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Una delegación de la autoridad portuaria y la Generalitat viajan a Canadá para impulsar proyectos conjuntos en los ámbitos de la innovación, la inteligencia artificial, la navegación, la pesca y la sostenibilidad

La economía azul contará con 25.000 metros cuadrados en los ‘tinglados’ de Sant Bertran del Port de Barcelona en 2027

El Port de Barcelona busca alianzas de economía azul en el Quebec

por Cristina Buesa

Una delegación del Port de Barcelona y de la Generalitat de Catalunya se desplaza esta semana a Canadá para impulsar proyectos conjuntos y alianzas con el potente sector de la economía azul establecido en la provincia de Quebec y en la costa este del país. Organizado por la Oficina de Quebec en Catalunya, el viaje se produce tras el acuerdo que el Port de Barcelona y Novarium -campus de innovación con sede en Quebec dedicado a la economía azul- firmaron en noviembre para facilitar que las ‘startups’ accedan al ‘Blue Sandbox’, que la autoridad portuaria catalana prevé dentro del proyecto BlueTechPort, para realizar pruebas.

Tal como ha explicado en un comunicado este lunes el Port de Barcelona, el acuerdo y las alianzas que se generen durante el viaje «servirán para poner en valor el potencial del BlueTechPort como plataforma para que las empresas canadienses puedan aterrizar en Europa». El proyecto BlueTechPort, que en septiembre se ampliará a los tinglados de Sant Bertran y gracias a una inversión de 50 millones de euros configurará un espacio de 25.000 metros cuadrados dedicados a la innovación, prevé la creación de un ‘Blue Sandbox’ con el que las ‘startups’ podrán realizar pruebas de sus soluciones y proyectos para el sector portuario y marítimo.

Acuerdo bilateral recién renovado

La delegación del Port de Barcelona está formada por su presidente, Lluís Salvadó; la directora de Innovación y Estrategia de Negocio, Emma Cobos, así como Carles Anglada, director de World Trade Center Barcelona, la empresa a la que se ha encargado la gestión de los tinglados de Sant Bertran, donde se ubicará el futuro BlueTechPort, entre otros representantes de la entidad pública.

Por parte de la Generalitat se desplaza el secretario de Mobilitat i Infraestructures, Marc Sanglas; la directora general de Ports de la Generalitat, Annabel Moreno, y el director general de Política Marítima y Pesca sostenible, Sergi Tudela. La agenda de la Generalitat responde al acuerdo de colaboración bilateral con Quebec recientemente renovado, y que tiene el fortalecimiento de las relaciones en el ámbito de la política marítima como uno de los ejes principales. Según el puerto, el viaje estará centrado en aspectos como la pesca sostenible y la gestión del litoral, y contará con representantes del Institut Oceanogràfic de Catalunya (ICATMAR), así como de la red marítima de I+D+i (BlueNetCat) , en el marco de la Agenda Marítima de Catalunya y su Estrategia Marítima 2023-2026.

60 empresas en Halifax

La delegación catalana visitará este lunes el puerto de Halifax (Nueva Escocia) y su centro de innovación, The Pier, centrado en el desarrollo de soluciones disruptivas para la cadena logística. A continuación, acudirá al Centre for Ocean Ventures and Entrepreneurship (COVE), que acoge 60 empresas dedicadas a la tecnología marítima.

El martes, la delegación se desplazará a Montreal, considerada la capital mundial de la inteligencia artificial (IA) aplicada a la economía azul. Visitarán el puerto y su puerto-ciudad, que cuenta con un Port Center, un centro de divulgación como el que quiere abrir el Port de Barcelona en el edificio de Portal de la Pau una vez finalice la restauración.

En Montreal, la delegación visitará Investment Quebec (IQ), la agencia gubernamental dedicada a fomentar la inversión extranjera, el Centro de Innovación de la compañía de servicios tecnológicos CGI; la incubadora de startups y proyectos de turismo, cultura y entretenimiento MT Lab, así como las empresas SAF+, SIMCO, Enerkem, Premier Tech y Dimonoff. La delegación de la Generalitat también participará en un almuerzo de trabajo con el Gobierno de Quebec, en el que participará la viceministra adjunta en Europa, Indo-pacífico y Asuntos Institucionales, Elisa Valentin.

Referentes en ecosistemas marinos

Ya el jueves, la delegación visitará Rimouski (Quebec), donde tiene su sede Novarium, el campus de innovación en economía azul dedicado a generar sinergias entre empresarios, centros de investigación, inversores y la industria de la región. En esta población también se encuentra el Instituto de Ciencias del Mar de Rimouski (ISMER), referente en la formación y la investigación en ecosistemas marinos y cambio climático, los impactos de la actividad humana sobre los ecosistemas, el desarrollo de los biorecursos marinos , la geología marina y los riesgos naturales.

El viernes, Marc Sanglas y Sergi Tudela se reunirán con representantes del Gobierno de Quebec; primero, con el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Pascal Couillard y el director general de Transporte Marítimo y Aéreo y, posteriormente, con el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, André Lamontagne. Al mediodía, Lluís Salvadó, Marc Sanglas y Sergi Tudela participarán en una mesa redonda sobre innovación y descarbonización, que cerrará el viaje institucional antes del regreso a Barcelona.

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El Port de Tarragona acelera su adecuación y destinará 80 millones para acoger a la eólica marina

por Glòria Ayuso

El Port de Tarragona modificará su plan de inversiones, y destinará entre 60 y 80 millones de euros a la construcción de la segunda fase del Moll de Baleares, con el fin de destinar 19 hectáreas de superficie a la nueva actividad de montaje de aerogeneradores y plataformas flotantes, en un tiempo acorde con el calendario del despliegue de la eólica marina en Europa.

