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Las ventas de embarcaciones crecen un 2,2% en España en 2023

Nueva convocatoria de ayudas a empresas y ‘startups’ para modernizar los puertos

La náutica recreativa espera en 2024 la adecuación de la ley a su sector

por Glòria Ayuso

El sector de náutica recreativa confía en que la normativa que rige su funcionamiento, ahora integrada de forma genérica en la Ley de Navegación y el Reglamento de Ordenación Marítima, especifique su actividad e introduzca distinciones que faciliten sus operaciones este 2024. Con el objetivo de actualizar las normas que rigen el transporte marítimo español a la regulación internacional y europea y adaptarlas a las nuevas necesidades del transporte marítimo, el Consejo de Ministro aprobó en marzo del año pasado el anteproyecto de Ley de Modificación del Texto Refundido de la Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante, así como la Ley de Navegación Marítima.

La ley sigue ahora su curso parlamentario, a la espera de que en julio entre en vigor el nuevo reglamento de ordenación, como indica el director general de la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN), Jordi Carrasco, en una carta que ha remitido este mes de enero a todos sus asociados.

Registro especial

La ley prevé la creación del nuevo Registro Especial de Buques y Embarcaciones de explotación comercial y para empresas navieras de recreo, situando las oficinas de gestión en las Capitanías Marítimas de Ceuta y Melilla, con la finalidad de favorecer el pabellón español de este importante sector, según comunicó el Gobierno tras su aprobación. El registro también incluirá a las motos náuticas. Con ello se quiere lograr poner fin a la disparidad de formas de inscripción existentes en la actualidad, y lograr además un despacho simplificado, que permita entre otras cosas agilizar los trámites administrativos para el arrendamiento náutico.

Por otra parte, desaparece el régimen obsoleto de importación y exportación de buques y, en su lugar, se crea el ámbito propio de la navegación de recreo. Como consecuencia, los buques o embarcaciones de recreo abanderados en otros estados pero de propietarios que residan en España estarán sujetos a las normas nacionales de seguridad y de protección del medio marino.

Abandono de embarcaciones

Asimismo, el Gobierno también se propone añadir un nuevo capítulo sobre certificación pública de los expedientes en materia de abandono de embarcaciones de recreo, que pretende solventar el grave problema económico y medioambiental para los puertos y otras instalaciones náutico-deportivas que supone el elevado número de impagados y abandono de embarcaciones.

ANEN reclama además la elaboración de un Reglamento General de la Navegación Deportiva y de Recreo para una simplificación de la normativa, actualmente dispersa en diversos reales decretos y otras normas administrativas.

Vivir con intensidad

La asociación considera que 2024 será un buen año, debido a que la industria del ocio seguirá creciendo y la náutica de recreo tiene un papel protagonista porque permite disfrutar del entorno y vivir con intensidad el tiempo libre.

La formación de profesionales especializados, el impulso a la obtención de titulaciones náuticas y el fomento del deporte y turismo náutico son aspectos que impulsa ANEN, que contempla la necesidad de una descarbonización de la industria náutica que debe ser progresivo, apoyada en la evolución tecnológica para alcanzarla de forma efectiva para todo tipo de embarcaciones e instalaciones. Este aspecto será uno de los temas que centrarán el próximo Congreso Náutico, que se celebrará el 7 y 8 de marzo en Bilbao.

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La economía azul demanda nuevos perfiles profesionales

por Glòria Ayuso

El impulso de la economía azul, considerada estratégica en Barcelona y una oportunidad para muchas poblaciones costeras, está generando una demanda de nuevos perfiles profesionales que no siempre son fáciles de encontrar. La emergencia de este sector que busca una relación más sostenible con el mar requiere de nuevas aptitudes y habilidades que las empresas deben incorporar.

El Ayuntamiento de Barcelona, a través de Barcelona Activa, ha diseñado formaciones específicas para cubrir estas necesidades, dirigidas tanto a personas en paro en busca de nuevas oportunidades como para las que desean especializarse.

