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El Ocean Decade Collaborative Centre prevé crear un repositorio mundial de proyectos para el desarrollo económico de los océanos y unFondo de Inversión de Impacto

Collboni anuncia la creación de un grupo de trabajo que elaborará un plan estratégico para proteger el 30% del litoral barcelonés antes de 2030

Barcelona presenta candidatura para albergar un centro mundial dedicado a la economía azul

La Unesco elige Barcelona como sede del centro mundial para impulsar la economía azul

por Glòria Ayuso

Barcelona será la sede del único centro en el mundo colaborador de la Década del Océano de la Unesco para impulsar la economía azul. Coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente, el alcalde de la ciudad, Jaume Collboni, ha anunciado que la Unesco la ha elegido «para situarla en el epicentro de la economía oceánica sostenible». El propio alcalde presentó la candidatura hace un año durante la celebración de la Conferencia del Decenio de los Océanos de la Unesco en la ciudad.

El llamado Ocean Decade Collaborative Centre (DCC) se articula como think tank vinculado a la economía azul, con el objetivo de crear redes público-privadas a nivel internacional para aportar conocimiento a la economía azul. El centro prevé constituir el mayor repositorio mundial de proyectos privados y públicos escalables y aplicables al desarrollo económico de los océanos. También contempla consolidar un Fondo de Inversión de Impacto en Economía Azul con sede en Barcelona.

Iniciativa conjunta

El centro también cogerá la batuta en el impulso de eventos internacionales sobre economía azul que se celebran en la ciudad, como el Tomorrow Blue Economy.

El Ayuntamiento lidera el proyecto del DCC en colaboración con el Port de Barcelona y la Generalitat, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas a través del Institut de Ciències del Mar, y BlueNetCat (que integra a más de 800 científicos de universidades y centros de investigación catalanes). La Fundación Barcelona Capital Nàutica, que integra a todas las instituciones, es la encargada de la gestión del centro, que desde este jueves ya se ubica en sus propias instalaciones.

Hub global

«Será un centro global con impacto local», ha afirmado el alcalde. Collboni ha anunciado asimismo la creación de un grupo de trabajo que elaborará un plan estratégico para conseguir el objetivo de proteger el 30% del litoral barcelonés antes de 2030. Por el momento, en el Dic de Recer del Port Olímpic ya se está actuando en la regeneración del fondo marino mediante la instalación de estructuras que fomentan la proliferación de especies.

La Unesco ha valorado en su elección el amplio ecosistema en torno a la economía azul que se ha erigido en la ciudad. Jugará un rol fundamental en el apoyo a los stackeholders que están trabajando en todo el mundo en aspectos como la polución, el clima o la gestión de los ecosistemas. Llenamos un hueco, muchos países de todo el mundo podrán venir para adquirir conocimiento y aplicarlo allí donde trabajan, ha afirmado el responsable de políticas marinas de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental, Julian Barbière.

La de Barcelona es una propuesta extraordinaria y ganadora, ha afirmado el secretario de Estado de Ciencia, Innovación y Universidades, Juan Cruz Cigudosa, que ha señalado que si el océano, clave para combatir el cambio climático, fuera un país sería la quinta economía del mundo.

El presidente del Port de Barcelona, Alberto Carbonell, ha indicado que la iniciativa se traducirá en acciones concretas contra la contaminación marina y una economía del océano sostenible. Se ha referido así a la iniciativa ya en marcha en el puerto de regeneración de la biodiversidad de sus aguas, así como al impulso a la innovación y creación de empresas del BlueTech Port y Barcelona Port Innovation.

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El Consejo de Expertos de EL PERIÓDICO detecta la necesidad de una agenda pública fuerte que agilice regulaciones y promueva espacios de innovación

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Llamada a una acción conjunta en el Mediterráneo para que España lidere la economía azul

por Glòria Ayuso

El Mediterráneo español reúne las condiciones necesarias para liderar la economía azul en Europa. Pero para lograrlo es preciso una acción coordinada, movida por una visión compartida y una apuesta por la innovación. Estas reflexiones forman parte del balance del último año de trabajo del Consejo de Expertos de la economía azul de EL PERIÓDICO, que ha avanzado sus conclusiones en un acto abierto celebrado el martes en el Palau Macaya de Barcelona, antes de elevarlas al Foro Económico y Social del Mediterráneo, que se celebrará los días 17 y 18 de junio en Málaga.

