En busca de empresas y profesionales para cuantificar el valor del ecosistema marino
La recogida de datos del mar, clave para prever adversidades
La economía azul busca reforzar vínculos entre sectores y darse a conocer
por Glòria Ayuso
Más de 180 personas entre investigadores, empresas y representantes del sector público se han dado cita hasta este viernes en la tercera edición del Maritime Hub de Barcelona, impulsado por BlueNetCat y la conselleria d’Acció Climàtica de la Generalitat. Uno de los principales temas en los que se ha centrado el congreso es la importancia de cuantificar el valor que aporta el ecosistema marino, desde la flora y fauna hasta la parte geológica, desde una perspectiva económica, medioambiental y social. No existen estándares establecidos, que son necesarios para la mejora de la gobernanza de los recursos, ha destacado el responsable de Desarrollo de Negocio de BlueNetCat, Pablo Bou.
Debemos ponderar el efecto que tenemos sobre el medio, ha incidido Bou. De esta forma, durante las sesiones, se ha tratado sobre la necesidad de encontrar la forma objetiva de valorar las acciones que cualquier agente puede efectuar sobre el medio y sus repercusiones, sean positivas o negativas. Establecer un sistema de cuantificación, del que se oirá hablar cada vez más, movilizará a muchos profesionales y empresas. Necesitamos a empresas y perfiles tecnológicos, economistas, ecólogos, y otros muchos, en un trabajo muy multidisciplinar, ha explicado el responsable de BlueNetCat, para quien este trabajo representa un reto en términos de seguimiento continuo y medición del valor real de estos recursos.
Volumen de negocio disparado
Precisamente, el Blue Economy Report 2023 publicado por la Unión Europea revela que se ha experimentado un gran crecimiento en la actividad en la mayoría de sectores relacionados con la economía azul entre 2010 y 2020, especialmente en lo que respecta a la energía eólica marina, donde el volumen de negocio se ha disparado en más de un 1.500%. En otros sectores, como el de la actividad portuaria, la construcción naval y en recursos vivos marinos, los incrementos van del 20% al 25%.
Frente a estos sectores, que se consideran ya asentados y que suman un volumen de negocio de 523.000 millones de euros en Europa, aparecen nuevos nichos emergentes. Estos son la energía eólica en el mar, la desalinización y la biotecnología, estas tres con especial incidencia en Catalunya, a las que se suman además, a escala global, la energía oceánica, la defensa y seguridad marítima, las infraestructuras marítimas, los minerales marinos y la educación e investigación.
Reconstrucción de ecosistemas
El congreso ha tratado también sobre la reconstrucción de ecosistemas dañados mediante soluciones basadas en la naturaleza, promoviendo la colocación de arrecifes artificiales y la renaturalización de entornos afectados por la actividad humana. Tenemos que ayudar al medio, que tiene además una gran capacidad para regenerarse, ha subrayado Bou. Por otro lado, las estrategias de gobernanza han sido discutidas a partir de la complejidad de los usos transversales de los espacios marítimos, abordando aspectos vinculados a la pesca, turismo y energía. Este desafío requiere acuerdos territoriales en contextos donde las problemáticas de cada región son similares pero con distintos grados de importancia según la incidencia de cada uno de los sectores.
El evento se ha perfilado como un foro de innovación de la economía azul, facilitando el encuentro entre empresas, universidades y entidades interesadas en el desarrollo de proyectos vinculados al ámbito marítimo. En este sentido, Bou ha remarcado el papel de BlueNetCat, que suma 67 grupos de investigación en todos los sectores vinculados a la economía azul: nuestro papel es detectar experticia entre nuestros investigadores y oportunidades a escala pública y privada para que estos conocimientos tengan una aplicación.