Auto Agregado por WPeMatico

El investigador sobre el océano del CSIC da clases a futuros ejecutivos, a quienes ve clave para lograr un cambio de paradigma en el que los negocios integren a la naturaleza

La economía del océano exige financiación y colaboración del sector privado para su sostenibilidad



<div>«Dependemos de los océanos no solo para comer, también para controlar la temperatura y absorber emisiones»</div>
<p>«></img></p>
<p style=por Glòria Ayuso

Científico sénior del CSIC, Rafael Sardá imparte además clases a los futuros ejecutivos en Esade. Investigador sobre Sistemas Socio-ecológicos Marinos y Costeros, ‘Financial Times’ ha premiado un estudio que ha dirigido acerca de la presión que las empresas ejercen sobre el océano, pese a estar lejos del mar. La factura de los excesos es más cara, y por ello propugna una nueva forma de hacer negocios a favor de la naturaleza.

Reivindica el papel del océano y, por lo tanto, la necesidad de protegerlo. ¿Somos conocedores de ese papel?

Estamos descubriendo la enorme dependencia que tenemos la humanidad del océano, que nos ofrece comida, materiales, absorbe el CO de la atmósfera, controla la temperatura del planeta y se encarga de equilibrar el medio. En 2004 la ONU ya dejó clara esta dependencia. Si algunos de sus equilibrios se resquebrajan, como estamos viendo que puede suceder con la corriente marina del Atlántico, la AMOC, pueden desencadenarse cambios rápidamente. El cambio climático está impactando en la vida marina, el exceso de CO acumulado conlleva la acidificación oceánica, que a su vez afecta la cadena trófica. Todo ello nos lleva a que el crecimiento económico no será posible si no es sostenible, el business as usual ya no es una opción posible.

El estudio Negocios para la sostenibilidad del océano’ ha sido galardonado por Financial Times como investigación con impacto real para la mejora de empresas y entidades. ¿Supone un avance?

El estudio, realizado con la Universidad de Bocconi de Milán, McKinsey Global Institute y One Ocean Foundation, refleja, basándose en una muestra de 1.700 empresas de 19 sectores, que la mitad de ellas no son conscientes del impacto que sus actividades en tierra firme están provocando en el océano. También indica las enormes presiones que ejerce cada sector: como la industria agroalimentaria, la textil, la construcción, etc. tienen en cada caso una repercusión brutal en nutrientes, acidificación, residuos, anoxias, pérdida de biodiversidad… La web One Ocean Foundation muestra la información muy detallada. El objetivo es concienciar y empezar a actuar, desarrollando un nuevo modelo de gobernanza.

El estudio ha dado lugar a un mayor proyecto para calificar la actuación de las empresas. ¿En qué consiste?

La Ocean Disclosure Initiative, que se propone concienciar sobre el papel de las empresas sobre el océano y facilitarles una metodología con base científica para apoyarlas con el fin de que tomen medidas. Prevé desarrollar el Ocean Disclosure Index para la calificación de la actuación de la empresa, basándose en los 11 descriptores de la Directiva marco sobre estrategia marina de la UE que evalúan el estado ambiental del medio marino. Sobre cada uno de ellos, buscamos indicadores por sectores que puedan describir la actuación de la empresa para asegurar el buen estado medioambiental del mar.

¿Cómo se mediría?

Como las agencias que califican el riesgo, una posibilidad es desarrollar un rating ambiental, clasificando las empresas y sus riesgos como A, B, C

¿Cómo debería actuar la empresa para obtener un buen rating?

Hay que afrontar un cambio de paradigma, dejar de entender la naturaleza como un lugar de barra libre para darnos cuenta de que formamos parte de ella. El medio ambiente debe estar en el centro del desarrollo. Las empresas deben tener en el radar las cuestiones en las que tienen un impacto negativo, y enfocarse en la sostenibilidad corporativa de tercera generación para lograr un impacto positivo significativo.

¿Hay que ayudarlas?

Las soluciones deben venir tanto del sector público como del privado, es necesario un enfoque integral y colaborativo. Sin olvidar algo importante

¿El qué?

No vale confundir: a menudo se define como economía azul a cualquier actividad que se desarrolla en el océano, cuando la economía azul solo hace referencia a las actividades que son sostenibles.

¿Cómo se encuentra como científico dando clases en una escuela de negocios?