Así lo ha anunciado el presidente del puerto, Saül Garreta, en el Saló Internacional de la Logística (SIL). El Port de Tarragona ofrece también la posibilidad de acoger el ensamblaje de aerogeneradores en uno de los muelles adosados al futuro contradique de Ponent, una obra que se espera poder comenzar en 2025, una vez aprobada la declaración de impacto ambiental, redactado el proyecto constructivo y superados los últimos trámites, ha explicado asimismo el responsable de Desarrollo de Negocio de la Autoridad Portuaria de Tarragona (APT), Pau Morales.

200 metros de altura

Los aerogeneradores marinos doblan las dimensiones de los terrestres y superan los 200 metros de altura. Solo la base flotante sobrepasa los 100 metros. Deben montarse en el muelle antes de remolcarse hasta el punto en el que se instalan. Por ello, los operadores requieren de grandes espacios adecuados para el ensamblaje. Además de una larga extensión en el muelle, el calado o profundidad en el puerto debe superar los 18 metros. Por ello el Port de Tarragona se está preparando para estar bien posicionado y albergar a esta industria con el fin de proveer a los parques eólicos previstos en el Mediterráneo occidental.

Otro aspecto determinantes es contar cerca del puerto con empresas metalúrgicas y de soldadura especializadas y con experiencia en el ensamblaje de grandes estructuras, algo que el puerto confía a la metalúrgica Schwartz Hautmont.

Pilotos en marcha

La autoridad portuaria ya explicó a EL PERIÓDICO el pasado mes de febrero que prepara una prueba piloto con empresas interesadas, de modo que los primeros prototipos de aerogeneradores podrían verse en Tarragona a lo largo de 2025. En este sentido, tal y como se ha visto en el SIL, existen diversas empresas instaladoras de parques eólicos marinos interesadas en participar en proyectos previstos en el Mediterráneo occidental, en España, Italia y Francia. En sus licitaciones para poder optar a los proyectos, deben especificar dónde se ubicarán y cuáles serán las condiciones del montaje.

La empresa de servicios de ingeniería Sener, de Getxo (Vizcaya), del grupo HiveWind Modular Future, desarrollarán un aerogenerador en el Port de Tarragona con una turbina de 11 megavatios. El responsable de Desarrollo de Negocio, Albert Monclús, ha destacado las condiciones que ofrece el puerto tarraconense: 16 hectáreas de espacio, 160 metros de línea de atraque y 20 metros de calado. Monclús ha destacado la necesidad del sector de colaborar estrechamente con los puertos para poder encontrar y probar soluciones tecnológicas que puedan dar respuesta a los retos de generación de renovables planteados por la Unión Europea.

Tecnología con menor impacto

Por su parte, X1Wind, con sede en Barcelona, prevé montar en el puerto de Tarragona el próximo año un nuevo modelo de aerogeneradores con una turbina de 6-8 mGW, con la colaboración de Schwartz Haumont. El director general de la empresa, Aleix Raventós, ha explicado que su compañía ha invertido en una tecnología que, ha asegurado, que reduce el ruido, permite su compatibilidad con la pesca y un menor peligro para las aves.

Asimismo, ha indicado que esta nueva tipología de aerogeneradores ahorra un 30% de acero en la producción, cambiando la clásica torre por un trípode. La tecnología de X1 Wind se basa en grandes turbinas y un sistema de conexión-desconexión que por su velocidad permite, según Raventós, un mantenimiento más seguro.

Servicio integral

Euroports, compañía con sede en Kallo (Bélgica), que desarrolla dos proyectos eólicos en Port-La Nouvelle en Francia y está presente también en Escocia, Finlandia, Letonia e Italia, poniendo también el ojo en el Mediterráneo. La compañía considera que el sector crecerá entre 2027 y 2028 y más allá de 2030, y defiende su servicio integral que incluye descarga, transporte, almacenamiento, ensamblaje e integración de turbinas, para abaratar costos, dar respuesta rápida y una única dirección de proyecto, ha explicado el director de proyectos de Euroports, Juan Villarraga.

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Una planta de biogás que aprovechará residuos orgánicos de los cruceros y Mercabarna se suma el aprovechamiento del frío de la planta de Enagás para la refrigeración de otras actividades

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por Glòria Ayuso

Los puertos, nodos de transporte de mercancías y pasajeros, son uno de los puntos donde debe acelerarse la acción para cumplir con los objetivos climáticos de reducir en al menos un 55% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030.

Uno de los retos es poner a disposición de los operadores combustibles sostenibles, como se ha puesto de manifiesto en el Salón Internacional de la Logística (SIL). Además de la electrificación de sus muelles, el Port de Barcelona está proyectando una planta de biogás que utilizará los residuos orgánicos de los cruceros, de Mercabarna y de la restauración, cuya energía resultante se utilizará para la actividad del mismo puerto.

Asimismo, tal y como ha explicado el responsable de Combustibles Sostenibles del Port de Barcelona, Daniel Ruiz, muy pronto se aprovechará una nueva fuente de energía hasta ahora inutilizada: la planta de Enagás del puerto recibe Gas Natural Licuado de los buques a -160 C -temperatura necesaria para su transporte en estado líquido- y utiliza agua de mar para pasarlo a 0 y devolverlo a su estado gaseoso.

Tras el proceso, devuelve al mar el agua, pero a una temperatura muy fría. La construcción desde finales de 2023 de un conducto que entrará próximamente en servicio entre el puerto y Mercabarna, así como hacia otras naves industriales, permitirá aprovechar el agua fría para sistemas de refrigeración de los productos frescos, evitando un nuevo consumo energético y más emisiones.

