Marea turquesa en Barcelona: el espíritu del voluntariado de los Juegos Olímpicos del 92 revive con la Copa América
Barcelona bate el récord de voluntarios de la competición en sus 173 años de historia, con 2.100 personas que apoyarán a la organización para que el evento sea un éxito
Los voluntarios de la Copa América de vela, a punto para el inicio de la competición
por Glòria Ayuso
A los equipos que compiten en la Copa América de vela se suma otro más, formado por nada menos que 2.100 personas. Es el Team B donde la ‘B’ rinde homenaje a Barcelona que reúne a todos los voluntarios que colaboran de forma desinteresada para que el evento sea todo un éxito. Se les identificará fácilmente por sus camisetas color verde turquesa. El equipo de personas voluntarias de la Copa América de vela de Barcelona será el más numeroso hasta la fecha en 173 años de competición, cuadriplicando el número habitual.
Criterio de selección
El perfil de los voluntarios también es muy distinto al de anteriores ediciones, cuando se movilizaban únicamente los seguidores de los equipos participantes. En esta ocasión, la mayoría es ajena a la competición. No conocerla no ha sido una barrera: Cuando abrimos inscripciones, en seguida vimos que iría bien, explica el responsable del programa de voluntariado de America’s Cup Event (ACE), Xavi Prat. En 48 horas se sobrepasó el número de plazas, y al cierre, se recibieron hasta 7.000.
La asistencia a las formaciones ha sido el principal criterio de selección, indica Prat. Del total, el 80% son voluntarios locales y el 20% corresponden principalmente a países participantes. La competición dura dos meses, de forma que los voluntarios, que realizan turnos de mañana o tarde, se relevarán cada diez días. En el centro de coordinación de voluntariado en el World Trade Center cuentan con cantina y taquillas para cambiarse y dejar sus cosas. En la entrada destacan todos sus nombres en la pared, como muestra de agradecimiento.
Estudiantes y jubilados
Entre los locales, destacan dos perfiles: los estudiantes, muchos de ellos relacionados con el sector de la comunicación y también con el ámbito deportivo; y un amplio colectivo de personas que, pese a ya haberse jubilado, es muy activo. Son los más numerosos. Se trata de personas muy vinculadas con la ciudad, y que no se pierden ni una. Participar les aporta una gran gratificación, detalla el coordinador. Asimismo, están los amantes de la vela procedentes de todo el territorio catalán.
El objetivo de convertir la de Barcelona en la Copa América más popular de la historia ha requerido un gran despliegue de voluntarios en los grandes espacios que se han abierto al público, en especial a lo largo del Race Village del Moll de la Fusta y el las zonas habilitadas con pantallas gigantes en Bogatell y la plaça del Mar.
Considerados punto de conexión entre el evento y la ciudadanía, las personas voluntarias transmiten su sentir y la ilusión entre sus amigos, familiares de esta forma, también lo estamos dando a conocer, remarca Prat.
El espíritu de los Juegos Olímpicos
El responsable de programa de voluntariado en la Copa América de vela cuenta que su madre fue formadora de voluntarios en los Juegos Olímpicos. Ahora es él quien lidera un proyecto que ha movilizado a más de dos millares de personas.
Guillem Casas, estudiante de ingeniería industrial, estará recibiendo invitados en la zona de hospitalidad de la organización. Mi padre fue voluntario en los juegos de Barcelona, y me animó a apuntarme, me dijo que me gustaría, explica animado por poder vivir la experiencia.
En la Fanzone de Bogatell estará Núria Salas, técnica de proyectos urbanísticos de 57 años. Habla inglés, francés, portugués e italiano, por lo que su puesto será informar a los visitantes de fuera del país. Practicante de vela desde los siete años, fue voluntaria en Barcelona 92 y ha acudido también a París este año, donde ha ocupado un puesto de apoyo en hockey y waterpolo. Gasto días de vacaciones, sonríe. Barcelona, la vela y el mar son mi pasión, participar en la Copa América es para mi una gran experiencia vital, no duda en decir.
Lina Saavedra, de l’Ametlla del Vllès, también se muestra ilusionada con su posición en el Race Village para informar a los visitantes y apoyar a la organización. Desde que se apuntó como voluntaria, ha participado en los diversos encuentros de formación.
De Liverpool a Barcelona
Dalsy McDonnell, de 29 años, ha acudido a Barcelona como voluntaria desde Liverpool. Navega desde pequeña y trabaja en una empresa relacionada con el sector náutico en su ciudad. Vi un anuncio en LinkedIn en el que pedían voluntarios, explica. Su motivación es «conocer a los equipos, a la gente, y ser parte de este evento, indica la joven. Visitante asidua de la ciudad, considera Barcelona «una localización ideal» para celebrar la Copa América de vela.