Es muy necesario. El mundo económico y el socioambiental aún no están suficientemente unidos. La integración y los grupos interdisciplinares son clave para solucionar problemas sin crear otros nuevos. Como ocurre con la central eléctrica proyectada en el Empordà, que debería elevarse en otro lugar menos sensible. Es un problema porque ya no nos queda mucho tiempo para crear estos vínculos.

¿Qué contribución tendrá la Conferencia del Decenio de los Océanos en Barcelona en abril?

Tratará de responder a los grandes retos que afronta el océano. El trabajo pone las bases a la estrategia a seguir, los científicos de la UNESCO ven las cosas claras. No obstante, sigue siendo un trabajo muy científico, falta la presencia y la implicación de las empresas, cuyo papel es esencial para avanzar.

Quizás te interese

Los países están comenzando a darse cuenta de la necesidad de una visión a largo plazo para convertirse en una sociedad resistente al clima», indican los expertos

Los expertos abogan por potenciar el secuestro marino de carbono contra el cambio climático

Urge planificar la adaptación de las regiones costeras a los efectos del cambio climático, advierte la UNESCO

por Glòria Ayuso

Las regiones costeras en todo el mundo afrontan distintas amenazas, interconectadas entre sí y relacionadas con el cambio climático, que ponen en riesgo tanto la vida como los medios de subsistencia. Los expertos advierten que no se cuenta con ningún objetivo a nivel global para asegurar la resiliencia de las regiones costeras e instan a su integración en la agenda de desarrollo sostenible.

Así lo indica el sexto de los diez libros blancos que se presentarán durante la Conferencia de la Década del Océano de la UNESCO que tendrá lugar del 10 al 12 de abril en Barcelona, y que marcarán el camino a seguir para preservar el océano y el equilibrio que aporta al planeta.

Peligros

El documento, elaborado por una cincuentena de expertos, enumera los distintos riesgos que amenazan las costas. Aumento del nivel del mar, tsunamis, lluvias intensas, deslizamientos de tierras, ciclones, inundaciones costeras, erosión, deshielo glaciar, intrusiones de agua salada, sequías, degradación de humedales, acidificación y desoxigenación, son algunos de los factores que muchas zonas ya están sufriendo.

A las amenazas exacerbadas por el cambio climático, se suman otras que tensionan aún más el ecosistema, como las aguas residuales y derrames, la sobrepesca y las presiones del turismo costero. Todas ellas inciden en otros peligros, como la pérdida de biodiversidad, floraciones nocivas y especies invasoras.

Analizar detalladamente los múltiples peligros que amenazan el océano y la costa es el primer paso, para después evaluar y mitigar los riesgos, en un enfoque holístico que incorpora factores ambientales, humanos y socioeconómicos, teniendo en cuenta el papel fundamental de las regiones costeras.

Planes innovadores

Para asegurar la resiliencia de las áreas costeras, y preservar sus funciones bajo condiciones cambiantes, los expertos indican que hay que trabajar en dos factores esenciales: la elaboración de innovadores planes estratégicos de adaptación y la implementación de sistemas de alerta temprana basados en múltiples amenazas.

Los expertos inciden en que muchos de los peligros pueden presentar efectos en cascada que aún se desconocen y que, por lo tanto, los planes de adaptación deben tener en cuenta múltiples escenarios. Además de evitar poner en riesgo la vida de más personas y de mayores pérdidas económicas, crear la infraestructura necesaria para la adaptación incentiva un mayor desarrollo e inversión de capital en áreas vulnerables, subrayan los científicos.

Empezar a tomar conciencia

Los países están comenzando a darse cuenta de la importancia de una visión a largo plazo para convertirse en una sociedad resistente al clima, completamente adaptada a los impactos inevitables del cambio climático. Es necesaria una estrecha colaboración entre investigación y gestión, indica el libro blanco, elaborado bajo la coordinación de Nadia Pinardi, profesora de Oceanografía de la Universidad de Bolonia, y Srinivasa Kumar, director del Centro Nacional de Servicios de Información Oceánicos de la India.

La cooperación internacional se observa como fundamental, dado que activar sofisticados sistemas de alerta temprana requiere de un intercambio mundial de datos de observación in situ y basados en el espacio y procesados en centros de modelado de supercomputación avanzada.

Los expertos también advierten de que esta cooperación debe ser inclusiva con todas las regiones. El libro blanco, además de incidir en la identificación de las áreas de actuación, propone indicadores para medir el progreso para un enfoque integral y adaptativo en la planificación de la resiliencia costera.

