Si le damos la oportunidad, la naturaleza es extremadamente generosa
La ‘start-up’ que encabeza Ferrer se propone recuperar la biodiversidad en 20.000 espacios marinos de aquí a 2030
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por Glòria Ayuso
Una visión esperanzadora frente a la lucha contra el cambio climático y el acelerado declive de la biodiversidad es la que lanza Ignasi Ferrer, apasionado del mar, consultor sobre economía azul e impulsor de una innovadora solución tecnológica para la regeneración de los ecosistemas marinos. Soy muy optimista porque, si le damos la oportunidad, la naturaleza es extremadamente generosa, afirma.
De pequeño quería ser como Jacques Cousteau, y posteriormente se hizo instructor de submarinismo y aficionado a la vela. Colaboró con el Centro de Recuperación de Animales Marinos (CRAM), pero su carrera profesional tras formarse en Esade pasó por ocupar puestos de alta dirección relacionados con la industria de la alimentación. La preocupación al observar en sus inmersiones la progresiva degradación del ecosistema marino le llevó a crear Ship2be, una fundación para fomentar la economía con impacto social y ambiental.
Colaboración con investigadores
En 2015 decidió definitivamente dejar el sector alimentario y enfocarse en el desarrollo de soluciones escalables para la regeneración marina a través de Seastainable Ventures, que facilita colaboraciones entre investigadores, ‘start-ups’ y empresas. En 2021, decidió saltar a la arena y liderar directamente uno de estos proyectos, Ocean Ecostructures.
«Nueva promoción en el puerto. Hoteles para caballitos de mar», reza el vistoso anuncio que la ‘start-up’ ha lanzado estos días en los medios. No se trata de elevar bloques de viviendas que alteran el paisaje, sino más bien al contrario: de reconstruir la biodiversidad marina dañada en el litoral.
Instalación de arrecifes
La empresa, que está experimentando un rápido crecimiento, ofrece a los puertos comerciales y deportivos una solución basada en la instalación de arrecifes recubiertos de carbonato cálcico. Imitando a la naturaleza, estas estructuras aceleran la regeneración de la biodiversidad, hasta aumentar por seis las especies que se implantan en el entorno, según cifra la compañía.
La regeneración marina sucede muy rápidamente. La restauración del ecosistema no solo implica el secuestro de carbono y con ello la mitigación del cambio climático, sino también la recuperación de la pesca y de las actividades turísticas, señala Ferrer. La empresa diseña y desarrolla la tecnología, instala sus estructuras y monitorea el impacto y los resultados.
Cuantificar y evitar el lavado verde
Centrada en ofrecer su tecnología regenerativa a los puertos, espacios donde el ecosistema sufre especialmente la contaminación de las actividades que se llevan a cabo, ya ha implantado sus soluciones en los puertos de Barcelona, Tarragona, otros seis de la costa catalana, Alicante, Baleares y Marbella. No obstante, se dirige a cualquier actividad cuya estructura sumergida pueda provocar un impacto, como son los parques eólicos marinos, infraestructuras petrolíferas y gasistas en el mar.
Uno de los valores diferenciales de la iniciativa es «la incorporación de tecnología que permite la monitorización y el reporte de los resultados», destaca Ferrer. Los datos, que se envían periódicamente a los clientes, indican desde cuánto se ha regenerado el ecosistema, la cantidad de CO secuestrado y el oxígeno generado, lo que permite demostrar y cuantificar la mejora ambiental y evitar prácticas de lavado verde.
Drones submarinos
Para la empresa, estos datos, que capta mediante drones submarinos, son especialmente valiosos en un nuevo marco regulatorio que tendrá muy en cuenta el impacto de las actividades económicas en el entorno y en el que se premiará la regeneración de los ecosistemas mediante la aplicación de soluciones basadas en la naturaleza y la demostración cuantificada del nivel de captura de carbono. Ayudamos a que proyectos ya implantados se conviertan en aliados de la naturaleza y no destructores, incide Ferrer.
La recuperación del ecosistema mediante tecnología regenerativa y robótica ha hecho que Ocean Ecostructures sea finalista este año en 4YFN. La misión de esta ‘start-up’, que cerró 2023 logrando una ampliación de capital de 1,6 millones, es «recuperar 20.000 espacios grises de aquí a 2030», una meta que para Ferrer no se trata tanto de una cifra en un plan estratégico sino de una aspiración medioambiental.