El consejo ha detectado que es necesaria una agenda pública fuerte que, alineada con los fondos europeos, agilice regulaciones y promueva espacios de innovación. También una narrativa clara y potente que conecte a ciudadanía, empresas e instituciones, y que ponga en evidencia el impacto real de la economía azul en la vida cotidiana, como generadora de prosperidad económica y como respuesta a la emergencia climática. Con ello, señala el consejo, se facilitará su reconocimiento como una industria tecnológica emergente, rentable y escalable.

Proyectos conjuntos

Los expertos indican que la inversión ya se está centrando en la economía azul, si bien remarcan que es preciso reforzar los fondos existentes, atraer capital riesgo y diseñar instrumentos financieros adecuados. La economía azul está avanzando hacia el mainstream de la sociedad, es lo que hemos podido constatar en los dos años que llevamos trabajando, señaló en el inicio en la jornada Albert Sáez, director de EL PERIÓDICO, que se ha posicionado como medio de referencia en la información sobre economía azul. Para seguir adelante, la colaboración entre las comunidades mediterráneas (Catalunya, Valencia, Baleares, Murcia, Andalucía) debe traducirse en una visión cohesionada del Mediterráneo, que impulse proyectos conjuntos y estrategias compartidas, según las conclusiones del consejo.

Barreras de entrada

Tras estas conclusiones dadas a conocer por la periodista Cristina Buesa, los miembros del consejo Pablo Bou (BlueNetCat), Aurora Catà (Banco Sabadell, Repsol, CIDOB), Ignasi Ferrer (Ocean Ecostructures) y Carlos Esteban (fondo de inversión Faber Blue Pioneers), han dado a conocer en una primera mesa redonda las principales barreras que frenan el desarrollo de la economía azul: y es que requiere de tecnologías con un alto requerimiento de capital, que implican riesgos técnicos y con una compleja carga regulatoria. Para el despegue de nueva tecnología están siendo fundamentales fondos como BlueInvest, B-Blue, Ports 4.0 o Faber Blue Pioneers. El capital riesgo se considera clave, especialmente en fases iniciales. La banca, por su parte, empieza a financiar proyectos azules en mejores condiciones, según se destacó, pero el capital aún exige iniciativas más maduras y visibles, con empresas tractoras.

Foco de la inversión

Por ahora, la energía marina y eólica offshore, especialmente combinada con hidrógeno verde, es el ámbito que atrae mayor inversión a gran escala. Le siguen la propulsión y los combustibles sostenibles en el transporte marítimo, la producción sostenible de alimentos marinos, como el cultivo de algas como proteína alternativa. «Ante la limitación de la tierra, podemos cultivar en el mar», se explicó. También la observación del océano, la robótica marina y la biotecnología azul están emergiendo, si bien requieren altos costes iniciales, permisos y pruebas en entornos hostiles.

El desarrollo del sector depende además de nuevo talento que mezcle el conocimiento científico, técnico y de negocio, así como responder al relevo generacional de forma urgente. Instituciones y organizaciones trabajan para alinear la formación y la creación de nuevas empresas con las necesidades del sector, como han mostrado en la segunda mesa redonda del encuentro Anna Majó (Barcelona Activa), Emma Cobos (Port de Barcelona), Olga Cerezo (Port Olímpic) y Laureà Fanega (Fundació Barcelona Capital Nàutica). Con todo ello, la economía azul ya da sus frutos: en cinco años ha pasado del 4,3% al 5% del PIB en Barcelona.

Visión generosa y valiente

La inversión de 143 millones en la ciudad de Barcelona en tres nuevos espacios para acoger formación de nuevo talento, innovación, startups, pruebas tecnológicas, incubadoras y lugares de testeo muestran una apuesta de futuro para la que es fundamental, según se ha manifestado, mantener una «visión compartida, generosa y valiente, trabajando en red con otros agentes públicos y privados». Una muestra es la reciente asociación entre la UPC, el Port de Barcelona, Veolia y Esade, junto con una cincuentena de entidades y empresas europeas, destinada a impulsar la competitividad del sector del agua en Europa para que lleguen al mercado nuevas soluciones frente a las sequías, inundaciones, la descarbonización y la sostenibilidad del medio.

La jornada ha servido además para conocer iniciativas como la IEMA, asociación respaldada por la industria que aboga por políticas para permitir la transición del sector marítimo hacia cero emisiones; así como las startups Poseidona, que produce ingredientes alternativos a la proteína a partir de algas; y la biotecnológica Blue Ocean Nutrition.