Hoja de ruta

Desde hace más de un año, más de 150 expertos trabajan en la elaboración de una estrategia para preservar el océano que se plasmará en los 10 libros blancos que quieren responder a los principales retos, que se interrelacionan entre ellos: la contaminación marina; la protección del ecosistema; el cambio climático; la economía oceánica sostenible; los alimentos azules sostenibles; la construcción de comunidades resilientes; observaciones, datos y Sistemas de Pronóstico y Alerta Temprana ante desastres; desarrollo de capacidades, alfabetización oceánica y conocimiento indígena y local; y patrimonio cultural.

Quizás te interese

El acuerdo busca establecer una «estrategia de impacto duradero» que permita a la Comunidad Portuaria y a emprendedores locales liderar un sector, el de la protección de la biodiversidad, que considera emergente

La economía del océano exige financiación y colaboración del sector privado para su sostenibilidad

El Port de Barcelona y Nactiva se unen para crear un banco de pruebas de soluciones para la regeneración marina

por Glòria Ayuso

La Fundación BCN Port Innovation y Nactiva han llegado a un acuerdo para promover soluciones innovadoras y escalables de protección y regeneración de la biodiversidad marina en áreas clave de la actividad portuaria. Nuestro objetivo es convertir al Port de Barcelona en un laboratorio vivo donde diseñar, implementar y validar iniciativas que no solo sean sostenibles y escalables, sino que también sirvan como modelo para otras regiones y puertos del Mediterráneo y del mundo», ha destacado Lluís Salvadó, presidente del puerto.

El acuerdo busca establecer una estrategia de impacto duradero que, además de beneficiar al entorno marino, «permita a la comunidad portuaria y a emprendedores locales liderar el emergente sector de la protección y regeneración de la biodiversidad marina, según Joan Cabezas, CEO de Nactiva.

Pruebas piloto en marcha

Esta empresa social sin ánimo de lucro moviliza inversiones a través de su programa Litoral, procedentes tanto de fuentes públicas como privadas, dirigidas a la preservación del ecosistema marino. Para Nactiva, el acuerdo permitirá desarrollar acciones concretas y sostenibles «sobre los principales sectores de actividad portuaria» en una estrategia que prevé que tenga un «impacto a largo plazo».

El Port de Barcelona ya ha llevado a cabo diversas pruebas piloto, entre las que destacan las de regeneración de la biodiversidad marina. «Estas iniciativas abren el camino a otras muchas posibilidades en el campo de la economía azul, en el que Nactiva puede jugar un papel dinamizador dentro del ecosistema de nuestra fundación», afirma Salvadó en un comunicado difundido por ambas organizaciones.

Acelerar el impacto

BCN Port Innovation es una fundación privada, promovida por el Port de Barcelona, encargada de acelerar la transformación del puerto en los ámbitos ambiental, tecnológico y de movilidad. La fundación conecta el ecosistema innovador con la comunidad portuaria, facilitando el uso del territorio como laboratorio de pruebas piloto, impulsando la transferencia tecnológica en los distintos sectores que operan en el puerto.

En este sentido, Nactiva funciona como plataforma colectiva al integrar a todo tipo de actores privados, técnicos, académicos e institucionales para fomentar la cooperación con el fin de acelerar y maximizar el impacto, promover la escalabilidad y replicabilidad de las soluciones, disminuir los riesgos, y compartir inversiones. Hasta el momento, empresas de referencia como Agbar, Naturgy, Celsa Group, Cementos Molins, GCO, Grant Thornton, Flax & Kale, Global Impact Assets, Ametller Origen, CaixaBank, Copisa, Glovo y Cuatrecasas participan como ‘partners’ en los proyectos de Nactiva.

Quizás te interese

El nuevo proyecto operará en Barcelona y en ocho localizaciones más de la costa española a partir de junio

Barcelona confía a la economía azul la generación de 10.000 nuevos puestos de trabajo

Sea Starlight propone explorar el universo desde la cubierta de un velero

por Glòria Ayuso

Cada noche, las estrellas conectan a las personas con el universo más cercano, si bien la contaminación lumínica ha convertido en algo difícil poder observarlas. El proyecto Sea Starlight se propone acercar la astronomía a la población desde el mar, un lugar libre de iluminación artificial y del ajetreo de la actividad humana. Nueve empresas se han unido en este proyecto que organizará salidas de navegación nocturna dirigidas a todos los públicos desde diversos puntos de la costa española para observar el cielo. La iniciativa ha logrado captar 1,7 millones de euros de los fondos europeos Next Generation.