Instituciones públicas y privadas

Marinero de puerto, mantenimiento de instalaciones marinas, manejo de embarcaciones de salvamento, gestión del comercio internacional en el ámbito portuario u otras más específicas relacionadas con las energías renovables marinas son algunas de las formaciones en marcha. Los conocimientos se imparten en grupos habitualmente de 15 alumnos y mediante la participación de expertos en estos sectores, procedentes de instituciones públicas y privadas como el Institut de la Nàutica, el Port Olímpic, Escola Port FP del Mar, la Federació Catalana de Vela y Raley Estudios Costeros, entre otros.

Estos cursos se iniciaron en 2022 y, desde entonces, algunos se han repetido hasta tres veces debido a la gran demanda. No obstante, las plazas ofertadas, por el momento un total de 135, se ajustan a las necesidades reales de las empresas, como indica la directora de formación de Barcelona Activa y del Pla Estratègic d’Ocupació, Lorena Ventura, ya que el objetivo es responder de una forma efectiva al mercado de trabajo.

El tirón de la Copa América

Así lo constata la concejal de Promoció Econòmica i Treball del Ayuntamiento de Barcelona, y presidenta de Barcelona Activa, Raquel Gil, para quien los diferentes cursos de economía azul están permitiendo que muchas personas obtengan trabajos relacionados con los ecosistemas marinos y actividad económica relacionada con el mar, que las empresas demandan cada vez más. El próximo año, la llegada de la Copa América de Vela será un buen ejemplo, ya que generará nuevos puestos de trabajo de calidad, añade Gil.

Para definir el nuevo programa de formaciones de 2024, Barcelona Activa está trabajando además con el Port de Barcelona y el sector privado en la localización del tipo de perfiles que más demandan las empresas. Precisamente, el puerto cuenta con una Mesa de Formación y Ocupación que integra a Barcelona Activa. En este espacio, escuchamos para después planificar y elaborar las acciones formativas, explica la directora de formación.

Perfiles muy diversos

Trabajar con el sector ha permitido advertir desde un inicio que la economía azul engloba actividades muy diversas, cada una con distintas necesidades formativas. Se distinguen así los subsectores de ocio y deporte; transporte de mercancías y personas; pesca y acuicultura; e investigación y recursos marinos.

A ellos se suman además los servicios de puerto, que integran actividades tan diversas como el mantenimiento y reparación de embarcaciones, la gestión de tráfico portuario y del comercio internacional, entre otras muchas. Según su complejidad, las formaciones pueden ir desde las 16 horas hasta las 345 horas.

Aun así, en todos ellos existe una necesidad común: dominar los idiomas en este sector es esencial, y hemos detectado que suele ser una carencia, explica Ventura. Es por ello que todas las formaciones incorporarán el inglés, con especial atención al vocabulario específico en cada una de las materias.

‘Maritimizar’ los oficios

El análisis sobre los perfiles profesionales que requiere la economía azul ha desvelado a la vez que también se requiere ‘maritimizar’ los oficios tradicionales. Se demandan pintores, carpinteros, lampistas, electricistas pero con conocimientos adicionales sobre cómo trabajar los materiales aptos para el mar o sobre las circunstancias que rodean al entorno marítimo.

Un carpintero marítimo puede trabajar en una carpintería tradicional, pero uno tradicional no puede desempeñarse igual en el mundo marítimo, y con su conversión puede cobrar mucho más, explican desde Barcelona Activa. De la misma forma, la economía azul y el sector marítimo también está demandando personal técnico e ingenieros para atender al gran desarrollo tecnológico que está experimentando este sector.

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por Glòria Ayuso

El sector marítimo avanza cada vez más hacia su plena profesionalización. El consignatario de buque, una figura clave en las operaciones de un barco a su llegada al puerto, ha sido reconocida como cualificación profesional y cuenta finalmente con una formación reglada.

Esta persona se encarga de dirigir las operaciones de entrada y salida del puerto y de gestionar todas las necesidades que pueda tener en su escala. Juega un papel crucial en la logística y las operaciones: se encarga de los trámites aduaneros, el aprovisionamiento, maneja las contingencias y las situaciones imprevistas, explica Beatriz Orejudo, CEO de Lantimar Group y que ha encabezado el equipo de cinco personas expertas que han diseñado cómo deben ser los nuevos estudios.