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La segunda jornada del nuevo Port Olímpic Living Lab abordará cómo transformar los espacios portuarios en motores de regeneración ambiental y desarrollo sostenible

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El Port Olímpic pone a debate el nuevo modelo de puerto urbano

por Glòria Ayuso

Cuál debe ser el nuevo modelo de puerto deportivo urbano se pondrá a debate este próximo jueves 29 en la segunda sesión del Port Olímpic Living Lab, un nuevo espacio creado para fomentar el diálogo entre profesionales del sector de la economía azul y abierto también a los ciudadanos. La jornada abordará cómo transformar los puertos en motores de regeneración ambiental y desarrollo sostenible.

La regeneración de los puertos pasa por mejorar la biodiversidad marina, reducir el impacto de las infraestructuras y garantizar una relación más equilibrada entre la actividad humana y el entorno natural. En este sentido, la sesión abrirá el debate sobre un nuevo modelo de puerto regenerativo, basado en el triple impacto ambiental, económico y social. El objetivo, según el Port Olímpic Living Lab, es «fomentar una economía azul más innovadora y sostenible, que conecte la ciudad con el mar, y convierta los puertos deportivos en ecosistemas vivos de colaboración, innovación y desarrollo territorial».

Laboratorio vivo

El encuentro forma parte del ciclo impulsado por el Port Olímpic Living Lab, una iniciativa que se celebra el último jueves laborable de cada mes en el Espai Mestral del Port Olímpic. Cada sesión reúne a profesionales, investigadores, emprendedores, administraciones y empresas para compartir conocimientos y crear sinergias en torno a los retos y oportunidades de la economía azul. Como un «laboratorio vivo de co-creación», el objetivo es «ir mucho más allá», en palabras de la directora general del Port Olímpic, Olga Cerezo, y construir sinergias para dinamizar y transformar este espacio en un «lugar de referencia de la economía azul».

El Living Lab está organizado por A Bordo.Pro, una empresa dirigida a fomentar la innovación y transformación en empresas, instituciones y personas emprendedoras, como explica su responsable, Pat González. A Bordo.Pro impulsa programas de innovación abierta y formación en entornos reales, a través de proyectos como #ABordoLab, que promueve la sostenibilidad, la digitalización y la colaboración en los puertos de Catalunya. Asimismo, está desarrollando una plataforma tecnológica para conectar puertos y compartir recursos e innovación.

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por Glòria Ayuso

Unas 4,8 millones de personas trabajan en la economía azul en la Unión Europea y España es el país que contribuye con mayor número de personas, concretamente el 20% del total. Así lo indica el Informe sobre la Economía Azul de la UE 2025 que la Comisión Europea ha publicado este jueves.

El documento revela que la economía azul volvió a crecer después de un parón durante la crisis de la Covid-19. En 2022, generó cerca de 890.000 millones de euros en facturación y aportó 250.700 millones de euros al valor añadido bruto (VAB) de la UE. Las estimaciones indican que los sectores de la economía azul continuaron creciendo en 2023, contribuyendo con 263.000 millones de euros al VAB y dando empleo a 4,88 millones de personas, un 1,24% más que el año anterior.

Sectores al frente

Sectores como el transporte marítimo y la energía renovable registraron importantes aumentos tanto en valor añadido como en empleo. El informe considera asimismo el turismo costero como parte de la economía azul. Precisamente, se trata del mayor segmento, ya que generó el 33% del VAB en la economía azul y representó el 53% del empleo total durante 2022. Por su parte, sectores emergentes como la energía marina, la biotecnología azul y la desalinización generaron nuevas oportunidades de negocio e impulsaron el crecimiento económico. El sector de la energía eólica marina fue uno de los de más rápido crecimiento en la economía de la UE, con un incremento del 42% respecto a 2021. Este crecimiento impulsó los beneficios del sector, que alcanzaron los 4.100 millones de euros. La biotecnología azul generó 327 millones de euros, un incremento del 19% respecto a 2021, y empleó directamente a unas 2.400 personas, lo que representa un 13% más que el año anterior.

Dentro de la UE-27, los cuatro Estados miembros más grandes (Alemania, Francia, Italia y España) fueron también los principales contribuyentes al rendimiento socioeconómico de la Economía Azul de la Unión. En conjunto, representaron el 60% del valor añadido bruto (VAB) de toda la Economía Azul de la UE y el 52% del empleo en este sector.

Actividades en transición

La edición 2025 del informe dedica especial atención a la transición energética del transporte marítimo de la UE y de la flota pesquera, así como al potencial de las soluciones basadas en la naturaleza para hacer frente a los impactos del cambio climático en las zonas costeras de la UE. «Estas soluciones naturales ofrecen oportunidades para reforzar la protección costera y reducir los riesgos de inundaciones y erosión», según detalla la Comisión Europea, que estima que sus beneficios superan sus costes en una proporción superior a 3,5 veces.

