La Copa América ha transformado Barcelona, impulsando la innovación y sostenibilidad en el sector náutico, y dejando un legado que refuerza su posición como referente mundial en la Economía Azul.
por Alberto Zamora
Tras la finalización de la reciente Copa América, Ignasi Armengol, director de la Fundación, explica el funcionamiento y el impacto que se pretende conseguir en Barcelona y Catalunya mediante la compañía, sus acciones y colaboraciones.
La Fundación Barcelona Capital Náutica es la entidad pública que trabaja para convertir a Barcelona y Catalunya en referentes mundiales del ámbito náutico. ¿Cómo? Fomentando el deporte y la sostenibilidad, impulsando la Economía Azul, la innovación y la ciencia, así como la educación y la promoción de la cultura del mar.
En el marco de la Copa América, apoyamos a los organizadores proporcionándoles la infraestructura y servicios necesarios para que el evento sea un éxito. Y, al mismo tiempo, somos la entidad pública que trabaja para que esta extraordinaria competición deje su legado en diferentes ámbitos y para el mayor número de personas de nuestra sociedad.
El Patronato de la Fundación Barcelona Capital Náutica está compuesto por la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Barcelona, el Ministerio de Educación y Deporte, la Diputación de Barcelona, el Puerto de Barcelona, el Consorcio de Turismo de Barcelona, la Cámara de Comercio de Barcelona y Barcelona Global.
Nuestro lema es el de Abrimos el mar a todo el mundo. Y esta es nuestra gran misión: somos una cultura y una sociedad de mar, y queremos acercarlo más a la ciudadanía e impulsar el sector náutico catalán, en el contexto de la descarbonización y la Economía Azul, mediante cuatro grandes ejes: formación, sostenibilidad, cultura y deporte. La Copa América es una oportunidad única para todo ello.
La Copa América ha traído a Barcelona un extraordinario componente de innovación, conocimiento, tecnología puntera y sostenibilidad para sus infraestructuras marítimas y para toda la cadena de valor del sector náutico. Todos hemos visto las increíbles embarcaciones que están compitiendo, es algo increíble para el espectador. Eso es solo el resultado final que ve el gran público de un evento clave de gran impacto económico, social e industrial, que trasciende lo meramente deportivo.
Así es. La Copa América un catalizador extraordinario para el sector náutico catalán en su conjunto en materia de sostenibilidad, innovación, tecnología y conocimiento. Nuestra misión como Fundación es aprovechar al máximo este legado para que tenga un impacto positivo para el sector. Además, como veremos hoy a través de la Ceremonia, nos proyecta al mundo de una forma excepcional.
Como comentábamos, tiene un gran impacto en materia de sostenibilidad, innovación, tecnología y conocimiento para la ciudad y para toda la cadena de valor del sector náutico. En este sentido, me gustaría poner en valor un activo extraordinario que tenemos en nuestra ciudad, y que así nos lo han transmitido los organizadores de la Copa América: nuestra capacidad de tejer grandes consensos público-privados y remar todos en la misma dirección. Eso es menos habitual de lo que pueda parecer. Cuando hay una ilusión colectiva, Barcelona es imparable.
En materia de sostenibilidad, por ejemplo, coordinamos la Mesa Sectorial para la Descarbonización de la Náutica, una iniciativa de colaboración entre administraciones públicas y las empresas catalanas de toda la cadena de valor del sector, desde astilleros hasta embarcaciones, para descarbonizar la náutica y hacerla más competitiva. Varias empresas catalanas, por ejemplo, ya han desarrollado embarcaciones de recreo 100% eléctricas que se han visto navegando por la costa de Barcelona durante esta semanas de la regata. En materia de educación y cultura del mar, tenemos diferentes programas de formación para niños, niñas y jóvenes vinculados a la vela y la navegación. Esta semana empezamos con el proyecto Lliga Blava Escolar en la que los más pequeños podrán introducirse a la vela y competir a nivel regional. Este proyecto lo hacemos con la Federación Catalana de Vela y es uno de los que más orgullosos estamos y que pensamos que dejará más legado.
Esta es nuestra misión. Desde la Fundación trabajamos para que la Copa América no sea un acontecimiento puntual, sino una gran oportunidad de impulsar un sector clave de futuro, profundamente vinculado en la ciudad y en el país, como es la Economía Azul. La regata de vela más prestigiosa del mundo está acelerando proyectos de valor en los ámbitos del deporte, la educación, la ciencia, la sostenibilidad, la tecnología y la cultura del mar. Convertirnos en referentes mundiales de la náutica y, al mismo tiempo, abrir el mar a la ciudadanía creo que es ya una realidad.
Veremos quién es el ganador. Próxima edición o no, sin duda hemos abierto la puerta a que pasen más encuentros de vela y que participe el máximo de personas posible, con el propósito de mirar y disfrutar del mar con respeto.