Retraso en España

Sin embargo, otra medida necesaria, la de suministrar a los camiones con hidrógeno en sustitución de los combustibles fósiles, topa con una homologación que va retrasada en España y que está poniendo freno a este avance, ha advertido Ruiz.

Asimismo, un contenedor subido al tren emite 32 veces menos de CO que el camión, por lo que, frente al retraso también en la adopción del ferrocarril, hay que convencer a navieras y transitarios para que lo utilicen en las conexiones del puerto a Toulouse y Lyon y hacia Europa. Por ahora existen dos frecuencias semanales que aspiran a ser diarias, en la dirección de utilizar el camión solo en las distancias cortas, como han defendido los operadores Naviland, APM y Synergy.

Banco de pruebas

Contar con una red 5G hace del espacio del puerto un lugar para poner a prueba las nuevas tecnologías e innovaciones para descarbonizar el sector. Por ejemplo, la empresa Siport21 está testando su nuevo producto, Compass+, que gracias a los sistemas de conectividad monitoriza los movimientos de los buques en tiempo real para optimizar todas las operaciones y, además, reducir emisiones. El proyecto, que auspicia la Fundación Port Innovation, ha recibido financiación de Ports 4.0.

La nueva normativa europea indica que las empresas deben tratar sus emisiones a nivel transnacional, en toda la cadena de valor, y en base a principios de transparencia y estándares internacionales, explica el responsable de servicios ESG de Tecnoambiente, Oliver Canosa. Falta una visión clara en las empresas del impacto de toda la compañía, por lo que la consultora ayuda al sector marítimo a identificar, calcular y reportar este impacto, a hacer un plan de acción e impulsar las medidas para reducirlo.

Pasos adelante

En este proceso de reducción de emisiones, se están dando pasos en la buena dirección, pero es necesario que todos los actores hagan un esfuerzo coordinado, también las navieras, para contar con una visión conjunta de las soluciones, explica el director de proyectos de CETMO, Enric Pons. Frente al mayor riesgo que pueden correr las pequeñas empresas en la adopción de innovación, deben abrir el camino las grandes, con más recursos, líneas de I+D y posibilidad de llevar a cabo nuevas iniciativas.

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por Glòria Ayuso

Los ecosistemas marinos y las comunidades pesqueras que cumplen la ley son las principales víctimas de la pesca ilegal, un problema que se extiende en todo el mundo. Para proteger el océano de la sobreexplotación, asociaciones como Oceana reclaman que se establezca una mayor trazabilidad de los productos del mar que se consumen, especialmente los procesados como las sardinas o las latas de atún.

Actualmente, la UE no requiere en estos productos de pesca procesados la identificación de información como la especie, el origen, el arte de pesca y el método de producción, según explica la organización en un comunicado que ha difundido coincidiendo con el Día Internacional contra la pesca ilegal, el 5 de junio, y el Día Mundial del Océano, el próximo día 8.

Revelación de identidad

Favorecer una mayor transparencia es una de las demandas clave de las organizaciones que velan por los ecosistemas marinos. Los propietarios de barcos que realizan actividades sin seguir una reglamentación suelen registrar los buques pesqueros en países fuera de la Unión Europea.

La pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, indica la organización, «está vinculada a otros delitos transnacionales como la evasión de impuestos, el lavado de dinero, el contrabando y las violaciones de los derechos humanos». Para sacar a la luz esta realidad oculta, reclama que los estados miembro de la UE revelen la identidad de dichos propietarios de los barcos de pesca ilegales.

Recuperación natural

Coincidiendo además con la celebración, el 8 de junio, del Día Mundial del Océano, la organización Oceana reclama la restauración de las pesquerías y la protección de los hábitats marinos, reduciendo la presión pesquera para permitir la recuperación natural de los peces, «en paralelo con la asignación de cuotas más altas a la pesca artesanal que crea más empleos».

Asimismo, reclama un mayor compromiso para la protección y restauración de los hábitats marinos para aumentar la resiliencia del océano ante la crisis climática, teniendo en cuenta que los hábitats de carbono azul aumentan la absorción de carbono y actúan como barreras contra las tormentas.

Expertos en carbono azul

Precisamente, una treintena de investigadores en disciplinas como la biología, la ecología, la economía, las ciencias sociales o la administración pública han constituido el Grupo Español de Expertos en Ecosistemas de Carbono Azul, coordinado por el investigador del CEAB-CSIC Miguel Ángel Mateo y Fernando Brun, responsable de la Unidad de Carbono Azul de la Universidad de Cádiz (UCA).

Mateo destaca que el ritmo de desaparición de praderas marinas y marismas mediterráneas, entre el 1% y el 5% anual, es alarmante». Con su pérdida, «no solo perdemos la función de enterramiento de carbono, si no otras muchas funciones como la protección de la erosión costera, la filtración de contaminantes del agua, o la de base de redes tróficas marinas, añade. Los científicos calculan que cada año, en el planeta, se liberan unos 300 millones de toneladas de dióxido de carbono fruto de la destrucción o el deterioro de los ecosistemas de carbono azul.

Coordinación internacional

Especialistas en el papel de la vegetación litoral (marismas, manglares y praderas marinas) como sumidero de dióxido de carbono, la finalidad del nuevo grupo será promover la coordinación a nivel europeo e internacional y la difusión de proyectos de investigación y publicaciones científicas relacionadas con la ciencia del carbono azul. Uno de los aspectos en los que se pretende incidir es en los efectos que el cambio ambiental, tanto natural como derivado de las actividades humanas, tiene sobre la salud de estos ecosistemas de alto valor medioambiental.