Figura desconocida

Pese a su importancia, esta figura es muy desconocida fuera de la industria marítima. Finalmente, en 2019 se reguló como profesión, lo que condujo a que el Instituto de Cualificaciones se interesara en ella y designó a las personas que debían definir los contenidos de la cualificación profesional. Tras su publicación en el BOE este verano, la Asociación Española de Consignatarios de Buques (ASECOB) trabaja con la Subdirección General de Ordenación e Innovación de la Formación Profesional para determinar los requisitos de acceso a la profesión y formación.

Tal y como ha publicado el BOE, la nueva educación reglada es la de FP III, Técnico Superior en Consignación de Buques. Con 780 horas lectivas, la formación incluye la gestión administrativa del comercio internacional, la gestión del atraque o fondeo del buque y su operativa en puerto e inglés.

Atender imprevistos

En su día a día, esta persona trabaja de forma muy intensa cuando el barco llega y hasta que sale del puerto, cubriendo todas sus necesidades, y atendiendo a toda clase de imprevistos. Debe tener habilidad para manejar situaciones de emergencia, en las que es importante mantener la calma, explica Orejudo. Puede pasar, por ejemplo, que el buque tenga problemas con el abastecimiento de agua porque no le funcionen los sistemas de generación y haya que avisar a técnicos y también proveer el barco con un cargamento de agua; o que haya una persona grave a bordo que necesite una ambulancia.

Hay que hacer frente a muchas situaciones, las personas que se dedican a ello pueden contar mil y una anécdotas, afirma la responsable de configurar la formación. Tanto, que incluso a veces el barco se ha ido del puerto con la consignataria a bordo, y una lancha la ha tenido que ir a recoger.

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El programa B-Blue de emprendimiento premia a dos empresas que benefician al ecosistema marino

por Glòria Ayuso

Un proyecto sobre baterías para embarcaciones, Solar Box, y otro que permite limpiar residuos biológicos en el mar sin la utilización de químicos, Titanium Technology, son los galardonados de la segunda edición del programa B-Blue de aceleración empresarial del Ayuntamiento de Barcelona, que promueve el emprendimiento basado en iniciativas que benefician al ecosistema marino.

El ayuntamiento impulsa a través de Barcelona Activa, y en colaboración con Costa Cruceros y el Port de Barcelona, un programa alineado con la estrategia de la ciudad de promover iniciativas empresariales de economía azul capaces de impulsar la actividad marítima sostenible, crear nuevos empleos y aumentar la competitividad empresarial.

Beneficio para el ecosistema y potencial de negocio

Solar Box, que ha desarrollado una tecnología propia para la movilidad eléctrica en la náutica, ha recibido el reconocimiento al proyecto más innovador, otorgado por el puerto. Por su parte, Titanium ha desarrollado una nueva tecnología permite mantener estructuras acuáticas libres de incrustación biológica a lo largo del tiempo sin necesidad de biocidas, dosificación química o cualquier otra de las soluciones que se emplean en la actualidad y que pueden generar daños al medio ambiente.

Esta propuesta ha sido considerada el proyecto más sostenible, en este caso, de la mano de Costa Cruceros. Los dos proyectos han recibido un cheque con un valor económico de 10.000 euros por representar un beneficio para el ecosistema marino y tener a la vez un alto potencial de negocio.

Los ganadores forman parte de las 12 ‘startups’ que han participado en esta segunda edición del programa B-Blue, que anima al emprendimiento y la creación de nuevas empresas relacionadas con la sostenibilidad del ecosistema marino, que ya ha lanzado su tercera edición. Los participantes han recibido sesiones de formación, networking, tutorías personalizadas y mentoría, llevadas a cabo a través de socios del programa como son la Universitat Politècnica de Catalunya, el Clúster Náutico, Sustainable Ventures, Aigües de Barcelona y Aticco.

23 proyectos acelerados

El B-Blue ha lanzado en sus dos ediciones un total de 23 nuevos proyectos, que tienen como denominador común la innovación y la sostenibilidad de los océanos. Precisamente, Barcelona acoge el congreso Tomorrow. Blue Economy, del 7 al 9 de noviembre en el marco del Smart City Expo World Congress, dedicado a presentar nuevas propuestas relacionadas con el mar y la sostenibilidad.