La idea parte de la experiencia del empresario Xavier Martínez, patrón de barco y apasionado del mar y la astronomía. En las salidas con el barco por la costa de las Islas Baleares, la gente se maravillaba cuando explicaba con el puntero láser las constelaciones, comenta. De aquí que propuso vertebrar una nueva iniciativa centrada en fusionar la navegación y la aproximación con el cosmos.

El mar y el cielo como riqueza

En Catalunya, Club del Navegante realizará salidas en Barcelona y El Masnou. La empresa alicantina Academia Náutica Océano operará en Levante; Virazón Charter realizará las salidas en Murcia; A Toda Vela las llevará a cabo en Andalucía; la Academia Náutica Lanzarote las realizará en Canarias; San Yago Charter, en Galicia; la Escuela Náutica Azimut, en Asturias; la Escuela Náutica Cabo Mayor, en Cantabria; mientras que Pakea Experiences las ofrecerá en Euskadi de la mano del reconocido navegante Unai Basurko.

Cada centro ofrecerá salidas de dos a tres horas y de diversos días de navegación. Las rutas de una sola jornada complementarán la navegación y observación de las estrellas con una actividad en tierra. En un lugar alejado de la ciudad, mediante potentes telescopios y monitores se observarán planetas, mientras se realiza una cata de producto local.

Otro cielo en el pasado

La Fundación Starlight, que defiende el cielo nocturno y el derecho a observarlo como patrimonio intangible de la humanidad, se ha encargado de formar a los monitores y ha facilitado a los nueve centros la Certificación Starlight que los habilita como agentes turísticos que acercan la astronomía a la sociedad. Nuestros antepasados veían otro cielo. Zonas despobladas que creían que no tenían nada se están dando cuenta ahora de la riqueza con la que cuentan con su cielo y paisaje, señala el impulsor de Sea Starlight.

La experiencia de Sea Starlight cuenta además con una producción de realidad virtual. «El visitante experimenta un salto en el tiempo, desde un velero actual que atraviesa una tormenta a un navío del siglo XVI, en el que se muestra, por ejemplo, cómo se orientaban los navegantes en la antigüedad», explica Martínez, que añade que, con esta propuesta, el objetivo es también desestacionalizar la actividad, y que tenga atractivo también en invierno.

Impulso en la Copa América

En Barcelona, Sea Starlight ocupará a finales de junio el local número 1 del Port Olímpic, el nuevo polo económico dedicado a actividades náuticas recreativas y divulgativas; investigación, tecnología y economía circular relacionada con el mar. Tendremos la oportunidad de darnos a conocer durante la celebración de la Copa América de vela, destaca el impulsor del proyecto.

Asimismo, organizará periódicamente sesiones sobre astronomía dirigidas a estudiantes de primaria y secundaria y colectivos vulnerables que tendrán lugar en la nueva sala de actos del Port Olímpic, equipada con una pantalla inmersiva. También bajo el nombre de Woman Sea Starlight, se llevarán a cabo actividades en las que se dará voz a las mujeres que han ejercido un importante papel en la navegación y la astronomía.

Quizás te interese

Servirán para conocer la situación de la pesca y proteger espacios, las corrientes marinas, la temperatura y la salinidad, y realizar predicciones futuras

Los científicos ven clave el océano para nutrir de forma sostenible a la población mundial

La Generalitat y el CSIC monitorizarán el mar con radares de alta frecuencia

por Glòria Ayuso

El Instituto Oceanográfico de Catalunya (ICATMAR) completará, a finales de este año, el despliegue de una red de siete radares de alta frecuencia a lo largo de la costa catalana. Este proyecto pionero tiene como objetivo monitorear el estado de los recursos pesqueros y las condiciones generales del mar, y poner la información al alcance de la comunidad marítima.

Los datos recogidos, y procesados por científicos del CSIC se muestran de forma abierta y sirven para conocer la situación de la pesca, la biodiversidad, las corrientes marinas, la temperatura y la salinidad, a la vez que permiten realizar predicciones futuras, tal y como ha dado a conocer en un acto en el que ha reunido a todos los actores interesados.

Inversión de 18,8 millones

Con una inversión de 18,8 millones de euros, ya se han instalado cinco radares marinos, y dos adicionales están actualmente en proceso. Este despliegue se complementa con boyas oceanográficas que permiten realizar predicciones a varios días de las corrientes marinas superficiales. «Catalunya tiene la red de monitoreo más densa de Europa», destaca el director general de Política Marítima i Pesca Sostenible, Sergi Tudela.

