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El combustible verde, compatible con los motores convencionales de los barcos, se dispensa desde la gabarra Aalborg, de la compañía Peninsula Energy Flowing

El crucero más grande del mundo ensaya con «éxito» en Barcelona el uso de biocombustible

El Port de Barcelona suministra biocombustible con hasta el 100% de componentes biológicos

por Glòria Ayuso

El puerto de Barcelona dispone de una embarcación de suministro de biocombustible de hasta el 100% de biocomponente que permite ofrecer a los buques esta alternativa para reducir su huella de carbono. Se trata de la gabarra Aalborg, de la compañía Peninsula Energy Flowing, uno de los principales proveedores globales de energía marina.

Por su certificación como barco tanque químico IMO II, puede suministrar biocombustibles con una parte de biocomponente superior al 25%, porcentaje que no pueden rebasar las gabarras tradicionales. El Aalborg realiza suministro de FAME (Ésteres Metílicos de Ácidos Grasos) producido a partir de aceites vegetales, que pueden tener emisiones neutras en función del origen de estos aceites.

Combustible compatible

Este biocombustible es compatible con los motores convencionales de los barcos. La gabarra es capaz de ofrecer diferentes niveles de mezcla de biocombustible y combustible tradicional, proporcionándoles un certificado con el porcentaje de componente bio. De esta manera, los armadores disponen de una solución sencilla para cumplir con el reglamento FuelEU Maritime adoptado en 2023 y que tiene como objetivo aumentar el uso de combustibles renovables y combustibles hipo carbónicos en el sector marítimo y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al mismo tiempo que se garantiza un buen funcionamiento del tráfico marítimo y se evitan distorsiones en el mercado interior de la Unión Europea.

Transición energética

La gabarra cumple, según el Port de Barcelona, «un papel fundamental» en su compromiso de promover el uso de combustibles más limpios entre los barcos que llegan al recinto portuario. «El Port de Barcelona, dentro de su Plan de Transición Energética, apuesta por los combustibles de transición y alternativos como el GNL, el metanol verde o el amoniaco verde, así como los biocombustibles, que ayudarán a reducir la huella de carbono de la actividad marítima», explica su presidente, Lluís Salvadó.

«La incorporación del Aalborg crea flexibilidad e incrementa las opciones de nuestros clientes y del Port de Barcelona», destaca Alejandro Morales Moreno, gerente de suministro de Peninsula, que remarca los esfuerzos para «mover continuamente la industria del combustible marítimo en la dirección correcta».

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por Glòria Ayuso

La sostenibilidad es una línea estratégica y una oportunidad real para las empresas del sector naval que quieran posicionarse y cambiar el modelo de negocio, asegurando su competitividad. Esta es la conclusión que extrae Enric Escrosa, de IAE Tecnologia, tras participar en la elaboración del nuevo informe Naut-EC sobre economía circular en toda la cadena de valor, que ha realizado Barcelona Clúster Nàutic y el TecnoCampus de Mataró.

Las principales tendencias tecnológicas se centran en el diseño y construcción de embarcaciones más eficientes y sostenibles, con sistemas de propulsión alternativos como los motores eléctricos; el uso de energías renovables como la fotovoltaica y de estructura flotantes para convertir la energía del agua o las mareas en energía eléctrica, el diseño de instrumentos náuticos y de ayuda a la navegación; y las estructuras para la recogida de residuos en el mar.

Nuevas patentes

En especial, se observa un importante aumento del número de patentes en semisumergibles o catamaranes, tratamiento de aguas residuales, sistemas de climatización con energías residuales, generadores autónomos y sistemas fotovoltaicos móviles, destaca Escorsa. No obstante, sobre las nuevas patentes, Escorsa alerta de que existen muchas propuestas que se presentan como sostenibles y, sin embargo, tras un análisis, es posible ver quien está trabajando verdaderamente en esta línea. Según el estudio, Francia y Países Bajos lideran la innovación en Europa.