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Ahora se está derribando el antiguo edificio y, una vez urbanizada la zona, será accesible al público en octubre, después de la Copa América de vela

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La nueva lonja de pescadores de Barcelona se abre tras más de tres décadas de espera

por Cristina Buesa

El patrón mayor de la Confraria de Pescadors de Barcelona, José Manuel Juárez, se paseaba ufano este viernes por las instalaciones. Hace solo una semana que se trasladaron a las nuevas instalaciones. A escasos metros, las máquinas derribaban a mordiscos el lugar que les ha acogido durante décadas. El Port Vell ha inaugurado oficialmente la lonja de pescadores, a pie de la visible Torre del Rellotge (1904), tras más de tres décadas de espera.

Ha sido el propio Juárez quien ha hecho memoria de las tribulaciones vividas hasta lograr abrir el magnífico edificio del Moll de Pescadors. «Son 33 años de proyectos grandes y pequeños, de posibles mudanzas donde no queríamos, como la Bocana, de cinco presidentes del puerto diferentes», ha ido recordando. El último de ellos, Lluís Salvadó, ha destacado que la nueva lonja se abrirá a la ciudadanía justo después de la Copa América de vela, a finales de octubre.

Restaurante en el recinto

«Estamos demoliendo las antiguas instalaciones, después haremos una urbanización provisional y tras la Copa será accesible», ha fijado en el calendario el presidente del Port de Barcelona. Otro de los hitos será la apertura de un restaurante en la parte superior de la nueva lonja, obra del despacho de arquitectos de Carlos Ferrater. Su hija Lucía ha asistido al acto. El restaurante estará vinculado al mundo de la pesca y también habrá un bar a pie de calle. En total, se trata de un edificio de 3.233 metros cuadrados de dos plantas muy diáfano. Tiene una rampa de acceso de 140 metros que permite separar la actividad de los pescadores de la del público.

Porque una de las virtudes del proyecto, con un coste de unos 9 millones de euros, es que la ciudadanía pueda ver la subasta de pescado en directo, cuando se abra a partir de otoño. Una terraza que recorre todo el perímetro del cubo facilita igualmente observar cómo atracan alguno de los 23 barcos de la cofradía barcelonesa, cómo descargan el producto y lo distribuyen en las cajas para su comercialización. Este viernes, dos enormes camiones esperaban estas operaciones para llevarse el pescado azul capturado poco después de las 10 de la mañana.

Una actividad sostenible

«Queremos que cualquier barcelonés pueda disfrutar de una subasta y que esto permita que sea una actividad sostenible y perdurable en el tiempo», explicaba el patrón Juárez a los asistentes al acto mostrando también las vistas del Port Vell. «Hemos tenido que cumplir con todo tipo de normativas: sanitarias, urbanísticas y de pesca. Muchas veces me he sentido solo en las negociaciones, porque lo hacía con gente con muchos estudios y yo dejé el colegio a los 11 años sin saber ni el abecedario», ha confesado.

El patrón de la cofradía ha insistido en que es «el único sector primario que hay en Barcelona», por lo que «hay que mimarlo», ha reclamado para a continuación pedir que la gente consuma «mucho pescado» y que los restaurantes lo compren a los profesionales que trabajan en la capital catalana, que ahora son un total de 156. «Si no transmitimos que se puede vivir de la pesca, se devaluará y no entrarán los jóvenes. Hay viabilidad, tenemos la herramienta con esta nueva lonja y los caladeros cada día están mejor», ha descrito Juárez.

Fomento de la economía azul

Junto a él sonreía el director de Port Vell, David Pino, que ha arrancado con una broma hacia esos profesionales: «Los pescadores sois complicados, no se os entiende del todo y queréis que todo lo pague el puerto». Pino, que ha encajado que ha sido un proyecto demasiado largo, ha asegurado que era «un día muy emocionante» porque se lograba «dar el primer paso para cambiar el Moll de Pescadors y ayudar que la gente entienda el mar, que es parte de nuestra vida».

El director general de Política Marítima i Pesca Sostenible de la Generalitat, Sergi Tudela, biólogo de formación, ha proclamado que, con la nueva lonja, «el puerto de pescadores de Barcelona entra en el siglo XXI» y ha advertido de que era necesaria la «dignificación y visibilización de esta actividad de economía azul». «Hay una brecha entre el mundo marítimo y el urbano y esto sirve para reducirlo», ha opinado.

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Marflet Marine calcula que reducirá entre un 10% y un 15% sus emisiones optando por la tecnología de propulsión asistida por viento que desarrolla Bound4blue

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Primera naviera española que incorpora velas rígidas para reducir el consumo de combustible

por Glòria Ayuso

La naviera española Marflet Marine será la primera en incorporar velas rígidas en uno de sus petroleros y quimiqueros (buque destinado a productos químicos), el Santiago I. Esta tecnología de propulsión asistida por viento (WAP) permitirá «reducir el uso de combustible convencional, optimizando los costes operativos y reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero», explica la empresa, que enmarca esta iniciativa dentro de su estrategia de descarbonización. Concretamente, el Santiago I debería ahorrar entre un 10% y un 15% de consumo anual de combustible y emisiones de CO, dependiendo de la ruta y las operaciones del buque, según detalla la compañía.

Marflet ha firmado un contrato con la también española Bound4blue para la fabricación de cuatro velas de succión de 22 metros de altura. La instalación tendrá lugar en 2025 y correrá a cargo de la ingeniería Cotenaval.