«No podemos gestionar la pesca si no sabemos cómo nos encontramos, afirma Tudela. Mediante continuos muestreos, se lleva a cabo una evaluación de cuál es la situación de las diferentes especies. A raíz de este análisis hemos instalado 20 vedados de pesca que suman 500 km, la extensión de Andorra, cuantifica el director general.

Consenso con los científicos

Se trata de zonas cerradas determinadas por consenso entre los científicos de ICATMAR y los pescadores. Este acercamiento ha roto la desconfianza de muchos años. Ahora, científicos y pescadores se llaman cuando existen dudas, valora el director general.

Catalunya contaba con competencias en oceanografía desde 1982, pero hasta la puesta en marcha de ICATMAR no se han ejercido. La creación este organismo, que según la Generalitat permite a Catalunya posicionarse al frente en la captura de datos del mar, se incluye en la Estrategia Marítima 2030, como un órgano de cooperación entre la Generalitat y el CSIC enfocado a la gobernanza.

Un salto adelante

«En un salto adelante en la gestión y conservación del entorno marino, se ha creado una herramienta con base científica para la gestión», incide Tudela. A través de su página web, abierta a la comunidad marítima y la ciudadanía, es posible obtener toda la información que genera sobre pesca, muestreos, evaluaciones, sectores pesqueros y pesca recreativa, visores sobre las corrientes, situación de los recursos pesqueros, densidad de los plásticos marinos y residuos.

Los datos tienen los más diversos usos: además de determinar las zonas para la pesca, la Policía Marítima puede rastrear embarcaciones y cargas abandonadas por mafias, los científicos pueden saber cómo está evolucionando todo el ecosistema con el cambio climático y la contaminación, pueden llevarse a cabo nuevas investigaciones, descubrimientos y generar nueva actividad económica para combatir los cambios en el ecosistema.

Financiación europea

La Conselleria de Acció Climàtica invertirá hasta 2029 10,6 millones de euros en el despliegue mediante subvención directa al Institut de Ciències del Mar (CSIC), cofinanciados en un 70% por el Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (FEMPA). El Fondo Climático de la Generalitat destina otros 4,2 millones de euros a infraestructuras oceanográficas para ICATMAR.

Quizás te interese

Los activos oceánicos ascienden a un valor de hasta 22 billones de euros y, en la Conferencia del Decenio de los Océanos, los científicos presentan las bases para garantizar una economía oceánica sostenible

La Unesco lanzará en Barcelona la hoja de ruta para preservar el océano

La economía del océano exige financiación y colaboración del sector privado para su sostenibilidad

por Glòria Ayuso

Los activos oceánicos ascienden a un valor de hasta 22 billones de euros. Solo el sector de la alimentación con fuente en el océano sostiene alrededor de 600 millones de personas, incluidas 45 millones de mujeres que participan en pequeñas pesquerías de comunidades locales. Asimismo, el transporte por vía marítima traslada el 90% de las mercancías a escala global, mientras que el sector turístico tiene en el mar uno de los principales atractivos. Establecer las bases para garantizar en todo el mundo una economía oceánica sostenible y que asegure la equidad es el propósito del cuarto libro blanco en el que trabajan un grupo de expertos científicos desde hace dos años.

El documento subraya la necesidad de aumentar la financiación y desarrollar mecanismos financieros alternativos para una economía oceánica sostenible, centrando en la recaudación de fondos, la diversificación de fuentes financieras, y la adopción de financiamiento sostenible. Así lo remarca Peter Haugan, investigador de la Universidad de Bergen y coordinador del grupo de expertos que ha presentado el borrador para su discusión previa a la presentación del documento en la Conferencia del Decenio de los Océanos que se celebrará en abril en Barcelona.

Incentivar al sector privado

En este sentido, será central incentivar al sector privado hacia un compromiso con la sostenibilidad oceánica, promoviendo prácticas justas, inversión en iniciativas sostenibles, colaboración con otros sectores, transparencia, inclusividad y compartición de datos.

El documento también contempla como esencial aumentar la disponibilidad y accesibilidad de datos sobre el océano, estableciendo un porcentaje de relevante al alcance, promoviendo plataformas de intercambio de información, con formatos estandarizados y políticas de acceso abierto. Del mismo modo, marca establecer indicadores en la cantidad de investigaciones y contenidos generados y compartidos.

