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A la exitosa ‘startup’ Ocean Ecostructures, con una veintena de profesionales, se ha sumado Barcelona Clúster Nàutic y CTNaval mientras los gestores del espacio esperan cerrar hasta una docena antes de febrero

BlueTechPort, un mar de startups’, empresas innovadoras y centros tecnológicos

El BlueTechPort, hub de economía azul del Port de Barcelona, acogerá antes de febrero una docena de empresas

por Cristina Buesa

El BlueTechPort leva anclas en el Port de Barcelona. El hub de economía azul ya cuenta con tres empresas y asociaciones que han arrancado la actividad en los tinglados de Sant Bertran, unos antiguos almacenes industriales en desuso que se han acondicionado parcialmente para acogerlas lo antes posible. World Trade Center, como gestores de los activos inmobiliarios de la autoridad portuaria, se ocupan del impulso de este espacio de innovación.

El Moll de Sant Bertran está a medio camino entre el propio edificio del World Trade Center y el Moll de Ponent, donde ahora mismo se concentra la actividad de cruceros que van a las Illes Balears. Allí es donde, desde hace solo dos semanas, se ha instalado la ‘startup’ Ocean Ecostructures con una veintena de profesionales. La exitosa firma fundada por Ignasi Ferrer, Mireia de Mas y Anna Lloveras, ha sido un importante reclamo para captar la incorporación de las dos siguientes: Barcelona Clúster Nàutic y CTNaval.

Cimientos del ecosistema

«Una de las virtudes de empezar ya en la nave norte es que las compañías, centros de investigación, asociaciones, ‘startups’ y emprendedores de economía azul pueden construir sus relaciones, impulsar proyectos en común y fabricar los cimientos del ecosistema que estamos creando», describe la directora de Innovación de World Trade Center, Rita Almela.

Incorporada a la empresa en junio, Almela se muestra entusiasmada con lo que el BlueTechPort puede suponer para Barcelona. La apuesta de la ciudad y del puerto por este sector se traduce en varios proyectos que verán la luz a corto y medio plazo, como el Parque de Tecnología Marítima o el Barcelona, Mar de Ciència impulsado por el Institut de Ciències del Mar-CSIC. Entre los tres suman 142 millones de euros de inversión, con los 50 millones del hub de Sant Bertran.

Dos firmas internacionales más

La responsable del nuevo equipamiento emprendedor muestra las dos plantas en las que se han repartido los inquilinos recién llegados a la nave. La han habilitado y preparado los espacios de trabajo y equipado para dar servicio a las ‘startups’, investigadores y asociaciones que lleguen. Calculan que antes de febrero podrían sumar ya una docena. El goteo de nuevas firmas será contínuo en las próximas semanas, con la incorporación inminente también de dos empresas internacionales, una americana y una británica.

Pero para Almela era importante echar a andar, aunque el BlueTechPort acabe siendo en 2027 un espacio de 25.000 metros cuadrados que ocupe las seis naves industriales que hay en Sant Bertran. El proyecto lo está elaborando el despacho de arquitectos b720 y está previsto que las obras empiecen a finales del 2025.

«Aprovechar la oportunidad»

«Había que aprovechar la oportunidad y apostar por el sector», opina la directora de Innovación y Estrategia de Negocio del Port de Barcelona, Emma Cobos, una de las personas que más tiempo lleva remando en esta dirección. El hub de economía azul se estrenó junto a Tech Barcelona en el Pier 01 en julio de 2023 y, con 18 empresas, se ha quedado pequeño. Ahora es cuando realmente vivirá su expansión.

Cobos ha investigado iniciativas similares en otros puertos del mundo y está convencida de que la potencia de la capital catalana en el Mediterráneo dará sus frutos en el BlueTechPort. «Hay demanda y estamos satisfechos», prosigue la directiva de la autoridad portuaria, «se trata de empresas vinculadas a los océanos que trabajan con importantes retos como la descarbonización. Nuestro sector es muy tradicional, así que este espacio les servirá para ponerse las pilas, por ejemplo instalando sus unidades de innovación», razona.

Ayuda en la financiación

Rita Almela, con experiencia laboral en el Silicon Valley, Londres o América Latina, añade también que la propuesta de valor que ofrecen a las empresas ‘azules’, a los centros de investigación o a las ‘startups’ no es solo agruparlas en un espacio de trabajo común para que se relacionen mejor. La voluntad del BlueTechPort es acompañarlos en la búsqueda de financiación para sus proyectos; organizar foros de debate; impulsar la transferencia del conocimiento conectándolos con las universidades, entre otras ideas.

Una de las primeras citas será en un par de meses, con una convocatoria de «Día del talento» en el que se citará a un centenar de estudiantes universitarios para que las empresas residentes en el BlueTechPort busquen vías de colaboración y, porqué no, futuros profesionales de la pujante economía azul.

