado por la comunidad portuaria», coinciden las personas que le rodean, «meticuloso, trabajador, que escucha y quiere saber todos los detalles de los proyectos», describen. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), tiene un máster en Dirección y Administración de Empresas (MBA) por EADA Business School Barcelona y un Programa de Alta Dirección de Empresas (PADE) de IESE. Su colegio profesional lo distinguió hace dos años con la Medalla al Mérito Profesional.
Salvadó, que ya había revelado que dejaría el cargo tras la finalización de la Copa América de vela, ha sido uno de sus valedores frente a otros candidatos más conocidos. El hasta ahora director general ha sido uno de los entusiastas de la Copa, defensor del proyecto desde el primer día junto a Calvet, con quien idearon cómo hacer convivir la competición deportiva con la vida del Port Vell. Durante los últimos dos meses se ha prodigado en los actos que tenían que ver con el evento, consciente del escaparate internacional que suponía para la institución.
El relator de los resultados
Seguramente Carbonell recogerá esos frutos y deberá confirmar unos resultados económicos pujantes que históricamente relataba él mismo en una comparecencia pública anual. La gestión de los cruceros, la descarbonización de la infraestructura con la electrificación de muelles o el impulso de la economía azul serán otras carpetas pendientes, con la enorme ventaja de que lo conoce todo antes de entrar en su nuevo despacho.
Más allá de su presentación en sociedad de este miércoles con el president Illa, Carbonell tiene una agenda completa para los próximos días, con la celebración del congreso Tomorrow Blue Economy, en el marco del Smart City World Congress del 5 al 7 de noviembre. Pero si hay una cita esperada es, por fin, la firma de los accesos viarios y ferroviarios al Port de Barcelona el próximo 15 de noviembre junto al ministro Óscar Puente, que suma años de retrasos y que él ha negociado personalmente.
Casado y con una hija y un hijo, el nuevo presidente del puerto vive en la capital catalana, frecuenta el Club Natació Barcelona y suele correr frente al litoral. Para no perder de vista el mar.