Aumentar las habilidades

También establece indicadores sobre la capacitación de personas, instituciones y comunidades para aumentar las habilidades y conocimientos que permitan desarrollar una economía sostenible en el océano, aumentando además la participación de todos los sectores implicados e interesados.

Finalmente, se propone mejorar la equidad dentro de la economía oceánica, enfocándose en la distribución justa de beneficios, la superación de barreras para la participación, y el financiamiento dirigido a acciones comunitarias, con el objetivo de asegurar un acceso equitativo a los recursos y beneficios oceánicos.

Transformación y nueva gestión

Desde hace más de un año, más de 150 expertos trabajan en la elaboración de una estrategia para preservar el océano que se plasmará en los 10 libros blancos que quieren responder a los principales retos, que se interrelacionan entre ellos: la contaminación marina; la protección del ecosistema; el cambio climático; la economía oceánica sostenible; los alimentos azules sostenibles; la construcción de comunidades resilientes; observaciones, datos y Sistemas de Pronóstico y Alerta Temprana ante desastres; desarrollo de capacidades, alfabetización oceánica y conocimiento indígena y local; y patrimonio cultural.

Quizás te interese

El tercer Libro Blanco del Decenio de los Océanos enfoca simultáneamente la reversión de la sobreexplotación y la oportunidad para el desarrollo de nuevos alimentos marinos libres de carbono.

La Unesco lanzará en Barcelona la hoja de ruta para preservar el océano

Los científicos ven clave el océano para nutrir de forma sostenible a la población mundial

por Glòria Ayuso

Naciones Unidas indica que se necesitará producir un 70% más de alimentos que en la actualidad para poder cubrir las necesidades de la población mundial en 2050, que alcanzará los 9.700 millones de personas. Sin embargo, el océano ya está sobreexplotado: más de un tercio de la población de peces sufre de pesca excesiva. A ello se suma que el cambio climático y la contaminación ejercen mayor presión sobre el océano y repercuten en la pérdida de poblaciones de las diferentes especies.

El tercer Libro Blanco que dará a conocer la Conferencia de la Década del Océano que tendrá lugar en abril en Barcelona pone sobre la mesa cómo responder al reto de alimentar de forma sostenible a la población global, garantizando un acceso igualitario a los recursos. Para ello, hay que asegurar el equilibrio medioambiental marino, lo que implica, tal y como indican los cerca de 50 expertos que han trabajado en el borrador del documento, una actuación transversal que implique a todos los agentes que actúan e inciden en la salud del océano, entre los que se encuentran la industria pesquera, la distribución, los consumidores, los responsables de políticas y los científicos.

Alimentos con menor impacto

De entre todos los actores, los productores a pequeña escala representan un grupo de usuarios crítico y están entre los más vulnerables, destaca el documento, que señala la relevancia de ponerlos en el foco. Los expertos miran hacia el mar no solo con una mirada preocupada, sino también como fuente de oportunidad, ya que puede dar lugar a la generación de nuevos alimentos que crecen en el mar, como las algas, una rica fuente de proteína libre de carbono.

Un aspecto fundamental es actuar en base a los datos que expone la ciencia, lo que implica recopilar todos los datos disponibles, y a partir de la información, llevar a cabo nueva investigación, desarrollar innovación y nueva tecnología, según Erik Olsen, coordinador del grupo de expertos que trabaja en el documento y responsable del grupo de investigación para el desarrollo sostenible del Instituto de Investigación Marina de Noruega. En este sentido, el documento incide en que hay que tener en cuenta el valor nutricional, de salud y los impactos ambientales de los alimentos acuáticos en comparación con otros alimentos.

Transformación y nueva gestión

El mar se observa como clave hasta el punto que la Década de los Océanos y las soluciones que plantea quieren ser el impulso para la transformación y nueva gestión de los océanos que implique a la industria, las finanzas y la sociedad en general, indica el borrador del Libro Blanco que verá la luz en abril.

Desde hace más de un año, más de 150 expertos trabajan en la elaboración de una estrategia para preservar el océano que se plasmará en los 10 libros blancos que quieren responder a los principales retos, que se interrelacionan entre ellos: la contaminación marina; la protección del ecosistema; el cambio climático; la economía oceánica sostenible; los alimentos azules sostenibles; la construcción de comunidades resilientes; observaciones, datos y Sistemas de Pronóstico y Alerta Temprana ante desastres; desarrollo de capacidades, alfabetización oceánica y conocimiento indígena y local; y patrimonio cultural.