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Pretenden crear un edificio icónico, que se convierta en un referente arquitectónico en Barcelona y, además, un ejemplo a seguir en clave de sostenibilidad. El despacho b720 Fermín Vázquez Arquitectos ganó el concurso convocado por World Trade Center ahora hace un año. Tuvieron claro que querían presentar una propuesta «arriesgada y rompedora», un complejo coherente con lo que iba a albergar: ‘start-ups’, centros de innovación, investigadores, empresas punteras en economía azul. El responsable del proyecto y socio, Albert Freixes, revela que su objetivo es que el BlueTechPort sea un ‘faro’, un modelo en clave ambiental.

Ahora mismo las tres primeras empresas del hub de economía azul del Port de Barcelona ocupan la nave norte, uno de los seis antiguos almacenes industriales en desuso que hay junto al Moll de Sant Bertran, a 800 metros del World Trade Center. Es lo que se conoce como la fase 1 del proyecto, porque la fase 0 han sido los espacios que compartían en el Pier 01 de Tech Barcelona desde julio de 2023.

Un espacio muy flexible

El gran paso se da ahora con la llegada de Ocean Ecostructures, Barcelona Clúster Nàutic y CTNaval, seguidas de otras ‘startups’, compañías innovadoras y centros de investigación, que se sumarán en breve hasta llegar a la docena en febrero, estiman sus responsables. «Nos interesaba idear un espacio en el que sus ocupantes pudieran relacionarse mucho entre ellos. Será un edificio muy flexible, porque en su interior pasarán cosas que ahora no podemos ni imaginar. Queremos que pueda evolucionar, con laboratorios, oficinas abiertas, muchos espacios de terrazas ligadas a auditorios, zona de exposiciones o restauración», describe el arquitecto Freixes.

Todo el BlueTechPort ocupará un total de 25.000 m y, además de mantener la estructura actual de los edificios y sus bóvedas, las seis naves se conectarán entre ellas para favorecer esa comunicación. Está previsto que las obras empiecen a finales del 2025 y que se completen en 2027. Mientras, la voluntad de World Trade Center y el puerto de Barcelona es ir sumando actores: su previsión es que acaben trabajando allí entre 2.500 y 3.000 personas.

Un volumen denominado «el faro»

Otro de los elementos destacados de la propuesta arquitectónica de b720 es la construcción de un volumen que se denominará «el faro» y que emergerá sobre las seis bóvedas, como una torre. Allí, según consta en el proyecto, se concentrarán los metros construidos. Será muy diáfano, con grandes vidrieras por donde penetrará la luz a los espacios comunes. La apertura entre los compartimentos y la vegetación interior será otro de los rasgos característicos del hub de economía azul de Sant Bertran.

«Estamos diseñando un sitio lleno de profesionales que trabajan por la sostenibilidad del planeta y nos avergonzaría que el edificio no estuviera alineado con esa misma filosofía», prosigue Albert Freixes. «Los impulsores del BlueTechPort apuestan por ello, son ambiciosos de verdad y han aplaudido todas las propuestas que les hemos hecho en materia medioambiental, a pesar de que suponga inicialmente un mayor coste en la construcción», describe el arquitecto, cuyo equipo ha trabajado en proyectos como la estación de La Sagrera, los Encants o el nuevo SEM de Bellvitge.

Cero emisiones

La autoridad portuaria lleva años implementando medidas para reducir su huella de carbono. Hace pocos días sus responsables de este ámbito explicaron que, para conocer al detalle las emisiones, también cuantificarían las de las obras que ejecutan. En el futuro hub de innovación del Moll de Sant Bertran, b720 ha elegido materiales reutilizables, construyendo en seco con técnicas poco usadas en Catalunya o creando un edificio que, a la larga, pueda ser desmontable.

También se instalarán más de 4.000 m de paneles solares fotovoltaicos, sistemas de cogeneración como la hidrotérmica, para aumentar el rendimiento de los equipos de climatización o se recogerá el agua de lluvia en la cubierta. «Nos gustan los edificios complejos que tengan relación con la ciudad», concluye Albert Freixes, que avanza que, cuando el icónico edificio del BlueTechPort sea una realidad, se crearán nuevas conexiones con el puerto, Montjuïc y hasta la Marina del Prat Vermell.

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Emana pasión con lo que hace. Se planta delante de la pizarra de la gran sala y describe una a una qué significa cada una de las cifras. «Ahora mismo tenemos 249 cajas instaladas pero solo cuentan 148, porque hasta que no llevan seis meses no las valoramos», detalla Ignasi Ferrer. Es el cofundador de Ocean Ecostructures, la primera ‘startup’ instalada en el BlueTechPort, el centro de innovación sobre economía azul recién estrenado en los tinglados del Moll de Sant Bertran.