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La economía azul busca reforzar vínculos entre sectores y darse a conocer

por Cristina Buesa

Uno de los retos principales de la economía azul es darse a conocer. La diversidad de disciplinas que abarca y la divergencia de ritmos complica trabajar al unísono. El tercer congreso Maritime Hub que se celebra desde este jueves en Barcelona, organizado por BlueNetCat (la red de investigadores capitaneada por la Universitat Politècnica de Barcelona, UPC), aspira a acompasar las iniciativas públicas y privadas, establecer alianzas y aclarar el estado de la cuestión.

La directora de BlueNetCat y vicerectora de Política Internacional de la UPC, Lourdes Reig, ha explicado que son «la bisagra entre el potencial de investigación que hay en Catalunya y lo que ocurre en la sociedad», ha descrito. «Hay un potencial enorme, con un total de 7 instituciones catalanas, 67 grupos de investigación con 700 personas. Una red de expertos con el propósito colectivo de investigar, divulgar y transferir ese conocimiento al tejido económico y social.

Compartimentos estancos

«Si salís de esta sala y preguntáis qué es la economía azul la mayoría no lo sabrán. Es un sector aún poco conocido por la población. Es multidisciplinar porque incluye ramas como la biología o la pesca pero también la economía o el turismo o la antropología. Tienen compartimentos estancos, nuestro reto es que trabajen conjuntamente», ha expresado Reig.

La directora de BluNetCat ha advertido de que dentro de este universo «hay grupos que ya trabajan con tecnologías, cerca del mercado y otros con menos transferencia a la sociedad», según Reig.

Desarrollo sostenible

Tras ella, en el estreno del congreso, ha sido el turno de la Generalitat. El director general de Política Marítima i Pesca Sostenible de la Generalitat, Sergi Tudela, ha destacado que BlueNetCat es la red de transferencia de este ámbito más grande de Europa, «poca broma».

«En 2026 Catalunya abrió un camino nuevo, ambicioso y sin retorno, que tiene que ver con el desarrollo de una política marítima integrada que lleve al desarrollo de los sectores de la economía azul, que sea sostenible. Se trata de un ámbito muy nuevo y emergente, pero lo vamos aterrizando con la práctica», ha defendido.

5% de la ocupación

Tudela ha explicado que, a la espera de contar con datos que cuantifiquen el impacto de este sector tan multidisciplinar, está claro que «Catalunya es uno de los países más dependientes del mar ya que representa un 5% de la ocupación o un 3% del PIB bruto, similar al de países marítimos como Portugal o islas».

El secretario general de la Euroregió Pirineus-Mediterrània, Xavier Bernand-Sans, ha recordado que ya hace 20 años que se trabaja para que Catalunya, Illes Balears y Occitània vayan de la mano. Somos 16 millones de habitantes, la potencia más grande de Europa en investigación sobre el mar, ha proclamado.

Bernard-Sans ha destacado que la BlueNetCat debe atraer a más investigadores aún para cooperar y encontrar socios con los que compartir el conocimiento.

El Mediterráneo, eje vertebrador

El director general de Afers de la Unió Europea de la Generalitat, Gerard Vives, ha subrayado que el Mediterráneo es el eje vertebrador de los retos de la Euroregió, tanto en los ámbitos marinos y marítimos como de impulso a la economía azul.

El biólogo e investigador del CSIC, Rafa Sardà, autodenominado socioecólogo, ha insistido que la economía que tenemos hoy en la sociedad es gris y tenemos que tender al azul, ha proclamado. Ahora tenemos una economía del mar y lo que necesitamos es conseguir que la economía sea azul, la que queremos, la sostenible, de futuro.

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¿Funciona el mercado voluntario de créditos de carbono azul?

por Glòria Ayuso

Las costas de todo el mundo están sufriendo la pérdida de biodiversidad y de la pesca, la eutrofización por la actividad humana y la acidificación de las aguas. Bajo el paraguas de la economía azul se presentan empresas con soluciones para regenerar las costas y los ecosistemas del litoral frente a las ciudades. En muchas ocasiones obtienen financiación a través de los mercados voluntarios de créditos de carbono azul. Pero, ¿están funcionando de forma correcta?