Quizás te interese

El certamen de Fira de Barcelona coincide con la celebración de las regatas y deberá cambiar de formato, ya que no tendrá espacio para la tradicional exposición de barcos

El Salón Náutico de Barcelona cierra con una afluencia de 50.000 visitantes

El Salón Náutico, obligado a reinventarse por la celebración de la Copa América de vela

por Cristina Buesa

El Salón Náutico de Barcelona de este año deberá encogerse, reubicarse y reinventarse. La 62 edición de uno de los certámenes históricos de Fira de Barcelona coincide en esta ocasión con el enorme despliegue de la Copa América de vela, que se celebra entre agosto y octubre en la capital catalana y copa el Port Vell.

El diseño y el emplazamiento de las nuevas actividades que organice el Náutico todavía están por definir, han explicado este viernes en un comunicado, aunque la voluntad de sus organizadores es «aprovechar» el entorno del evento internacional «para mostrar los avances del sector en campos clave como la sostenibilidad y la tecnología, así como para generar oportunidades de promoción y networking», han añadido.

Formato divulgativo

De hecho, en la celebración del anterior salón, en octubre pasado, ya se fijaron en la Copa América organizando un sinfín de actividades vinculadas al acontecimiento deportivo, también conocido como la Fórmula 1 del mar, a las que también se sumó el Port de Barcelona.

La exposición de barcos y yates de todas las dimensiones estará, pues, condicionada por la competición, ya que no solo están las bases de los seis equipos que compiten sino también los que los visitantes que se instalarán en Barcelona para seguir la lucha por la jarra de las cien guineas. Por eso, se apostará por un «formato divulgativo adaptado especialmente para la ocasión», han adelantado.

Futuro del sector

El Salón Náutico «se alejará de su formato comercial habitual», algo que ya adelantó el presidente del certamen, Luis Conde. La «edición especial» servirá para que las empresas del sector den a conocer las últimas novedades, que anticipan las tendencias de la náutica, así como «una muestra del avance de los sectores estratégicos que marcarán el futuro del sector y la visualización de la Copa América como competición clave para la evolución y transferencia de innovación en la industria», han asegurado.

Habrá «una selección especializada de marcas y profesionales» que están liderando la aplicación del diseño, la tecnología y los materiales hacia una náutica más innovadora, eficiente y respetuosa con el medio ambiente para difundir los últimos avances en sistemas de propulsión limpia, embarcaciones sostenibles o hidroalas (‘foils’), entre otros.

La presentación del nuevo Plan Estratégico 2025-2027, con los objetivos y un nuevo modelo organizativo de evento, será otra de las citas del Salón Náutico 2024.

Quizás te interese

Las ‘start-ups’ de economía azul del BlueTech Port presentan sus innovaciones en 4YFN

Catalunya quiere abrir a la náutica la electrificación de la automoción

La protección del mar inspira la creación de nuevas empresas

por Glòria Ayuso

El aumento de la concienciación sobre la necesidad de recuperar la biodiversidad y proteger el océano de los vertidos y la sobreexplotación está motivando la creación de ‘start-ups’ que tratan sobre su protección desde muy distintos ámbitos. Así se ha puesto en evidencia durante la presentación en 4YFN de algunas de las iniciativas emprendedoras asentadas en el BlueTech Port, el espacio de innovación que impulsa el Port de Barcelona y ubicado en el Muelle 01 de Tech Barcelona.

La recogida de datos del mar y el cuidado del medio ambiente se complementan en la iniciativa que impulsa SeaBoats. Esta empresa ha desarrollado un robot autónomo de apenas un metro de longitud capaz de medir la calidad del agua, inspeccionar infraestructuras y crear mapas. Los robots, además están adaptados para recoger basura marina, abordando la creciente amenaza de los microplásticos en los océanos. Asimismo, a través de un proyecto financiado por la Unión Europea y con la colaboración del CSIC, la empresa investiga cómo actúa el carbono azul en el mar, es decir, el CO que se acumula en la posidonia, evaluando la importancia de su preservación. «Hemos entregado ya 40 robots y desarrollado unas 200 misiones en unos 20 países, incluyendo Europa, Latinoamérica, China y EEUU», explica el fundador, Pau Guasch.