El informe integra dentro de la economía azul todas las actividades económicas basadas en el océano, los mares y las zonas costeras, o relacionadas con ellos. Esto incluye la pesca, la acuicultura, el turismo costero, el transporte marítimo, los puertos y las energías renovables. La Comisión se propone alinear todas las actividades con los objetivos del Pacto Verde Europeo, fomentando la investigación, las competencias, la innovación y la cooperación entre países y actores marítimos. En este marco está desarrollando el Pacto Europeo por los Océanos, que prevé tener lista en junio, para agrupar bajo una misma visión las diversas iniciativas marítimas de la UE, abordando aspectos clave como la gestión del espacio marítimo, la pesca y la competitividad económica.

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por Glòria Ayuso

Diseñar y construir un minivelero por radiocontrol, sin tener experiencia previa, y competir. Este ha sido el reto al que se han enfrentado durante tres intensos meses estudiantes de ingeniería que este sábado tendrán la oportunidad de poner a prueba sus embarcaciones en aguas del Port Vell de Barcelona. En este lugar se celebrará la final de la segunda edición de la regata universitaria RC Sailing Barcelona, una iniciativa impulsada por la Fundació Barcelona Capital Nàutica (FBCN) que busca acercar la náutica a las nuevas generaciones de ingenieros e ingenieras.

Nueve equipos procedentes de universidades catalanas, de Madrid y, como novedad, también de Escocia, competirán con veleros teledirigidos que ellos mismos han ideado y construido desde cero. Con esta iniciativa, se propone que los estudiantes vivan el proceso completo: del concepto a la navegación, en una experiencia muy próxima a la ingeniería que rodea las grandes regatas. Durante el tiempo de preparación, los equipos han recibido formación por parte de expertos del sector náutico, que su universidad convalida mediante 3 créditos ECTS.

Técnica y creatividad

Como ya se vio en la primera edición, la competición demanda técnica, estrategia, trabajo en equipo y también improvisación el día de la navegación, en la que los estudiantes se enfrentarán a unas condiciones de brisa y mar que aún desconocen. La cita está abierta al público, que podrá seguir las regatas desde la Rambla del Mar a partir de las 11.30 horas. Aunque los veleros, de cerca de un metro de eslora, deben seguir unos requisitos técnicos comunes, las propuestas que se verán el sábado en Barcelona serán variadas, dado que se permite a los estudiantes elegir el diseño que consideren más competitivo, desde los clásicos monocasco optimizados al máximo a estructuras más innovadoras como trimaranes.

Estudiantes de Glasgow

La edición de este año cuenta con la participación especial del equipo de la University of Strathclyde, de Glasgow, junto a universidades locales como la UPC, la UB, UVic-Elisava, Tecnocampus, la Politécnica de Madrid y el Institut de Nàutica de Barcelona, que juega en casa. Para muchos de los participantes, esta regata será su primer contacto real con el mar como espacio de innovación tecnológica.

La iniciativa no solo quiere poner a prueba las capacidades técnicas de los futuros ingenieros, sino también abrirles las puertas a un sector que necesita talento. Cada año solo se gradúan en España un 48% de los estudiantes correspondientes a las plazas ofertadas en Ingeniería Naval, según datos de la Asociación de Ingenieros Navales y Oceánicos (AINE).

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por Glòria Ayuso

El sector BlueTech o de la tecnología azul se encuentra en plena emergencia en el Mediterráneo y, además de canalizar nueva inversión, debe contar con mayor visibilidad. Para ello es necesario reforzar la cooperación entre las ciudades y las comunidades del arco mediterráneo español Catalunya, Comunidad Valenciana, Islas Baleares, Murcia y Andalucía, creando sinergias entre sus respectivos ecosistemas, y proyectar una visión conjunta ante Europa y a escala global.

Así lo ha indicado el Consejo de Expertos de Economía Azul, que se ha reunido este viernes en la sede de El Periódico. Los expertos de este foro insisten en que, para consolidar esta transición, es crucial asegurar los mecanismos de inversión, la colaboración público-privada y el reconocimiento internacional de la economía azul. El sector se encuentra en pleno desarrollo por su papel en dar respuesta a la descarbonización, la digitalización de industria marítima y de la cadena logística, la sostenibilidad alimentaria a través de nuevas fuentes de proteína, el impulso del deporte y el turismo sostenibles y la biotecnología y la salud.