Potencial del viento

Este sistema de propulsión eólica en buques mercantes es un medio rentable para optimizar la eficiencia del combustible y reducir emisiones, beneficiando a todos nuestros stakeholders, afirma el Gerente de Flota en Marflet, Juan Cremades, que considera que existe un gran potencial en el viento.

La empresa indica que su acción para reducir el impacto ambiental en el mar de sus actividades también se centra en contemplar formas adicionales de reducir el ruido radiado bajo el agua y mejorar aún más tanto la eficiencia como la seguridad a partir de un análisis avanzado de rutas en función del clima.

Innovación desde Cantabria

La tecnología de vela de succión de Bound4blue busca reducir costos de combustible y emisiones contaminantes de forma autónoma y se dirige a buques tanque, graneleros, Ro-Ros, cruceros, transbordadores, transportadores de gas y buques de carga general, independientemente de su tamaño o antigüedad. La empresa, fundada en 2014, tiene su sede en Cantabria (España) y oficinas en Barcelona y Singapur. Hasta el momento ha instalado su tecnología en cuatro barcos y ha firmado acuerdos para instalar el sistema en las flotas de otros armadores como Eastern Pacific Shipping, Louis Dreyfus Company y Odfjell.

Cada vez más armadores están dándose cuenta del gran potencial del viento como una fuerza de descarbonización dentro de la industria, afirma el director general de Boun4blue, José Miguel Bermúdez, que destaca la incorporación de Marflet por ser el primer armador español y, a la vez porque muestra esta solución como la referida para los buques tanque como el Santiago I.

Aumentan las exigencias

El transporte marítimo afronta el cumplimiento de una regulación cada vez más exigente con las emisiones, incluyendo la mejora de la calificación de la intensidad de carbono en sus operaciones (CII), el impulso del EEDI y EEXI, el cumplimiento del próximo FuelEU Maritime y el pago por derechos de emisión en la UE (EU ETS).

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La colaboración entre el sector público y el privado ha dado lugar a numerosas iniciativas innovadoras que científicos, agentes del sector y responsables políticos han destacado esta semana en una jornada en el Palau Macaya de Barcelona organizada por El Periódico, en el marco del Foro Económico y Social del Mediterráneo

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por Glòria Ayuso

La necesidad de garantizar que la actividad económica se desarrolle respetando el océano, junto con las nuevas oportunidades que están surgiendo desde distintos sectores fruto de un mayor conocimiento del mar, ha conducido al impulso de la economía azul, que está viviendo en el litoral catalán y en especial en Barcelona un importante apogeo. Diversos de los agentes involucrados han participado esta semana en una jornada para tratar los retos y el futuro de la economía azul en el Palau Macaya de Barcelona, organizada por El Periódico. Para el director, Albert Sáez, la economía azul es un gran cómplice en el objetivo de El Periódico de defender la preservación del planeta, el progreso y las personas.

Frente a un mar en estado crítico, debido al cambio climático, la contaminación y la sobreexplotación, la jornada sirvió para subrayar el papel esencial de las ciudades en lograr un aumento de la concienciación de la sociedad a través del cuidado de su litoral. Tras un desarrollo sin conciencia y responsabilidad hacia el entorno, el saneamiento de las aguas residuales y la recuperación del río Besòs ya en los 90 marcó un antes y después en Barcelona, recordó Pep Hurtado, de la Oficina Estratégica del Àmbit Litoral de Barcelona.

En un paso más para restaurar el ecosistema bajo el agua, la ciudad ha optado en las dos últimas décadas por fondear escollos artificiales -50 más este año en el Port Olímpic- que fomentan la colonización de la biodiversidad marina, explicó director del Zoo de Barcelona, Sito Alarcón, para quien el atractivo del litoral y su fondo marino es equiparable con el de Collserola.

La acción debe hacerse en colaboración público-privada, con la intervención de un ecosistema que reúne ciencia, innovación, tecnología, emprendimiento, empresas y administración que ya existe en Barcelona, resaltó la directora de Innovación de Barcelona Activa, Anna Majó, que además de reivindicar el papel de las ciudades, subrayó el liderazgo que está ejerciendo la capital catalana en el impulso de la economía azul.

Precisamente, que tanto la Generalitat, como el Ayuntamiento y el Port de Barcelona hayan coincidido en desarrollar en los últimos años estrategias en economía azul ha facilitado una colaboración que ha permitido atraer la celebración de la primera Conferencia del Decenio de los Océanos de la Unesco en Barcelona -que ha servido para marcar la hoja de ruta para su protección de aquí a 2030-, y de la Copa América de vela, en una edición, la de 2024, con pleno foco en la sostenibilidad y la descarbonización de la náutica.

Los ponentes dieron además a conocer las otras muchas iniciativas que se están materializando gracias a esta colaboración de todos los agentes. El mismo Port Olímpic ha destinado el espacio que antes ocupaban las discotecas a nuevos negocios dedicados a la descarbonización de la náutica, la divulgación del océano y a actividades de ocio que quieren acercar la ciudadanía al mar, explicó su directora, Olga Cerezo.

El Ayuntamiento, el Consorcio de Educació y el Port, todos se alinearon en una clara apuesta por la formación, destacó el director del Institut de Logística de Barcelona, José Antonio Vázquez, para quien su oferta educativa aumenta la concienciación de personas que luego formarán parte de las empresas y las administraciones.