Plástico para impresión 3D

En Catalunya, MB92, empresa dedicada a la reparación y mantenimiento de embarcaciones ubicada en el Port Vell, trabaja desde hace dos años en avanzar hacia un mejor tratamiento de los residuos y en la circularidad. Para pintar un barco, lo envuelven con plástico que evita que los componentes volátiles de la pintura se dispersen en la atmósfera. Una vez por semana, recogen todo el plástico utilizado, junto con el resto que emplean en las tareas de mantenimiento, lo trituran y lo compactan para nuevos usos. Esta solución, que ya está implementada y forma parte del proyecto Econaval, ha contado con subvenciones del Perte Naval.

Este material se transforma en hilo para impresión en 3D, en planchas o pellet, resalta el responsable de Sostenibilidad de MB92, Marc Hervàs, que destaca que se trata de un producto que puede venderse y extraer un rendimiento económico.

Protecciones para los barcos

La empresa prevé ahora estudiar cómo reutilizar ella misma este subproducto para imprimir protecciones para las superficies de los barcos. Asimismo, junto con la Fundación Barcelona Port Innovation, está contactando con las empresas del puerto para la reintroducción de este material en múltiples soluciones. Esta nueva fase del proyecto se presentará al Perte de Economía Circular, cuya convocatoria se espera para el próximo mes de mayo.

Subvenciones a nuevos proyectos

Estamos en un buen momento porque hay mucho por hacer, destaca el director técnico de Barcelona Port Innovation, Miquel de la Mano. Esta fundación público-privada que fomenta la transformación e innovación entre los operadores portuarios, ve una oportunidad para avanzar aprovechando el nuevo Perte. En el puerto coexisten actividades muy distintas (terminal de vehículos, contenedores, reparación de embarcaciones, ocio y servicios) y cada cual actúa según su criterio, explica. El resultado es que hay un gran volumen de residuos que no se separan, lo que impide su aprovechamiento.

Generar herramientas para la monitorización e incentivos para una buena gestión de los residuos es un campo por trabajar, según De la Mano, para quien debe crearse un servicio transversal, y generar más vínculo y relación entre los distintos agentes de la comunidad portuaria. En esta línea, el puerto prevé instalar el próximo año la primera planta de transformación de residuos, centrada en la circularidad de los principales plásticos, el polipropileno (PP) y el polietileno (PE).

Precisamente, el nuevo Perte de Economía Circular subvencionará a fondo perdido entre el 15% y el 60% de la inversión de nuevos proyectos de I+D, digitalización de procesos y organización y sobre sostenibilidad y mejora en gestión de residuos.

Lo convocará el Ministerio de Transición Ecológica y, según la consultora AVS, prevé subvencionar a fondo perdido de entre el 15% y el 60% de la inversión prevista, según el tamaño de la empresa y el tipo de proyecto. El montante de la ayuda puede oscilar desde los 100.000 a los 10 millones de euros por empresa, para proyectos que se ejecuten entre 2025 y 2027.

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La denominación del mar que separa China de Japón es motivo de disputa entre ambos países, que han mantenido históricamente unas relaciones tensas. Un instante breve pero profundamente significativo de la Conferencia de la Década de los Océanos en Barcelona fue la intervención del científico nipón Hide Sakaguchi, presidente del Instituto de Investigación de Política Oceánica. Con una emoción que no pudo contener, expresó su agradecimiento por plataformas como esta, que facilitan la colaboración estrecha entre su equipo y científicos chinos en el desarrollo de un nuevo sistema de predicción de tifones. Su creciente virulencia, exacerbada por el cambio climático y el calentamiento de las aguas, representa una verdadera amenaza para las comunidades costeras de ambos países.

La cooperación en el desarrollo científico y en la aplicación de las soluciones a nivel local, regional y nacional es uno de los principales aspectos que busca la Década de los Océanos. El cambio climático y la rápida degradación de los mares, que cumplen una función esencial para el equilibrio en el planeta, está haciendo cada vez más acuciante actuar. «Hemos puesto el océano en la agenda global», destaca Alison Clausen, coordinadora de todo el programa de la Década de los Océanos, iniciativa que pilota la UNESCO por encargo de la ONU, que recuerda que antes de 2015 era prácticamente invisible incluso en foros como las cumbres del clima (COP).