El Mediterráneo, laboratorio vivo

El Mediterráneo, a pesar de ser un mar pequeño, concentra un 30% del tráfico marítimo mundial y del turismo náutico. Bajo esta presión, unida a la contaminación y los efectos del cambio climático, los expertos consideran que se convierte en el espacio idóneo para desarrollar, testar y escalar soluciones innovadoras en un contexto real.

Durante los encuentros del consejo de expertos de El Periódico se ha puesto de manifiesto cómo los fondos de inversión ya se están interesando por el sector BlueTech. La economía azul ha registrado un crecimiento sostenido y, en el caso de Barcelona, ha pasado del 4,3% al 5% del PIB en los últimos cinco años. La ciudad se posiciona como un nodo para atraer inversión, generar conocimiento y nueva actividad en torno al sector.

Convocatoria abierta

El trabajo y las conclusiones del Consejo de Expertos se darán a conocer en un acto abierto al público el 27 de mayo en el Palau Macaya de Barcelona. Los principales agentes del ecosistema – empresas, centros de investigación, inversores, universidades, administraciones públicas y plataformas de innovación- compartirán propuestas y casos de éxito para mostrar el momento de oportunidad que vive el sector.

Será la antesala del Foro Económico y Social del Mediterráneo, organizado por Prensa Ibérica y cuya segunda edición tendrá lugar en junio en Málaga. El encuentro servirá como plataforma clave para coordinar y visibilizar el papel del sector, tal y como ha explicado el director de Información Económica de Prensa Ibérica, Martí Saballs, para activar el ecosistema de inversión y colaboración en el Mediterráneo español.

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Lamentan que la escasez de merluza repercute en restricciones en el conjunto de las capturas y piden cambios en vista al nuevo reglamento que la CE debe aprobar en diciembre

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<div>Las comunidades del Mediterráneo reclaman en bloque una política pesquera «realista»</div>
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<p style=por Glòria Ayuso

Los directores generales de pesca de Catalunya, Comunidad Valenciana, Baleares, Región de Murcia y Andalucía han alzado la voz de forma conjunta este miércoles para reclamar una «gestión pesquera más adaptada a la realidad del Mediterráneo». Lo han hecho ante el enviado del comisario europeo de Pesca y Océanos, Costas Kadis, el español Antonio Basanta, a quien han trasladado sus preocupaciones sobre el futuro del sector.

La Comisión Europea debe aprobar en diciembre el reglamento anual de pesca para el Mediterráneo occidental indicando el número de días de pesca permitidos para las flotas de arrastre y las cuotas para ciertas especies, con la posibilidad de establecer vedas temporales y áreas de restricción.

Revisión de restricciones

Durante el encuentro, en el marco del salón Seafood, los representantes autonómicos han insistido en la necesidad de revisar las restricciones de días de pesca, que consideran injustificadas y perjudiciales. «No es lógico que una sola especie -en relación a la escasez de merluza en el Mediterráneo- condicione al resto. En Baleares, la captura ha aumentado un 25% y la norma va en contra de esta evolución positiva, ha subrayado el consejero de Pesca del gobierno balear, Antoni Grau.

Grau ha defendido que no es la Comisión Europea la responsable de las normas actuales, sino el Parlamento Europeo, que aprobó el reglamento del Mediterráneo occidental (Uesmed).

Desilusión creciente

El director general de la consejería en Murcia, Juan Pedro Vera, ha denunciado la «creciente desilusión» de los pescadores ante la amenaza de una mayor pérdida de días de faena, a pesar de que ya en 2024 con menos días, se pescó más.

Desde la Comunidad Valenciana, Miguel Francisco Castell, ha señalado que el sector no quiere ayudas, quiere trabajar del mar, mientras que el director general de Andalucía, José Manuel Martínez, ha advertido sobre la urgencia de proteger la figura del pescador y de recibir compensaciones por el 100% de la reducción de días de trabajo al sector en 2024.

Incertidumbre

«No sabemos qué pasará en diciembre. Aportaremos datos científicos que muestran la realidad de la pesca en el Mediterráneo para que la política pesquera se adapte a la realidad», ha afirmado el director general de Pesca en Catalunya, Antoni Espanya.

Las cinco comunidades autónomas ya remitieron en diciembre una misiva conjunta al comisario europeo de Pesca reclamando cambios en la reglamentación. Su enviado, Antonio Basanta, ha querido mostrar la cercanía del gabinete del comisario europeo y ha reconocido la necesidad de políticas positivas, al tiempo que ha considerado «fundamental» no comprometer la competitividad del sector. En este sentido, ha defendido que las normas de sostenibilidad deben aplicarse también a los productos importados.