Tenemos que crear instrumentos ágiles, imaginativos, para lograr una innovación que pueda implementarse, explicó la directora de Innovación del Port de Barcelona, Emma Cobos. Con unas 450 empresas en su comunidad portuaria que deben responder a los nuevos requerimientos de sostenibilidad, el puerto ha optado por una doble fórmula. Por una parte, el BlueTech Port es su nuevo gran hub de innovación en economía azul, que quiere aglutinar de aquí a 2027 tanto a innovadoras startups como a reconocidas multinacionales que buscan nuevas soluciones para lograr una actividad sostenible.

Mensaje para sumar

Por otra parte, para implicar a su comunidad portuaria en el diseño de nuevas iniciativas sostenibles con un cierto grado de riesgo, el puerto ha creado la Fundación Port Innovation. Si logramos modelos financieramente viables, estas soluciones podrán escalar, explicó el director de la fundación, Miquel de la Mano. Frente a las reticencias de algunas empresas, hay que construir un mensaje transversal, para sumar a quienes aún no se han sumado, incidió.

Para el científico del CIM-CSIC, Enrique Isla, la concienciación debe llegar explicando que el mar empieza en la alcantarilla situada en el punto más alto del Pirineo, en alusión a que el océano sufre la actividad que se produce no solo en el mar sino tierra adentro.

Necesidad de actuar

La situación actual obliga a las empresas a actuar, afirmó el CEO de Ocean Ecostructures, Ignasi Ferrer. Todo el mundo empresarial debe ver que hay oportunidades, consideró, subrayando la importancia de la unión entre ciencia y tecnología que permite afrontar la tarea de regeneración del fondo marino. Las empresas que buscan competitividad, entienden que la innovación es la vía, coincidió el director gerente de BlueNet Cat, Pablo Bou, una red que reúne a más de 700 científicos que investigan en sectores relacionados con la economía azul para la transferencia de conocimiento. Se necesita acompañamiento, interlocución, crear foros y programas de innovación. Todo ello genera la asunción de retos, explicó.

El valor de la naturaleza

Para solucionar la falta de financiación, agregar un valor económico a la naturaleza promovería dar los pasos siguientes, instó Isla, para quien invertir en el ecosistema marino solo traerá bienestar.

Los expertos coincidieron con que aligerar la burocracia y disminuir la rigidez de la legislación son los otros dos aspectos necesarios para agilizar la acción. En todo caso, las soluciones que se apliquen deben tener en cuenta, advirtió el director científico de Underwater Gardens, Sergio Rossi, que la temperatura del mar seguirá aumentando, de modo que hay que asegurarse de que sean válidas a largo plazo, dijo.

Reflejo internacional

Captar la atención de la comunidad internacional sobre todas las iniciativas que se impulsan desde Barcelona se marcó como uno de los objetivos para afianzar y marcar el liderazgo de la economía azul. El Mediterráneo se consideró el mejor banco de pruebas por la gran actividad que concentra y por sufrir un mayor deterioro debido a su reducido tamaño, que provoca un aumento de los efectos del calentamiento y la degradación. Pero, a la vez, puede convertirse en la principal fuente de soluciones escalables a nivel mundial, gracias a la colaboración entre el mundo científico, la iniciativa privada y la pública que se ha configurado en Barcelona, en una alineación de los astros, resaltó Anna Majó.

Unas conclusiones que se reflejarán, explicó el responsable de información económica de Prensa Ibérica, Martí Saballs, en el Foro Económico y Social del Mediterráneo, que tendrá lugar el 26 y 27 de junio en Valencia.

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El ICM-CSIC y la UPC participan en un proyecto para mejorar la conservación marina mediante la digitalización y la robótica

por Glòria Ayuso

Extraer indicadores ecológicos clave bajo el mar, que permitan considerar los efectos de la presión humana y el cambio climático para la implementación de políticas dirigidas a mejorar la restauración y conservación de hábitats marinos es el objetivo del proyecto DIGI4ECO, que acaba de iniciarse bajo la coordinación el Institut de Ciències del Mar- CSIC de Barcelona.

Las siglas del proyecto responden a lo que se quiere obtener: un gemelo digital-sostenible 4D de monitoreo ecológico de la restauración en áreas donde existe un agotamiento pesquero. Por una parte, se propone digitalizar datos antiguos y crear un entorno digital óptimo que también se alimentará de nueva información obtenida de estaciones submarinas y plataformas robóticas de última generación.

«Oportunidad única»

El equipo científico considera una «oportunidad única» combinar datos históricos que estaban inutilizados con datos más recientes, lo que permitirá comparaciones espacio-temporales y una evaluación del estado actual de los mares y océanos de Europa, información valiosa para los tomadores de decisiones en el ámbito de la gestión ambiental. Junto con otros seis centros tecnológicos y de investigación europeos, participa la UPC, que destaca la importancia del trabajo de armonización de los datos y de facilitarlos para su uso en código abierto.

Datos abiertos

En esta línea, para el ICM una de las prioridades de la iniciativa es recopilar datos, ordenarlos y ponerlos a disposición de la comunidad científica y las agencias para utilizarlos a través de nuevas herramientas como la inteligencia artificial.

«Esto nos permitirá extraer información numérica de imágenes y videos, así como estandarizar y armonizar información de diferente naturaleza y formato en bancos de datos centralizados por los socios participantes», explica el investigador del ICM-CSIC Joan B. Company, quien añade que «la estandarización de procesos y la recopilación de datos biológicos y ambientales mediante cámaras y sensores oceanográficos y geoquímicos permitirá ampliar el alcance del monitoreo ecológico desde metros hasta hectáreas, así como aumentar la frecuencia y continuidad de la recopilación de datos».

