De Nueva York a Barcelona para descarbonizar la industria marítima
La International Electric Marine Association (IEMA) se establece en la ciudad, que considera un lugar idóneo desde el que impulsar la transición energética del sector marítimo
Alas de avión para impulsar barcos
por Glòria Ayuso
Nacido en Barcelona, de joven se marchó a Nueva York a estudiar escultura e historia del arte. Las humanidades son mi pasión, revela Adrià Jover. Y ya no volvió, hasta ahora. A sus 43 años, con una trayectoria a sus espaldas impulsando en la Gran Manzana nuevos negocios (una agencia de publicidad, una cadena de restaurantes, un ‘ecommerce’ de vinos y finalmente un fondo de capital riesgo), establecerá en la capital catalana a partir de enero el proyecto que ha creado y preside: la International Electric Marine Association (IEMA).
Llegar hasta este punto ha sido el resultado de distintas circunstancias. En 2022, su pasión por la náutica lo llevó a invertir a través de su firma de capital riesgo en Magonis, una nueva marca de embarcaciones recreativas eléctricas. Inmerso en el proyecto, descubrió cómo el proceso de descarbonización del sector marítimo se encuentra en un estado muy inmaduro a nivel tecnológico, inversor y de estandarización.
Primeros encuentros
Jover se reunió entonces con responsables de toda la cadena de valor para conocer sus problemas. Las empresas decidieron rápidamente asociarse en lo que desde hace justo un año es la IEMA, con el fin de lograr una estandarización en la certificación de la tecnología a nivel global. En muy poco tiempo, la entidad está cerca de alcanzar el centenar de miembros entre astilleros, industria de propulsión, distribución, baterías, infraestructuras y marinas. Entre ellos se encuentra Torqeedo-Yamaha, Honda R&D, Genevos, Navalt, Kempower, ePropulsion, Vita Power, CATL y Kreisel. Jover destaca además el Port de Barcelona, por ser una de las infraestructuras líderes a nivel mundial, tener una visión clara y ofrecerse como campo de pruebas en el camino a seguir hacia la descarbonización.
Apuesta por Barcelona
«El 60% de las nuevas tecnologías de propulsión, baterías y almacenaje están en Europa», razón por la que la asociación se planteó su cambio de ubicación. En Barcelona, ciudad con una apuesta muy firme por la economía azul, creemos que IEMA tendrá la mejor plataforma para desarrollar plenamente su potencial y abordar su agenda internacional, mantiene Jover, que destaca la construcción el año que viene en la ciudad del Parque de Tecnología Marítima, así como los 25.000 m que el Blue Tech Port destinará a empresas dedicadas a la innovación portuaria y al sector náutico.
Existe la oportunidad de crear nuevo tejido industrial, considera Jover, si bien apunta hacia una falta de talento en el sector marítimo. La IEMA tiene también entre sus misiones conectar las empresas con el mundo académico, e «impulsar los programas necesarios», algo que ya ha puesto en marcha mediante una colaboración con la universidad de Cambridge.
Primeros datos
El objetivo de la entidad es erigirse en interlocutor frente a organismos como la Organización Marítima Internacional, representando a toda la cadena de valor a través de sus oficinas en EEUU, China y el Pacífico Sur, y acogiendo miembros que representan a toda aquella tecnología que permite una mayor eficiencia tanto de los barcos como de las operaciones. En 2025 publicará los primeros indicadores del mercado de ventas para el sector recreativo y comercial de propulsión eléctrica. Incluir la cantidad de kW de energía que consume el sector marítimo por regiones será esencial. La industria, los inversores, las aseguradoras todos necesitan saber cómo está funcionando el mercado para seguir desarrollando el sector respondiendo a sus necesidades, incide Jover. En dos años, la entidad se propone arrojar también los datos sobre eficiencia, lo que definiría cuáles son las tecnologías más competitivas.
Precisamente, IEMA se ha asociado con Electric & Hybrid Marine Expo, la principal feria europea del sector, que tendrá lugar en junio en Ámsterdam, para fomentar la innovación en la electrificación marítima, creando un espacio de colaboración entre empresas, gobiernos, puertos y líderes del sector.
Reflejo real
Se afirma que el transporte marítimo es el responsable del 3% de las emisiones globales, pero en realidad este dato no incluye ni las del sector recreativo ni las del transporte público, correspondientes a las de los ferris, que trasladan el doble de pasajeros que la aviación, impactando sobre canales, deltas, ríos y en las propias ciudades. Los cambios deben venir mediante incentivos, y no imposiciones, considera Jover, que reclama para la descarbonización del sector los mismos subsidios que han obtenido hasta ahora los combustibles fósiles.