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por Glòria Ayuso

Los pescadores catalanes, que alertan que los cambios en los hábitos alimentarios han llevado a un descenso del consumo de pescado local, han reivindicado hoy el valor social que aportan al territorio. El sector, formado por 31 de cofradías a lo largo de la costa catalana y que integra a pequeñas empresas y autónomos, tiene un impacto directo valorado en 126 millones de euros. No obstante, cada euro se multiplica por seis en las poblaciones costeras catalanas con cofradía, según un estudio de la Universitat Pompeu Fabra.

Toda la actividad en los municipios con menos de 15.000 habitantes, como el turismo y la restauración, se relaciona con la pesquera, ha indicado el patrón mayor de la Confraría de Pescadors de La Ràpita, Eusebio Rosales, que ha incidido en que no cuidar a los pescadores supone una pérdida de patrimonio local.

Antes trabajábamos mucho, subastábamos el pescado y nos íbamos a casa. Ahora nos vemos en la necesidad de dar a conocer nuestro mundo: en invierno, cuando nadie se interesa por el mar, lo cuidamos y damos vida a las poblaciones que solo se llenan en verano», ha declarado el presidente de la Federación Catalana de Cofradías, Antoni Abad. «En el mercado, los ciudadanos compran pescado y también una forma de vivir, ha añadido. Sin ayuda de la administración estamos muertos, se ha sumado el presidente del Gremio de los Pescadores, Alejandro Goñi.

Cambio de hábitos

En el salón Seafood de Fira de Barcelona, rodeados de neveras en las que la gran industria internacional exhibe grandes salmones y mariscos, las cofradías se han reunido en el estand de Catalunya para reivindicar la importancia que los consumidores opten por el producto de kilómetro cero.

Desde el año 2000, las embarcaciones locales se ha reducido un 62% hasta las 587 actuales. Un 26% de pescaderías han cerrado entre 2016 y 2022. El consumo en las familias ha caído de 27,2 a 18,5 kilos por persona al año. Unos cambios que se deben a que «existe la percepción de que el pescado es caro y difícil de preparar, y no es así, ha afirmado el director general de Pesca, Antoni Espanya.

Aumento de ingresos

Según los últimos datos, la venta en las lonjas ha caído de los 22 a las 17 toneladas frente a una mayor penetración del producto foráneo. No obstante, los ingresos r embarcación pesquera están aumentando, con especial incidencia en aquellas dedicadas a la pesca de la gamba roja.

Aunque ésta supone solo el 2% de las capturas, proporciona cerca del 15% de los ingresos, seguido de la sardina (11%) y la anchoa (7%), según un informe de IcatMar presentado hoy.

Este organismo, que recaba los datos sobre estoc pesquero para asesorar al gobierno catalán, indica que existe una evolución positiva de la presencia de pescado en la costa catalana, lo que ha llevado a que haya unas mejores capturas en el primer trimestre del año.

Decalaje en la gestión

Como hay mucha pesca, la flota de embarcaciones dedicada habitualmente a aguas profundas se ha desplazado a la pesca costera, desestabilizando la actividad, han afirmado desde IcatMar, desde donde se reclama que, frente a la limitación de días de trabajo y kilos de captura que impone la Comisión Europea al sector, los datos reales incidan en cambios en la gestión de forma más rápida.

Precisamente, el sector catalán ha vuelto a lamentar una política pesquera europea que pone coto a la pesca bajo parámetros que, aseguran, no tiene nada que ver con su situación. Aplican al Mediterráneo, donde hay flotas que pescan y vuelven a casa el mismo día, la misma política que en el Atlántico, y no tiene nada que ver, ha señalado el presidente de las cofradías de Barcelona, Toni Marzoa. Catalunya es referencia gastronómica internacional y no tiene sentido serlo si no aportamos pesca local, ha afirmado el conseller de Agricultura, Ramaderia i Pesca, Òscar Ordeig, recogiendo las reivindicaciones de los pescadores.

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por Glòria Ayuso

Las zonas de bajas emisiones van más allá de las carreteras: a partir de este jueves, el mar Mediterráneo ha sido oficialmente designado como Área de Control de Emisiones, con el objetivo de reducir la contaminación atmosférica en la mayor parte de su extensión.

El fueloil que utilizan los barcos contiene hasta 3.500 veces más azufre que el diésel de los vehículos. La quema de este combustible emite contaminantes a la atmósfera como los óxidos de azufre y de nitrógeno, y partículas finas (PM2.5) que tienen unos efectos nocivos sobre la salud. El Mediterráneo es una zona especialmente sensible: pese a ocupar solo el 7% de la superficie marina mundial, concentra casi el 30% del tráfico mundial de mercancías y el 17% de los cruceros. Una situación que va a más: la actividad ha experimentado un crecimiento de casi el 5% anual en la última década.