Experiencia tangible

Mantener una cultura sostenible en la empresa aporta bienestar, creatividad, reputación y satisfacción. Bajo esta premisa, la ‘start-up’ Belong to Sea invita a las empresas a reforzar entre sus trabajadores el vínculo de pertenencia a través del impulso de su compromiso con el medio ambiente. Mediante una plataforma, propone actividades online y offline para potenciar la motivación y la conexión mientras se minimiza el impacto ambiental. La parte presencial brinda «una experiencia tangible y cercana» con la participación de los trabajadores en el proyecto europeo ResBios dedicado a la reforestación de gorgonias, de forma que se experimenta en primera persona el impacto que produce la actividad humana en el ecosistema marino y sus efectos en el equilibrio del planeta. Las fundadoras de Belong to Sea, Cristina Arenas y Mireia Coll, han explicado que una cincuentena de empresas, la mayoría de gran tamaño, ya aplican su propuesta.

Acercar también el mar a los ciudadanos de una forma lúdica para obtener una mirada con mayor conocimiento y concienciación es la propuesta de Envjoy Nature. Dirigida a los museos y espacios de interés turístico, permite al visitante visualizar a través de su propio móvil vistosas figuras que muestran más información sobre el lugar en el que se encuentra, como por ejemplo, los animales que se esconden en el fondo marino. Uno de los proyectos que la ‘start-up’ tiene en marcha es la digitalización de visitas a las inmediaciones del Port de Barcelona y a la futura Llotja de Barcelona. «Nuestra intención es que los agentes turísticos lo adquieran para que su uso sea de libre acceso para todos los visitantes», explica su impulsor, Francesco Pititto.

Ofrecer transparencia

La ‘start-up’ Janah Cycle parte de la terrible sensación que Sebastian Stockzelius experimentó en la India al ver la basura que se amontonaba por doquier y sin ningún reparo. Once millones de toneladas de plástico se vierten cada año en el océano, un problema que lejos de remitir, aumenta debido a que «40 billones de personas no tendrán acceso a la recogida de residuos en 2040», según indica la empresa. «Imagina ingerir una tarjeta de crédito y que quede en tu estómago», explica Stockzelius para hacer entender de la situación que viven los peces y aves marinos. Presentándose como una iniciativa contra el lavado verde, impulsa acciones para la eliminación del plástico en el sur global, empezando por la India, y asegura transparencia a las empresas que deseen colaborar a través de créditos de carbono mediante la implantación de tecnología para el seguimiento, la gestión de datos y la generación de informes.

Una aplicación que facilita el acceso de las embarcaciones al amarre y otra que agiliza la emisión de certificados electrónicos a tiempo real para los usuarios en las operaciones portuarias sin necesidad de colas son otras dos propuestas de Metarina y Nvozyme que se han presentado en el espacio de BlueTech Port en 4YFN.

Quizás te interese

La ciudad construirá un nodo formativo y tecnológico de 20.000 m vinculado a la investigación y el empleo relacionados con el mar

Barcelona proyecta un Parque de Tecnología Marítima de 20.000 m2 en la Nova Bocana

Esta es la imagen del futuro Parque de Tecnología Marítima

por Glòria Ayuso

El futuro Parque de Tecnología Marítima de Barcelona (PTMB) se configura como un nodo formativo y tecnológico de 20.000 m vinculado a la investigación y el empleo relacionados con el mar, que ocupará los terrenos frente al hotel Vela y anexos al solar donde debía elevarse el Hermitage, proyecto finalmente descartado.

El Ayuntamiento de Barcelona tiene como objetivo concretar, dentro del presente año, la financiación requerida para el desarrollo de este complejo, en un proyecto en el que participan la Generalitat, la Universidad Politècnica de Catalunya, el Port de Barcelona, la Fundació Barcelona Capital Nàutica y el Estado.

Proyectos conjuntos

El PTMB será un campus, tal y como avanzó El Periódico, que integrará formación superior, investigación y desarrollo, y emprendimiento, con el fin de fomentar la colaboración y generar proyectos conjuntos. Un edificio singular de 12.000 m albergará dependencias de la Facultat de Nàutica de la UPC, como el espacio formativo dedicado a los másteres, así como los laboratorios y su simulador. Además, incluirá áreas destinadas a la incubación y promoción del emprendimiento, la innovación y la generación de empleo en sectores vinculados con el océano.

Según el proyecto, se trata de «instalaciones tecnológicas y formativas singulares y únicas en el Mediterráneo y muy poco comunes en Europa» con el fin de responder a «una fuerte demanda internacional de servicio para contribuir a la aportación de soluciones a los retos del cambio global». En centro se erige como uno de los elementos clave en la estrategia para posicionar a la ciudad como un líder global en el ámbito de la economía azul.

Quizás te interese