España eleva del 12% al 21% la protección de los espacios marinos
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por Glòria Ayuso
El Ministerio para la Transición Ecológica ha aprobado incorporar siete nuevos espacios marinos del Mediterráneo, Atlántico y Canarias en la Red Natura 2000, que bajo la política europea de conservación de la biodiversidad protege espacios de especial interés. Con ello, la superficie marina total protegida en España sumará 9,3 millones de hectáreas, y pasará del 12% al 21%, acercándose al objetivo de proteger el 30% de aguas españolas en 2030.
Estas áreas han sido seleccionadas por su papel en la conservación de hábitats naturales, especies de interés comunitario y aves migratorias. En la región mediterránea se protegerá el espacio marino Cañones de Alicante y el Canal de Ibiza. El primero destaca por sus formaciones con corales blancos, bosques de gorgonias, corales negros y otros hábitats vulnerables como los campos de Leptometra, que albergan un ecosistema de interés comunitario.
Espacios de Canarias
Con una profundidad de hasta 2.000 metros, con escarpes y montes submarinos, el Canal de Ibiza favorece la presencia de especies vulnerables y por ser un área de conectividad para la tortuga boba y el delfín mular.
En Canarias se incorporarán dos áreas, los montes submarinos del suroeste y los del noreste. El suroeste está conformado por montañas y bancos submarinos volcánicos, y contiene comunidades profundas de arrecifes de aguas frías, importantes para la conservación de especies longevas y sensibles al impacto humano. Los montes submarinos del noreste son una área sensible para la conservación de la tortuga común y otras especies de tortugas marinas.
Algas en la región atlántica
En la región atlántica se integran a la red protegida el Estrecho Occidental y el Espacio Marino de Jaizkibel-Capbretón. El interés del espacio de Jaizkibel-Capbretón radica en que alberga algas rodofíceas y pardas, arrecifes y formaciones rocosas importantes para la conservación del delfín mular.
Por su parte, el estrecho occidental es una zona crítica para la biodiversidad marina debido a su posición entre el Atlántico y el Mediterráneo, con alta productividad biológica y como zona de alimentación para cetáceos y tortugas marinas.
En la región Atlántica también se protegerá el corredor migratorio de aves a lo largo de la costa de Asturias y Galicia, debido a su importancia ecológica al albergar hábitats y especies marinas de gran relevancia.
Planes de gestión
La declaración de estas áreas como parte de la Red Natura 2000 comportará la elaboración de planes de gestión y medidas de conservación específicas enfocados en la preservación de los hábitats naturales, las especies de interés comunitario y las aves migratorias presentes en estas zonas.
Ello implica la posibilidad de incorporar restricciones a algunas actividades para equilibrar el uso sostenible de los recursos con la conservación de la biodiversidad, como piden organizaciones como Oceana, que reclama la eliminación de la pesca por arrastre en las zonas protegidas.