Muchos frentes

«Se ha identificado la necesidad de acción rápida y efectiva en diversos frentes», indica Clausen. «Pero, ¿por dónde empezar? La Década de los Océanos actúa como marco conceptual para indicar cuáles con las prioridades y abordar los retos marinos fundamentales», se responde. El debate mantenido en la Conferencia de la Década de los Océanos de Barcelona, teniendo como base el contenido de los libros blancos sobre los 10 principales retos que afronta el océano y la humanidad, ha supuesto un paso más en el proceso de concretización de estas prioridades que reflejará la Visión 2030, que se presentará en las próximas semanas.

Además de una colaboración ampliada, la Declaración de Barcelona indica la necesidad de una inversión sostenida para materializar estrategias y acciones a largo plazo, con un enfoque global. «Hemos detectado una distribución muy poco equitativa de datos, conocimientos, habilidades y financiación, que afecta especialmente a países en desarrollo que, a pesar de su compromiso, carecen de los recursos necesarios para participar activamente», subraya la coordinadora de la Década.

Planes estratégicos

Los datos sobre contaminación y vertidos, monitorización de las corrientes marinas, evolución de la biodiversidad, temperatura del mar, y del conocimiento de todo el ecosistema marino deben recogerse en los distintos puntos del planeta, tanto para poder contar con una imagen fidedigna de cómo evoluciona la situación a nivel global como para que todas las regiones puedan actuar.

«Tanto en África como en muchos lugares del Pacífico, entre otros, no cuentan con buena planificación para la resiliencia de las áreas costeras porque no existe una monitorización del océano. También hay que tomar conciencia de que las zonas costeras están cambiando muy rápidamente debido a la emergencia climática y sus efectos sobre la biodiversidad. Por ello hay que pensar en cómo desarrollar soluciones para la resiliencia que pueden tener beneficios para las personas, para los ecosistemas y para las pesquerías», remarca. La Conferencia de Barcelona ha servido, entre otras cosas, para señalar la necesidad de la adecuación de los planes estratégicos de cada país a estas nuevas prioridades.

La acción debe ampliarse hasta niveles que actualmente parecen inalcanzables, pero que con el tiempo deben lograrse progresivamente: «La restauración de los ecosistemas marinos se lleva a cabo generalmente a muy pequeña escala y en zonas muy localizadas. Hay que acelerar el conocimiento para poder hacerlo a una escala que permita enfrentar el desafío y proteger a todas las comunidades locales».

Campo neutral

La Década de los Océanos considera crucial sentar en la misma mesa de discusión a científicos e industria para la formulación de políticas ambientales eficaces. «Es esencial que la industria esté presente, para que su influencia y recursos ayuden a formar el proceso de diseño de políticas y soluciones basadas en la ciencia», remarca Clausen. La neutralidad proporcionada por el foro «ha facilitado debates» sobre temas sensibles como la minería y la pesca, promoviendo «un diálogo más equilibrado y productivo», asegura.

Una vez se publique la Visión 2030, el equipo que integra la Década de los Océanos «trabajaremos muy duro durante todo el año y en todos los encuentros con los estados miembros de la ONU para asegurarnos de que la estrategia a seguir se refleje en la declaración política que pueda salir de la Cumbre de los Océanos de Niza, en junio de 2024», un acuerdo que es vinculante para los países firmantes.

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por Glòria Ayuso

Una nueva convocatoria de ayudas invita a los transportistas a subir sus camiones a los buques y optar por el transporte marítimo como alternativa a la carretera. El Ministerio de Transportes ofrece subvenciones por valor de 20 millones de euros a los transportistas que optan por embarcar sus vehículos en parte de sus recorridos.

Se trata de la segunda convocatoria de unas ayudas que buscan impulsar el transporte multimodal para reducir las emisiones contaminantes, aliviar el tráfico en las carreteras y mejorar las condiciones laborales de los transportistas, según el ministerio. La medida, además, quiere convertirse en un estímulo indirecto a las navieras que operan los servicios subvencionables para la mejora del desempeño ambiental de sus operaciones.

Ayudas hasta 2025

Hasta el 30 de junio, pueden solicitar las ayudas los operadores que hayan utilizado la vía marítima entre el 29 de abril del año pasado y el 31 de marzo del presente. No obstante, Transportes ya ha anunciado una tercera convocatoria que seguirá apoyando a quienes utilicen la ruta marítima hasta el primer trimestre de 2025. El programa, con un pazo de ejecución entre 2022 y 2025, cuenta con un presupuesto global de 60 millones de euros.