El proyecto se desarrollará durante cuatro años, con la intervención de un total de 18 entidades de 10 países europeos, que «trabajarán juntos para mejorar el estado de conservación de los hábitats marinos europeos en el Mediterráneo y el Atlántico», según Jacopo Aguzzi (ICM-CSIC), el coordinador del proyecto.

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El Port de Barcelona abre este fin de semana sus puertas para mostrar su presente en un momento en el que se enfoca hacia un futuro que pasa, asume su presidente, por asegurar una actividad acorde con la salud de la ciudad que lo acoge

El Port de Barcelona se abre a la ciudadanía para darse a conocer mejor



<div>«La necesidad de descarbonizar hace obligatorio lo que antes era optativo»</div>
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<p style=por Glòria Ayuso

Empiezan las Jornadas de Puertas Abiertas y el presidente del Port de Barcelona, Lluís Salvadó, abre también las de su despacho a El Periódico.

Han agotado las 16.000 plazas de las visitas guiadas en seguida. ¿Esperaban tanta demanda?

En futuras ediciones se tendrá que redimensionar la oferta de visitas. El éxito de Nadal al Port ya nos ha mostrado que el puerto es un espacio que atrae a la ciudadanía. Además, en el puerto trabajan 40.000 personas, algunas desde hace 30 años, que no habían tenido la oportunidad de mostrar a sus familias el lugar donde trabajan.

El puerto está en obras para celebrar la Copa América de vela. ¿Veremos pronto muchas inauguraciones?

La Copa América ha impulsado la transformación de espacios en ruinas, como los tres Tinglados del Moll Oriental que se abrirán a exposiciones temporales de arte. Ya tenemos muchas peticiones porque faltaban espacios en la ciudad. El bus náutico que empezará a operar el 3 de julio conectará el final de la Rambla con el lugar, convirtiéndolo en un nuevo espacio ciudadano. Más adelante, prevé incluir nuevos recorridos. El edificio del Portal de la Pau, en rehabilitación, será otra joya a pie de la Rambla. En junio abriremos también el Moll Barcelona Sud, tras el traslado de Balearia. Pero después de la Copa América viene una segunda ola mayor de aperturas: el Moll de Pescadors y la transformación del Moll d’Espanya donde está el Maremagnum.

El puerto prevé transformar su modelo a cruceros más pequeños. ¿Implicará menos afluencia de cruceristas?

La clausura del canal de Suez ha establecido muchas anomalías: al incremento del 25% del tráfico de contenedores de los barcos que ahora deben pasar por Buena Esperanza se suma el cierre de mercados tradicionales de cruceros en el Mediterráneo oriental que ha provocado un aumento que es temporal. El acuerdo con el Ayuntamiento de 2018, que implica el cierre del Moll Barcelona en 2026, conlleva llevar al sur las terminales de cruceros y su evolución a un segmento de crucerista de mayor valor añadido que implicará menor cantidad. En 2027 pasaremos de nueve a siete terminales con la apertura de Royal Caribbean en la G, la que será la más prime y completamente descarbonizada.

¿Y el resto?

Pese a ser el transporte marítimo el más eficiente, cuando ubicas 900 escalas en un punto existe una concentración de emisiones. El puerto representa el 7% de las emisiones de Barcelona. Estamos haciendo una inversión brutal de 180 millones para electrificar en cinco años todos los muelles y el 12 de julio ya inauguraremos en la terminal de Hutchison el primer OPS, un gran enchufe y estación que transformará la potencia para que los barcos puedan apagar los motores a su llegada.

El puerto requiere energía como una ciudad de 200.000 habitantes. ¿Con la electrificación abren un nuevo modelo de negocio?

Estamos desarrollando un modelo muy singular que no existe en ningún otro puerto: nos estamos dotando de una subestación eléctrica, compramos energía en alta tensión, la transformamos y ofreceremos un servicio de distribución y comercialización público-privado. También estamos desplegando el primer o segundo mayor techo de fotovoltaica de Europa, con 100 MW sobre las naves logísticas. Este año también queremos cerrar la sociedad para elevar una planta de biogás que se nutrirá de los residuos orgánicos de los propios cruceros y la restauración, y que ofrecerá combustible compatible a las embarcaciones que utilizan GNL.

¿Se busca abrirse a nuevas actividades?

Contamos con 18 sociedades y ejercemos un modelo de colaboración público-privada que aporta conocimiento y exigencia en la gestión. El Port Vell, sociedad con un modelo más flexible que la Autoritat Portuaria, será quien gestionará los tinglados del Moll Oriental como espacio cultural, y el World Trade Center se encargará del BlueTech Port.

Son 25.000 m dedicados a la economía azul, ¿se llenarán?

En septiembre el primer edificio de los seis acogerá a las 17 empresas que ahora están provisionalmente en el Pier 01 de Tech Barcelona. En este proyecto queremos ser los primeros en Europa en captar a las grandes empresas del sector emergente que es la economía azul y convertirnos en un hub de referencia. Además de start-ups y centros de investigación, estamos en contacto con compañías a nivel mundial para generar de aquí a 2027, cuando termine la remodelación completa de este espacio, que será excepcional, un ecosistema también excepcional en el ámbito de la oceanografía, ambiental y de nuevos combustibles, con empresas del sector del transporte marítimo que están desarrollando nuevas divisiones dentro de sus compañías para dar respuesta a este cambio global de la descarbonización.

El puerto sigue queriendo expandirse hacia el sur, donde coincide con el aeropuerto.