El mercado de créditos de carbono azul funciona de manera similar a los mercados voluntarios de créditos de carbono tradicionales, donde las empresas que generan emisiones de gases de efecto invernadero tienen la oportunidad de compensar esas emisiones invirtiendo en proyectos que, en este caso, tienen como objetivo preservar y proteger el entorno marino y las costas.

Pérdida de credibilidad

El problema es la pérdida de credibilidad que ha sufrido el mercado voluntario de los créditos de carbono, ante empresas que han publicitado su participación pero han invertido en proyectos que a la práctica no contribuyen a la reducción real de emisiones. Lo explica Alan Laubsch, fundador de la empresa GenBlue, en un encuentro celebrado en el marco del congreso Tomorrow. Blue Economy para evaluar los proyectos de regeneración y los créditos de carbono azul. Su empresa se dedica a vehicular inversiones hacia proyectos de restauración natural, teniendo en cuenta que sobre las consecuencias del cambio climático, el 90% de las catástrofes están relacionadas con el aumento del nivel del mar. Sin embargo, tan solo el 10% de la financiación destinada a la emergencia climática se centra en la resiliencia y la adaptación. Es por ello por lo que considera vital regenerar los manglares y los arrecifes, que hacen de barrera natural ante el avance del mar, protegen las costas y son los responsables de la biodiversidad que permite el desarrollo de toda la cadena trófica.

Mercado verificado

Es necesario un mercado transparente y verificado, subraya Laubsch. Él mismo expone las contradicciones que muchas veces se presentan: en algunos lugares, ante la falta de pesca, los propios pescadores locales cortan los manglares regenerados para poder acceder a zonas más alejadas, sin darse cuenta de que están eliminando las enfermerías de la propia pesca. Para resolver estas situaciones, es necesario empoderar a las comunidades para que sea la propia población local la responsable de la conservación de los proyectos, además de su principal beneficiaria.

Existe un problema de descoordinación en el momento de actuar. Hay que crear los proyectos de recuperación junto con las comunidades y los gobiernos, coincide Neal Spackman, director general de Regenerative Resources, empresa con más de 50 años desarrollando proyectos de regeneración en todo el mundo. Para Spackman, el problema ha sido a menudo llevar a cabo las actuaciones con el beneplácito del gobierno pero sin el consentimiento de las comunidades locales, que han imposibilitado una buena integración de los nuevos recursos habilitados, que al cabo de un tiempo desaparecen.

Nuevos criterios

Frente al aumento de una falta de credibilidad, recientemente el Consejo de Integridad para el Mercado Voluntario de Carbono ha introducido nuevos criterios y evaluaciones para establecer un estándar de calidad y transparencia en los programas de acreditación de carbono, asegurando que los proyectos contribuyan a la reducción real de emisiones y al desarrollo sostenible.

Hay que hacer un seguimiento de los proyectos y sus resultados, afirma Anna Lloveras, directora científica de Ocean Ecostructures. Esta empresa, dedicada a la recuperación de la biodiversidad mediante arrecifes artificiales en zonas impactadas por la actividad humana, ha recibido financiación a través de los mercados voluntarios. Para Lloveras, es esencial darse cuenta de la importancia de la restauración de la biodiversidad, que aporta resiliencia. A ello puede ayudar la colaboración y el intercambio entre los científicos, que aportan datos que demuestran la necesidad de regenerar la naturaleza, con las empresas y la ciudadanía, para que toda la sociedad salga beneficiada.

Evitar mayores problemas

Las soluciones basadas en la naturaleza evitan tener que gastar más dinero en la aparición de problemas mayores, según sostiene ECOncret, otra empresa que sustituye los tradicionales bloques de hormigón en puertos y costas por otros cuya composición química y superficie fomentan la regeneración del ecosistema marino y, con ello, de la cadena alimentaria. Uno de los retos es demostrar en el presente cómo este tipo de inversión revertirá de forma positiva en el futuro. La educación es básica y, por ello, enseñamos a los estudiantes cómo logramos que la naturaleza se desarrolle en las infraestructuras, que siempre seguiremos necesitando, explica el director general de la compañía, Pablo Tedone.

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