Bajo el nombre de Eco-incentivo marítimo, se trata de una dotación procedente de los fondos europeos Next Generation. Las ayudas deben solicitarse vía telemática a través de la sede electrónica del Ministerio. Tal y como indica la convocatoria, por cada unidad embarcada y trayecto realizado entre puertos de la Unión Europea se devengará un eco-incentivo o subvención que se calcula en función del ahorro que ha supuesto por la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero, contaminación atmosférica, congestión, accidentalidad y ruido generado dentro de España por utilizar el itinerario marítimo y reducir el tráfico de camiones por carretera. El eco-incentivo será mayor en función del tipo buque utilizado, la distancia recorrida y las unidades embarcadas.

Navieras seleccionadas

En este sentido, están bajo subvención los servicios que prestan las navieras Brittany Ferries, Flota Suardiaz, CLdN Roro, Grimaldi Euromed SpA y Finnlines Oyj, entidades colaboradoras del programa desde 2022. Las rutas bajo ayuda conectan los puertos de Barcelona, Bilbao, Valencia, Sagunto, Santander y Vigo con destino a puertos ubicados en otros países de la UE como Italia, Irlanda, Bélgica y Francia. Para el nuevo programa de ayudas hasta 2025, el Ministerio ha seleccionado este mes a las mismas navieras que en las dos convocatorias anteriores.

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Sensaciones contrapuestas conviven en la Conferencia de la Década de los Océanos en Barcelona, que por primera vez ha reunido a 1.500 científicos y expertos para marcar la hoja de ruta para preservarlo.

Por una parte, alegría de que por fin se reconozca el papel esencial del océano como regulador del clima, proveedor de oxígeno, alimentación y otros servicios indispensables para la salud del planeta y la pervivencia de la humanidad. Este conocimiento conlleva una mayor concienciación sobre la necesidad de recuperar sus ecosistemas, una actitud muy distinta al tratamiento de vertedero que ha recibido históricamente. Frente a este logro, la comunidad científica también expresa el temor de que el creciente interés por el océano, bajo la urgencia de actuar para frenar el cambio climático, de alas a nuevas actividades nocivas.

Aumento de intereses

La aproximación a un océano que es muy desconocido ha comportado una explosión de firmas interesadas en desarrollar los datos oceánicos. Esta tarea no deberán asumirla únicamente los gobiernos. Están aumentando los actores interesados, constata el director de Investigación de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EEUU, Steven Thur, que destaca la gran oportunidad de desarrollar nuevas actividades relacionadas con la economía azul. Con el apoyo de la ciencia podemos aumentar la capacidad de la acuicultura, una alimentación azul sostenible, respetando todos los distintos usos que conviven en el mar, añade.

La directora de la plataforma Nutrición, Salud y Seguridad Alimentaria, Shakuntala Thilsted, responde a ello: Más que centrarnos en un único nuevo modelo de producción, necesitamos una mirada holística al sistema alimentario, manteniendo en el centro no tanto el negocio, sino a la población y la nutrición, advierte. En su opinión, en muchas pequeñas comunidades costeras, la pesca de captura y su cultura tradicional pesquera debe mantenerse como su opción de subsistencia.

Disparidad de posiciones

El océano profundo, aquel por debajo de los 100 metros, que supone el 96% de todo el fondo marino más allá de las aguas bajo jurisdicción nacional, está siendo reconocido como fundamental por su biodiversidad y los servicios que ofrece en los objetivos de desarrollo sostenible, se congratula la investigadora de la Universidad de San Diego (California), Lisa Levin, que trabaja en su estudio y difusión. Pero lamenta a la vez el nuevo interés en la minería en aguas profundas, muy destructiva en un ecosistema que tiene ritmos muy lentos y cuya recuperación puede tardar décadas. Levin responde a la inclinación que observa de usar el océano como solución a la urgencia climática de forma rápida con que debemos cambiar nuestra relación con él y con el planeta .