Las embarcaciones cada vez más grandes y acumulan contenedores cada vez más en lo alto. Necesitamos muelles más largos, grúas más altas y más calado. El futuro del puerto se encuentra en el Prat, donde trasladaremos la terminal de contenedores al futuro muelle de Catalunya en los próximos 10 años. Allí estará el centro neurálgico del puerto. No queremos decir cómo solucionar el futuro del aeropuerto, pero reivindicamos que no se puede vestir un santo y desvestir otro. Hay que buscar soluciones compatibles. Tenemos que adaptarnos, y también en los accesos ferroviarios que deben dar respuesta a esta terminal y la de Hutchison. Ahora las costuras de los accesos al puerto están reventadas.

En 2006 hubo acuerdo para llevarlos a cabo. ¿Ahora va en serio?

Cada vez que cambia el gobierno de Madrid el proyecto vuelve a la casilla de salida. Llevamos 25 años esperando, pero debido a la necesidad de descarbonizar, lo que antes era optativo ahora ya es obligatorio. Confiamos en que ahora hay una situación irreversible: desde 2018 existe una coordinación entre Estado, la Generalitat y el puerto. Tenemos el proyecto básico redactado, el ejecutivo adjudicado con dos años de plazo para su redacción y un convenio que compromete la aportación de 800 millones de euros, de los que el puerto aporta 200, hasta 2032.

Volviendo a la apertura este fin de semana del puerto: actualmente, solo están abiertas 80 de 1.140 hectáreas, las del Port Vell. ¿Qué sorprenderá más en estos tres días de puertas abiertas al visitante?

Desde el World Trade Center hacia el sur quedan 10 kilómetros de acceso limitado por seguridad. Se podrán conocer estos rincones y su evolución. El puerto ha hecho una evolución paralela la ciudad. Hace 500 años, daba respuesta al comercio del Mediterráneo y permitió el florecer la ciudad. En la Revolución Industrial se adaptó para poder importar las materias primas necesarias -carbón, hierro, algodón- para impulsar la industrialización: de aquí los nombres de La Carbonera, el Moll de la Fusta y otros espacios.

En las últimas décadas, ha desarrollado el Moll de la Energía donde llegan los combustibles y productos químicos que necesita el hinterland, así como el espacio de importación y exportación de vehículos con aparcamientos en vertical con miles de vehículos para ser exportados o importados a Europa. Pero la joya de la corona es la terminal de Hutchinson, con grúas de 80 metros de altura, y en la que llegan embarcaciones de 400 metros de eslora. También es impactante ver como hasta 500 camiones suben a un ferry para Civitavecchia para ahorrarse miles de kilómetros de autopista.

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<div>La economía azul contará con 25.000 metros cuadrados en los ‘tinglados’ de Sant Bertran del Port de Barcelona en 2027</div>
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<p style=por Cristina Buesa

La economía azul sigue haciendo mella en Barcelona. La apuesta por este sector, vinculado a la actividad de los océanos, se multiplicará en el Port de Barcelona con el traslado del BlueTechPort a los ‘tinglados’ de Sant Bertran que progresivamente acogerán empresas, ‘startups’ y organismos en seis naves que se reformarán hasta 2027. En total, habrá 25.000 metros cuadrados disponibles, han explicado este miércoles los responsables del puerto.

Ahora mismo, ha relacionado la directora de Innovación y Estrategia de Negocio, Emma Cobos, hay 17 compañías instaladas en el Tech Barcelona, en el Pier 01 del Palau de Mar y se ha agotado la capacidad disponible. Esas serán las primeras en trasladarse a una de las naves de Sant Bertran en septiembre, la más cercana a la ciudad. Durante este año se acabará de «conceptualizar» el BlueTechPort y, en los siguientes tres años y de forma progresiva, se irán llenando las naves, aunque habrá espacio suficiente, ha opinado el presidente del Port, Lluís Salvadó.

Construidas en los años 60

Actualmente estos ‘tinglados’ estaban en desuso. Se trata de naves industriales construidas en los años 60 «que queremos transformar para el 2030 creando una comunidad que estreche más el vínculo entre ciudad y puerto», ha proseguido el directivo de la autoridad portuaria. Precisamente, en la presentación había numerosos representantes de empresas, centros tecnológicos, administraciones públicas e investigadores que trabajan en economía azul, que engloba tanto actividad portuaria como pesca, náutica, investigación, bioeconomía marina y desarrollo de nuevas soluciones relacionadas con el mar.

El BlueTechPort dará el gran salto con este traslado, ya que multiplicará por ocho su capacidad para acoger empresas y entidades del sector. La inversión prevista asciende a 50 millones de euros y se prevé que trabajen entre 2.500 y 3.000 personas cuando funcione a pleno rendimiento.

Comercialización en el SIL

Desde el puerto son optimistas sobre la acogida de este hub de innovación entre el tejido empresarial. De hecho, ya han tenido conversaciones con algunas compañías y está previsto que durante la celebración del Saló de la Logística (SIL) se empezarán a comercializar las naves. «Queremos seguir siendo un faro en economía azul a través de la sostenibilidad y la eficiencia», ha proclamado Lluís Salvadó.

En el acto también ha participado el director general de World Trade Center (WTC), Carles Anglada, que colaborará en esta segunda fase del BlueTechPort ejecutando la reforma de los primeros espacios disponibles. «Ya no somos solo un edificio, somos un actor más en el ecosistema de innovación del Port Vell», ha asegurado. WTC es una empresa participada por el puerto que gestiona el edificio donde está su sede corporativa.

El responsable del proyecto de rehabilitación de los ‘tinglados’ será el despacho de arquitectos b720 Fermín Vázquez Arquitectes, que se ha encargado de otros proyectos emblemáticos en Barcelona como el nuevo mercado de los Encants o la futura estación de La Sagrera, han explicado desde el Port de Barcelona.

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