Emergencia azul: la ONU convoca a sus 193 países para salvar el océano del calentamiento y la contaminación
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos aspira a movilizar 100.000 millones de dólares para la economía azul
Ante la ausencia de EEUU, ejecutivos de Wall Street se han comprometido a aportar la mitad de la financiación
Macron prevé avances en biodiversidad y lucha contra la contaminación en la Conferencia de los Océanos de la ONU
Llamada a una acción conjunta en el Mediterráneo para que España lidere la economía azul
por Glòria Ayuso
El equilibrio del planeta está en juego. Los ecosistemas marinos atraviesan una crisis sin precedentes, afectando servicios esenciales como la regulación del clima, la producción de oxígeno y la provisión de alimentos. Del 9 al 13 de junio, representantes de los 193 países miembros de Naciones Unidas, además de Palestina y Vaticano en calidad de observadores, se darán cita en Niza con el propósito de acelerar la acción global y movilizar a todos los sectores para garantizar un uso sostenible de los recursos marinos, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC3).
El diagnóstico es claro: estamos ante una emergencia. El aumento de las temperaturas, la acidificación, la contaminación por plásticos, la pérdida de hábitats y la sobreexplotación de especies están llevando al límite la salud del medio marino. Este deterioro pone en riesgo la vida marina y el bienestar humano, ya que dependemos de los océanos. Actuar con urgencia es indispensable, advierte Li Junhua, el secretario general de la conferencia.
Coorganizada por Francia y Costa Rica, esta tercera gran cumbre sobre los océanos tras las celebradas en Nueva York (2017) y Lisboa (2022) cobra especial relevancia al representar el punto culminante de un proceso previo de diagnóstico y definición de prioridades, que quedaron recogidos hace un año en la Declaración de Barcelona.
La cumbre prevé concluir con la adopción por parte de los países del Plan de Acción para los Océanos de Niza. Esperamos compromisos concretos, con calendarios definidos, presupuestos claros y mecanismos de seguimiento eficaces. Eso es lo que marca la diferencia esta vez: cero retórica y máximos resultados, afirmó la embajadora Maritza Chan Valverde, representante permanente de Costa Rica ante las Naciones Unidas. La UNOC3 o bien revertirá el declive del océano para 2030 o documentará el fracaso de la humanidad para actuar, añadió.
Unos 70 jefes de estado y de gobierno ya han confirmado su asistencia, mientras que la mayoría de los países estarán representados a nivel ministerial. Estados Unidos no ha confirmado su presencia, aunque el embajador francés para los océanos, Olivier Poivre d’Arvor, ha querido dejarle en todo momento la puerta abierta. Se espera, no obstante, la participación de alcaldes y gobernadores comprometidos con la agenda oceánica.
Niza ya ha empezado a recibir durante la semana a científicos, gobiernos, regiones y ciudades, empresas y organizaciones, que se proponen determinar qué acciones llevar a cabo frente a los 10 retos que afronta el océano, entre ellos la polución, la pesca, asegurar una actividad económica sostenible en el mar, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 14, centrado en la protección del océano y sus recursos, destaca la necesidad de un uso responsable del medio marino. Sin embargo, es el que menos financiación recibe dentro del plan global adoptado por la ONU para 2030, conocido como Agenda 2030. En esta cumbre se espera que se anuncien 100.000 millones de dólares en nueva financiación para la salud del océano, avanzó Chan Valverde.
Aunque aún no se ha confirmado el origen total de los fondos, la organización adelanta que, durante el Foro de Economía y Finanzas Azules en Mónaco que tiene lugar este fin de semana previo a la cumbre, ejecutivos de Wall Street se comprometerán a aportar 50.000 millones de dólares. Esta contribución, significativa ante la ausencia del Gobierno estadounidense, busca impulsar un océano sostenible y generar 10 millones de empleos en la economía azul para 2030.
Los temas candentes
Una de las prioridades de la cumbre es impulsar el Tratado sobre la biodiversidad en alta mar (BBNJ), que busca proteger los ecosistemas en aguas internacionales. Solo 28 países lo han ratificado y se requiere un mínimo de 60 para su entrada en vigor. Para acelerar su adopción, el primer día se celebrará un acto especial en el que se espera la adhesión de nuevos Estados, también algunos sin litoral, ya que el océano regula el clima global y su deterioro afecta a todo el conjunto, sin hacer distinciones.
Entre los principales temas que los países tienen sobre la mesa y que debatirán durante la cumbre se encuentra además el complejo pero crucial Acuerdo sobre Pesca Sostenible, que busca prohibir subvenciones que estimulan la sobrepesca, la pesca ilegal o la pesca en aguas internacionales sin regulación. También tratarán el objetivo global de proteger el 30% de las áreas marinas para 2030, en línea con el compromiso asumido en la Cumbre de Biodiversidad de Montreal; así como el impulso de acciones para la descarbonización del transporte marítimo. La Organización Marítima Internacional busca aprobar en octubre un impuesto a las emisiones del transporte marítimo, y los países se reunirán para avanzar en el acuerdo.
Tratado de Plásticos
No menos importante en la agenda es lograr avanzar en el Tratado de Plásticos, que busca con una norma global y vinculante eliminar la contaminación por plásticos marinos antes de 2040. Sin embargo, los países están divididos: algunos quieren limitar la producción de plásticos de un solo uso desde el origen, mientras que las potencias petroleras, como Arabia Saudí, Rusia y también China, solo apoyan medidas centradas en reciclaje y gestión de residuos.
Niza acogerá además el Día del Mediterráneo, centrado en cómo actuar en un mar sumido a una gran presión: pese a solo representar el 0,8% del océano concentra el 30% del transporte marítimo global.
El aumento del nivel del mar amenaza a 630 millones de personas que viven en zonas costeras. Las ciudades reclaman ser protagonistas en la toma de decisiones porque son las responsables de aplicar las medidas en sus territorios. Este sábado alcaldes de 500 ciudades costeras en situación de vulnerabilidad se reúnen en Niza para compartir estrategias de supervivencia y de adaptación. Asimismo, durante la semana, unos 2.000 científicos se han reunido para profundizar en la relación entre el océano y el cambio climático, y han presentado nuevas tecnologías con potencial para aportar soluciones, aunque requieren financiación para poder implementarse.
Aspectos pendientes
Los países negociarán hasta el último minuto un borrador de la declaración final que algunas oenegés ya han considerado insuficiente. Una de las asignaturas pendientes es establecer un mecanismo de monitorización de los compromisos a los que llegan los distintos países. Por ahora, ese mecanismo será la celebración de esta conferencia cada tres años, según ha afirmado su secretario general.
Fuera del encuentro en Niza ha quedado además uno de los temas más sensibles: la minería en aguas profundas, que busca extraer minerales clave para tecnologías limpias. Mientras China avanza y EE. UU. plantea expandirse, crecen las alertas por su impacto ambiental. Es un área sin consenso, bajo negociación de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos, se limitó a decir el secretario general de la Conferencia. De ahí la importancia del tratado de protección de las aguas Internacionales, para controlar la actividad.
A dos días del inicio de la cumbre, Niza ya respira ambiente oceánico. En su puerto han fondeado barcos oceanográficos de todo el mundo, y el público puede visitar una gran exposición sobre el océano, con actividades y experiencias inmersivas que muestran su valor, su fragilidad y las soluciones en marcha. El Palacio de Exposiciones, rebautizado como La Ballena, se convierte así en un espacio para conectar ciencia, conciencia y acción.