Somos científicos, pero tenemos que solucionar los problemas ahora y no en 2050. Necesitamos a la industria, a la sociedad y usar más el océano, escalar soluciones, hacer experimentos, ver qué es relevante y desarrollar políticas que funcionen, involucrando a todos los actores, afirma el director de políticas del Instituto de Investigación Marina y profesor de la Universidad de Bergen, Peter Haugan.

Claridad de ideas

Algunas discusiones que se están llevando a cabo son más complicadas que otras porque enfrentan posiciones diametralmente opuestas. La Década de los Océanos ofrece un espacio de neutralidad para llevar a cabo este debate y definir cuál debe ser la estrategia a seguir, explica la coordinadora de la Conferencia y de la década, Alison Clausen. Necesitamos el conocimiento científico, y también tener en la mesa a la industria, que debe formar parte de este proceso de identificación de las necesidades prioritarias, porque tiene una perspectiva, una influencia, capacidades y conocimiento distintos a las de la comunidad científica, señala Clausen. En este trabajo de definición de la nueva Visión 2030 de la Década de los Océanos, científicos e industria han tenido tiempo de profundizar en estas discusiones para entenderse mutuamente y extraer de todo ello una terminología en común.

Se requiere claridad en las ideas y soluciones innovadoras», afirma Arthur Tuda, científico de Tanzania experto en ciencias marinas relacionadas con la pesca que representa a la Asociación de Ciencias del Océano Índico Occidental, que añade con confianza que «la hoja de ruta y los libros blancos que dará a conocer la Conferencia este viernes nos marcarán cómo podemos afrontar los problemas de forma unida.

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<div>El Mediterráneo, «la zona cero» del cambio climático</div>
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<p style=por Glòria Ayuso

El océano hierve y el Mediterráneo, debido a su menor tamaño, refleja de manera más notoria los efectos del cambio climático. Administraciones y organizaciones están impulsando acciones de forma conjunta, en un ejemplo de colaboración público-privada, para revertir en lo posible su degradación y acelerar un cambio de modelo económico y productivo.

Es «la zona 0 del cambio climático», ha descrito el conseller de Empresa i Treball, Roger Torrent. Los más de tres años de sequía, ha indicado, son una muestra más de que «la situación señala la urgencia de adaptarnos». La interrelación del mar y el cambio climático conduce a enfocarse en su recuperación. Es por ello que Torrent considera una oportunidad implementar en este espacio iniciativas que permiten revertir la degradación de los mares y, con ello, de la salud del planeta. Se trata de «un ámbito de grandes oportunidades para transformar nuestro modelo productivo con un impacto positivo», ha subrayado el conseller.

Aceleradores del cambio

Eventos como la Copa América de Vela y la Conferencia Decenio de los Océanos en Barcelona están acelerando esta transformación del modelo económico, hasta el punto que «2024 marca un punto de inflexión para redirigir nuestra relación con el mar». La financiación se está dirigiendo a grandes proyectos como la transformación del Puerto de Barcelona para la descarbonización de su actividad, que demanda tanta electricidad como una ciudad de 200.000 habitantes. Con el 50% de los muelles electrificados en 2025, «nos hemos tenido que convertir en mayoristas de electricidad, un nuevo modelo de negocio que no conocíamos, para ser sostenibles», indica la directora de Innovación del puerto, Emma Cobos. Una opción que se ha presentado como «una oportunidad muy interesante».

Banco de pruebas

Como ésta nueva actividad, el puerto, que se está erigiendo en un banco de pruebas de innovadoras startups, también se está abriendo a nuevas posibilidades y sectores, como la biotecnología y la regeneración de la biodiversidad marina, antes poco pensable en una instalación de sus características. «Es un mundo nuevo», resalta Cobos.

Del mismo modo, cinco astilleros catalanes trabajan en un proyecto impulsado por la Fundación Barcelona Capital Náutica (FBCN) para promover una industria náutica en Catalunya de cero emisiones. «Tenemos que espabilar. El Port Olímpic se ha transformado y alberga a fabricantes de embarcaciones eléctricas que pueden cargarse con las nuevas instalaciones que hemos habilitado», indica su máxima responsable, Olga Cerezo. Recientemente el Moll Recer ha instalado nuevos biotopos de regeneración marina. En el espacio se han empezado a instalar los primeros locales de los 50 que reunirá este verano la nueva área dedicada a la economía azul, que antes albergaba locales nocturnos. «Barcelona puede liderar este cambio, generando una nueva actividad respetuosa y productiva», afirma Cerezo.