6.000 muertes al año

A petición de los estados, la Organización Marítima Internacional (OMI) ha creado las Áreas de Control de Emisiones (ECA, por sus siglas en inglés) para limitar la contaminación atmosférica de los barcos y sus efectos negativos. Su implementación en el Mediterráneo puede evitar unas 6.000 muertes prematuras al año, según un estudio de impacto ambiental encargado por el Gobierno francés.

Su cumplimiento debe ser inmediato. Los buques, durante su navegación, deben usar combustible con contenido de azufre igual o inferior a 0,10% o combustibles alternativos como el Gas Natural Licuado (GNL), el metanol o biofuel; o bien instalar sistemas de limpieza de gases de escape. Esta norma ya está en vigor desde 2015 en el Mar Báltico, el Mar del Norte, algunas zonas sensibles de EEUU y Canadá y el Mar Caribe. La OMI decidió en 2022 su aplicación en el Mediterráneo, en un acuerdo que ha incluido diversas enmiendas de países y operadores. Con ello, la calidad del aire debe mejorar con una reducción de emisiones de 8,5 millones de toneladas al año, según el estudio técnico del Centro regional de emergencia para la lucha contra la contaminación en el mar Mediterráneo (REMPEC). Fuera de las zonas ECA, el contenido máximo de azufre en el combustible puede alcanzar el 0,5%.

Anuncio de recargos

«Los puertos españoles están preparados para suministrar todos los distintos tipos de combustibles que necesitan los barcos en sus diferentes rutas de navegación, y por lo tanto también el combustible muy bajo en azufre», afirman fuentes de Puertos del Estado. Desde 2010, la Comisión Europea ya obliga a los buques a usar este combustible a una alternativa menos contaminante mientras están atracados en los puertos europeos.

Navieras como Maersk, MSC y ONE han anunciado que aplicarán recargos a sus tarifas a partir del mismo día de entrada en vigor de la ECA aduciendo unos mayores costes de explotación por la obligación de adquirir estos combustibles también para su navegación por el Mediterráneo. ONE especifica que variarán entre los 17 y 48 dólares por contenedor, dependiendo de la ruta.

Inspecciones a bordo

Las Capitanías Marítimas, dependientes del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, abrieron 11 expedientes sancionadores a las navieras en 2024 por no usar combustible bajo en azufre. Fue el resultado de más de 1.100 inspecciones en los puertos y en alta mar, en las que se observa si se expulsan humos negros, se verifica la documentación relacionada con el combustible y se toman muestras a bordo.

Resultados tangibles

Los óxidos de azufre han disminuido un 70% desde 2014 dentro de las zonas ECA ya en vigor, según el Informe Ambiental del Transporte Marítimo Europeo 2025. En los países del Mediterráneo, la reducción de las emisiones está supeditada a que cada Estado aplique esta decisión. Este camino debe continuar, empezando por las islas Canarias y las portuguesas», actualmente fuera de cualquier zona de control, afirma la responsable de transporte marítimo de Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES), Lola Berna. Por el momento, la OMI sí ha acordado este mes de abril establecer una nueva zona ECA en el Noreste Atlántico.

La posibilidad de seguir utilizando fueloil incluso con sistemas de depuración de gases de escape, es igualmente «perjudicial», según Berna, ya que limpian las emisiones de azufre para luego verterlas al océano, trasladando así el problema del aire al agua. Por ello, ve necesaria una «prohibición de la descarga de agua de lavado de los depuradores, como ya han hecho varios países como Dinamarca, Finlandia y Suecia.

Turismo náutico

Además del tráfico de mercancías y sus grandes buques, el Mediterráneo concentra más del 30% del turismo náutico global y recibe a más de 200 millones de turistas anuales, destaca la Asociación Nacional de Barcos Eléctricos (ANBE). Pese a que algunos puertos se están modernizando, la organización indica que el sector del turismo náutico en España, que incluye el alquiler de embarcaciones, excursiones marítimas y buceo y el transporte de pasaje turístico, no está adaptado a la descarbonización marina. «La mayoría de estas embarcaciones siguen funcionando con motores diésel antiguos, sin control de emisiones, y, para más inri, muchos gozan de bonificaciones fiscales al combustible fósil que hay que eliminar o como mínimo minimizar», señala.