La transformación demanda la actuación de múltiples actores. Sin ir más lejos, las energias renovables, las desaladoras y la electrificación del transporte requiere de nuevos puntos de conexión y suministro. En un verdadero reto para dar respuesta a una demanda exponencial, «la transición energética la tenemos que hacer entre todos», y «obliga a mejorar la capacidad de planificación de administraciones y empresas», señala el director general de ENDESA en Catalunya, Enric Brazis.

Ciudad «antifrágil»

Aprovechar el ecosistema innovador de la ciudad y la colaboración publico-privada para una transformación estratégica y urgente que posicione competitivamente a la ciudad liderando la respuesta al cambio climático es la actitud necesaria para la presidenta de Barcelona Global, Maite Barrera. «Barcelona es una ciudad que, más que resiliente, es antifrágil», señala, para indicar que el camino es, más allá de la capacidad de adaptación, el del fortalecimiento y la innovación constante que permita afrontar los desafíos del cambio climático de manera efectiva, asegurando un futuro más próspero para todos sus habitantes.

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por Glòria Ayuso

El mar será centro de atención durante la semana del 8 al 12 de abril en Barcelona. Más de 200 actos, muchos de ellos abiertos a la ciudadanía, conforman el programa de actividades paralelas a la Conferencia del Decenio de los Océanos de la UNESCO, congreso científico que marcará las bases de la estrategia a seguir a escala global para preservar el océano y llevar a cabo una actividad económica sostenible.

Se trata de actividades distribuidas por 18 ubicaciones diferentes de la ciudad, y entre las que habrá reuniones divulgativas, mesas de debate, talleres interactivos, diálogos, exposiciones, proyecciones de películas y experiencias inmersivas, como destaca la Fundació Barcelona Capital Nàutica (FBCN), encargada de la organización logística de la conferencia.

Por toda la ciudad

Algunos de los espacios que figuran en la agenda de actos satélite de la conferencia serán el Museu de Ciències Naturals, la Casa Batlló, el CCIB, el Museu Marítim, el Port Olímpic, el Museu d’Arqueologia, el Port Vell, Institut de Ciències del Mar, el World Trade Center, la Universitat de Barcelona y el Parc de Recerca Biomèdica de Barcelona.

Uno de los actos satélites será, el 9 de abril, una jornada que reunirá empresarios, científicos, representantes del Govern, el Port de Barcelona y el Port Olímpic para tratar los retos que afronta el océano, su conservación y protección, y que organizan la FBCN y Barcelona Global.

Exposición fotográfica

Coincidiendo con la Conferencia del Decenio de los Océanos, se exhibirán las 25 fotografías finalistas del certamen Un mar obert a tothom, al que se han presentado 2.500 obras procedentes de todo el mundo, que muestra la relación entre las personas y el mar. La exposición estará abierta del 5 al 25 de abril en Can Serra, sede de la Diputación de Barcelona.

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por Glòria Ayuso

La aplicación del primer impuesto global a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del transporte marítimo va ganando apoyos. Una mayoría creciente de países que integran la Organización Marítima Internacional (OMI) se han mostrado partidarios de esta opción tras dos semanas de negociaciones de los integrantes de este organismo de la ONU dedicado al transporte marítimo, responsable de entre un 3% y un 4% de las emisiones que provoca la acción humana en el planeta.

Concretamente, 34 países de la UE, el Caribe, el Pacífico, África y Canadá se muestran favorables a establecer un precio a las emisiones del transporte marítimo. Más allá de la OMI, integrada por los estados que con un papel destacado en la industria marítima, más de 100 países apoyan este mecanismo en otros foros. Otros catorce países miembros de la OMI se han mostrado a favor de otros mecanismos y contrarios a un impuesto universal sobre los GEI.

Agilizar la descarbonización

El debate ha tenido lugar en la primera convocatoria de la OMI -en el seno del Comité de Protección del Medio Marino- tras la adopción en julio del año pasado de su nueva estrategia para reducir las emisiones en el transporte marítimo, que indica que estas deben caer hasta un 30% en 2030 para alcanzar las cero emisiones netas en 2050. Entonces, la OMI ya señaló la necesidad de establecer algún tipo de precio a las emisiones a nivel global, que debería entrar en vigor a finales de 2025. La medida busca agilizar el proceso de las navieras hacia la descarbonización, así como el aumento de la demanda de combustibles verdes. El trabajo se centra ahora en concretar la fórmula para hacer efectivos los nuevos mecanismos.

Entre los países partidarios de crear un impuesto a los GEI destacan las Islas del Pacífico y Belice, que han puesto sobre la mesa una propuesta concreta: que este impuesto sea de 150 dólares por tonelada de emisiones de GEI.

Vigente en Europa

En Europa, el gravamen sobre las emisiones del transporte marítimo ha entrado en vigor en enero de este año. Con un despliegue gradual, establece el pago por la mitad de las emisiones generadas en las rutas que conectan puertos europeos con destinos fuera de la UE, mientras que en las conexiones entre los países de la Comunidad Europea computan el 100%. Los principales puertos europeos se han mostrado contrarios a que Europa sea la primera en adoptar esta reglamentación, ya que consideran que debe ser una medida que debe llevarse a cabo a nivel global.

«La ONU está cerca de adoptar el primer precio global de emisiones, pero la política solo será tan exitosa como los países lo permitan», ha afirmado la directora general de la organización Ocean Conservancy, Sandra Chiri, que ha reclamado ambición para proteger a los océanos, el medio de vida de las personas y la salud del planeta.

Medidas adicionales

La Coalición para un Transporte Marítimo Limpio (CSC) ha acogido con satisfacción el creciente apoyo a un impuesto sobre las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que «garantizará que los contaminadores paguen», si bien ha advertido que los estados miembros de la OMI también deben contemplar medidas adicionales, como la mejora de la eficiencia energética en los barcos a través del indicador de intensidad de carbono (CII), para «asegurar que los barcos comiencen a ser más limpios hoy», sin esperar a la puesta en marcha de futuras normas.

También ha puesto el foco en la necesidad de un cálculo adecuado del estándar de combustible global (GFS), que contabilice las emisiones a lo largo de la cadena de suministro. «Los negociadores deben tener en cuenta las emisiones de ciclo de vida para que opciones como el hidrógeno gris, el GNL y los biocombustibles no terminen simplemente reemplazando un mal combustible por otro», ha alertado el director de Transporte de la coalición, y miembro de la organización Transporte y Medio Ambiente, Faig Abbasov.

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Los pescadores catalanes aumentaron en un 64% la retirada de residuos del mar en 2023. Más de la mitad de la flota pesquera activa -que suma 900 pescadores y marineros- participa en el programa de retirada de residuos marinos Pesca Neta, que consiste en separar los residuos marinos que se recogen accidentalmente durante la pesca para depositarlos en contenedores al finalizar su jornada.

Durante 2023, los pescadores de las cofradías de Tarragona, Barcelona y Girona retiraron del mar un volumen de más de 120.000 litros de residuos, el equivalente a 18 camiones cisterna de agua. Esta cifra representa la retirada de 50.000 litros más de basura, unos siete camiones cisterna, respecto al año 2022.

Guerra contra el plástico

Un 60% de los residuos recogidos fueron latas, botellas, bidones de pintura, envases de diferentes tipos y toallitas higiénicas. En menor cantidad, se extrajeron del mar alquitrán y carbón que utilizaban los barcos de combustible en el pasado, un tipo de residuo que hoy ya no se genera. En las zonas poco profundas también se extrae habitualmente madera. Las barcas de arrastre recogieron el 88,5% de la basura marina pescada accidentalmente, frente al 11,5% que pescaron accidentalmente la flota dedicada a las artes menores, el cerco y el palangre.

En total, los pescadores dedicaron más de 3.000 horas a la separación de los residuos de la pesca, casi el doble que el año anterior. Los pescadores registran en una aplicación móvil la basura que han extraído del mar durante su jornada. La mejora del sistema de registro y el aumento de la participación de la flota pesquera han motivado el aumento de recogida de residuos en el último año.