Flotas sostenibles

La asociación indica que España tiene «la oportunidad de convertise en líder del turismo náutico sostenible en Europa, apostando por flotas de alquiler 100% eléctricas, híbridas o a hidrógeno», y pone como ejemplo Italia, donde ya está en marcha el plan de descarbonización con un corredor de hidrolineras de más de 25 marinas por la costa. Además de la modernización de los puertos, ANBE aboga por sustituir las subvenciones al diésel marino para uso turístico por incentivos reales para la conversión energética del sector.

Según datos de European Boating Industry, la demanda de embarcaciones eléctricas e híbridas ha crecido más de un 20% anual desde 2020. Solo en España, se estima que el parque de embarcaciones eléctricas e híbridas crezca un 65% en los próximos cinco años, según ANBE, impulsado por el auge del turismo responsable y el desarrollo de soluciones tecnológicas cada vez más eficientes y asequibles.

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por Glòria Ayuso

El impacto de la economía azul aumenta en Barcelona: un nuevo informe indica que la actividad relacionada con el mar ya supone el 5% del PIB de la ciudad, al aportar un volumen de negocio de casi 11.200 millones de euros.

La estrategia de la ciudad de diversificar su economía potenciando, entre otras cosas, su vertiente marítima, incluye realizar un seguimiento de toda la actividad. El primer informe del Observatorio de la Economía Azul, formado por el Ayuntamiento, El Port de Barcelona y la Cátedra de Economía Azul de la Universitat de Barcelona, considera que en la ciudad hay 1.600 empresas azules, buena parte concentradas en el litoral. El sector ocupa a unas 51.200 personas, incluyendo las que emplea el principal agente, el Port de Barcelona, concentando al 4,3% de la población ocupada en la capital catalana, una cifra muy superior al 1,4% registrado hace apenas cinco años.

Crecimiento del empleo

Las cifras están por encima de lo que se conocía hasta ahora, remarca el responsable del estudio y director de la Cátedra de Economía Azul, Miquel Canals, también Premi Nacional de Recerca 2024. Canals señala que solo se han considerado aquellas empresas cuya actividad marítima representa más del 50% de su dedicación.

Sin incluir los efectos de la Copa América de vela en el estudio, la economía azul fue en 2023 la tercera en ofrecer un mayor crecimiento del empleo entre los sectores considerados estratégicos en la ciudad, por detrás del deporte y el turismo. Entre 2019 y 2023, periodo del que se disponen los datos más recientes, se registró el mayor número de nuevas empresas en el sector desde la década de 1980, con la creación de 383 nuevas actividades económicas.

Actividades innovadoras

Seis de cada diez empresas se dedica al transporte y la logística marítima. El resto se corresponde a otras actividades portuarias, la bioeconomía marina, y la construcción y el mantenimiento naval. Frente a estos sectores consolidados, emergen actividades relacionadas con las tecnologías avanzadas, como la robótica subacuática, así como la explotación de los datos que ofrece el mar, muchos de los cuales se obtienen de satélites. También se encuentran en auge los servicios relacionados con las infraestructuras submarinas, destaca Canals. La seguridad de las infraestructuras y la energía son aspectos estratégicos para la Comisión Europea, al igual que la seguridad alimentaria y la sostenibilidad, lo que está abriendo nuevas oportunidades de negocio, afirma el experto. El observatorio destaca que se trata de actividades de alto valor añadido, con una productividad un 20% superior a la media de la ciudad.

También el turismo crece en relación directa con el mar. La ciudad cuenta con una cincuentena de centros relacionados con el ocio náutico.

Nuevo impulso

Pese a ello, el informe también revela que queda camino por recorrer: Barcelona se encuentra en la posición número 27 en el ranking de ciudades marítimas del mundo, si bien su capacidad de atraer talento y la apuesta por innovar puede hacerla seguir escalando posiciones. Clave es, destaca Canals, que cada año la ciudad forma a más de 7.000 personas en aspectos relacionados con la economía azul, una fuente de talento en aumento que el sector considera necesaria para dar salida a su crecimiento.

«No queremos ser una ciudad más en este ámbito, queremos liderar este sector. Y, si no deja de crecer, no es por casualidad», afirma el teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, atribuyéndolo a que Barcelona ha sido pionera en su estrategia municipal centrada en la economía azul. A esta estrategia «la ha seguido un fuerte impulso en este mandato con el nuevo Port Olímpic; el Blue Tech Port, el espacio para empresas liderado por el Port de Barcelona, y el futuro Parque de Tecnología Marítima, dedicado a la investigación y la incubación de empresas, entre otras iniciativas», enumera Valls, para quien «Barcelona quiere ser la capital del mar y de la economía azul, del Mediterráneo y de Europa, y una de las capitales de los mares del mundo».

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