Acción remunerada

El programa Pesca Neta resalta la labor de los pescadores en combatir el plástico marino. Para apoyar esta recolección de residuos, el departamento de Acció Climàtica asigna anualmente un millón de euros, el 75% procedente del Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca, que se distribuye entre las cofradías de pescadores catalanas participantes.

El programa Pesca Neta se inició en 2021 como una acción colectiva coordinada por la Federación Nacional Catalana de Cofradías de Pescadores y las federaciones territoriales. Desde su inicio, se han retirado un total de 240.000 litros de residuos.

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El transporte marítimo deberá reducir entre un 20% y un 30% las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en 2030 en comparación con los niveles de 2008, y un 80% en 2040, alcanzando las cero emisiones netas en 2050. No obstante, las emisiones del transporte marítimo continúan aumentando, mientras se espera el despliegue de nuevos combustibles como el metanol, el hidrógeno y el amoniaco, para los que es necesario disponer de gran cantidad de energía renovable para su producción y que actualmente tampoco está disponible.

Ante la dificultad de alcanzar los objetivos marcados para 2030, la Coalición de Transporte Limpio (CSC), una asociación internacional que vela por la descarbonización del sector marítimo, reclama a la Organización Marítima Internacional (OMI) que apruebe medidas adicionales para una mayor eficiencia energética en el transporte marítimo. Estas medidas permitirían, según la coalición, disminuir las emisiones más a corto plazo y servir de complemento a la sustitución de los combustibles fósiles, con el fin de poder limitar el calentamiento global en los 1,5C, según establece el Acuerdo de París.

Propulsión eólica

Concretamente, reclama una revisión del Indicador de Intensidad de Carbono (CII), que determina la reducción anual de emisiones de CO de un buque en sus operaciones. La CSC quiere que esta revisión incluya la aplicación de una norma sobre la disminución de la velocidad de los barcos, que implica menor consumo de combustibles, y la aplicación de nueva tecnología eólica para que usen el viento como sistema de ayuda a la propulsión.

Ahora mismo existen diversas tecnologías que proponen utilizar el viento como energía limpia en el transporte marítimo. Precisamente, la compañía de fletes Cargill ha hecho públicos los resultados tras testear durante seis meses un nuevo buque, el Pyxis Ocean, que funciona con propulsión asistida por viento. Equipado con dos grandes velas sólidas de viento desarrolladas por BAR Technologies, «ha logrado un rendimiento consistente que equivale a un promedio de tres toneladas de combustible por día», según la empresa.

Para la Coalición de Transporte Limpio, la industria del transporte marítimo tiene a su alcance la energía eólica y está en una posición única para explotar esta fuente de energía gratuita mediante la instalación de velas y otra nueva tecnología.

Velocidad más lenta

La coalición internacional remarca la necesidad «urgente» de mejorar la eficiencia operativa en los barcos y reducir la quema de combustible. «La OMI debe revisar su CII y acordar nuevos requisitos estrictos para asegurar que los buques mejoren su eficiencia energética año tras año», afirma el presidente de la Coalición de Transporte Limpio, John Maggs. «Esto es crucial para asegurar la transición energética más eficiente y de menor costo y para incentivar comportamientos de transporte, como velocidades más lentas que también proporcionarán importantes beneficios para la salud de los océanos, como la reducción de colisiones con ballenas y ruido submarino, y otras mejoras ambientales, como la reducción de la contaminación del aire», añade.

Una intensa agenda

Esta reivindicación llega coincidiendo con el 81 encuentro, esta semana, del Comité de protección del medio marino (MEPC81) de la OMI, que tiene sobre la mesa realizar de aquí a 2025 una revisión del CII, con el fin de actualizarlo para cumplir con la nueva estrategia de Gases de Efecto Invernadero que el este organismo internacional de la ONU responsable del transporte marítimo internacional aprobó el pasado mes de julio.

Asimismo, el comité de la OMI tratará otros aspectos clave, como el seguimiento de la nueva estrategia sobre emisiones del transporte marítimo, el mecanismo de fijación de precios de las emisiones, la contaminación marina y las nuevas recomendaciones sobre transporte de pellets, la aplicación del Convenio de Hong Kong sobre cómo llevar a cabo el reciclaje de buques sin causar contaminación, y la aprobación de un proyecto de plan de acción para reducir el ruido submarino debido al transporte marítimo comercial.

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