El también consejero delegado de la empresa, que en sus cuatro años de vida colecciona reconocimientos y premios internacionales, se refiere a las cajas que instalan bajo el mar, en infraestructuras como puertos, marinas o conductos submarinos, para recuperar la biodiversidad. Es decir, sus estructuras permiten que animales y plantas marinas se sitúen y vivan allí y, tienen comprobado, eso regenera los mares y océanos. Es lo que monitorizan y anotan también en su pizarra, gracias a drones submarinos y el uso de Inteligencia Artificial (IA) para el análisis y reporte de datos.

Una aplicación reveladora

Una aplicación en el móvil, abierta a todo el mundo, descubre dónde están situados estos dispositivos y, lo que es más importante, cómo funcionan, narra Ferrer. En las enormes mesas compartidas de trabajo de la segunda planta de la nave norte de los tinglados de Sant Bertran, biólogos, físicos, economistas, químicos… hasta 20 profesionales bucean en sus ordenadores en decenas de proyectos.

«Conocíamos a Ocean Ecostructures porque hemos coincidido estos años en varios foros con ellos», explica la directora de CTNaval, Noelia Ortega, la segunda de las inquilinas del BlueTechPort. Su asociación empresarial sin ánimo de lucro constituida por empresas del sector marítimo y naval se dedica a «resolver retos de la economía azul», por ejemplo, aclarar por qué se producen fenómenos meteorológicos extremos. Formar parte del centro promovido por el Port de Barcelona es una forma de estar aún más cerca de estos desafíos.

Barcelona, un polo importante

Tienen la sede en Cartagena (Murcia), con unas 80 personas, pero muchas otras están repartidas en Santander, Vigo o las islas Canarias… y ahora en Barcelona. «Esta ciudad ya se ha convertido en un polo importante para nuestro sector porque hay muchos actores y organizaciones vinculados. Nos dimos cuenta de que queríamos sumarnos, sin duda», relata la responsable de CTNaval.

La entidad comparte ya espacio en el primer piso del BlueTechPort con Barcelona Clúster Nàutic. Su directora, Clàudia Parera, que se incorporó al cargo en octubre, solo ve ventajas a instalarse en Sant Bertran. Hasta ahora estaban ubicados en la Cambra de Comerç, pero el hub de innovación gestionado ahora por World Trade Center incentivará las relaciones entre las 60 empresas náuticas (marinas, clubs, firmas de mantenimiento de embarcaciones, centros de estudio…) que representa y con el entorno.

Nuevo espacio en 2027

Parera defiende que, cuanto más bien relacionado esté el ecosistema ‘azul’, más crecerá. La nave norte, una de las seis de los tinglados construidos en los años 60, es de momento una ubicación provisional, pendientes de unas obras que reformarán todo el complejo de 25.000 metros cuadrados con un proyecto de b720 Arquitectes, que verá la luz en 2027.

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La sucesión de iniciativas para descarbonizar el Port de Barcelona es constante. Proceden tanto de la propia autoridad portuaria como de sus ocupantes. La electrificación de los muelles es tal vez la muestra más gráfica, pero terminales de contenedores, empresas de transporte e industrias suman proyectos de mayor o menor calado que también ayudan. No obstante, valorar si ese esfuerzo es suficiente solo es posible si se puede comparar año tras año. Eso es lo que pretenden los responsables del puerto con el primer estudio global de la huella de carbono que genera su actividad, cifrado en casi medio millón de toneladas de CO2 equivalentes en el 2022.

Para lograr esta cifra, desde la infraestructura han sumado todas las actividades que se desarrollan en su interior, tanto por parte de los propios barcos (en el amarre, la maniobra o el fondeo); las concesiones (tanto las industriales como terminales de contenedores o vehículos, cruceros, ferris) o bien por el transporte terrestre (en las terminales o bien para trasladar residuos). El director de Sostenibilidad Ambiental y Transición Energética del Port de Barcelona, Hèctor Calls, ha tildado el cálculo de «ambicioso», que han realizado con la consultora DNV siguiendo los parámetros de la norma ISO 14064, que sigue estándares internacionales que garantizan la fiabilidad de los datos. Es el primer puerto del Mediterráneo que lo hace.

Datos más fieles

En Barcelona se habían calculado anteriormente los gases con efecto invernadero que se generaban en la infraestructura portuaria. No obstante, esos inventarios anteriores, ha explicado el responsable, no eran lo suficientemente fieles a la realidad. Por eso esta vez han querido sumar la actividad logística, la industrial, lo que ocurre en el Port Vell, qué emiten las embarcaciones auxiliares (los prácticos), la recogida de residuos, las obras que se ejecutan o el transporte de pasajeros y trabajadores, entre otros. Todas estas nuevas acciones añadidas al cómputo del 2022 han supuesto pasar de 349.399 a las 495.355 toneladas de CO2 equivalentes de la foto final.

Han preferido encajar ahora que hay más cosas a agregar en la huella de carbono del Port de Barcelona, en un «ejercicio de transparencia», ha añadido el responsable de transición energética de la administración portuaria, Maurici Hervàs. Quieren conocer si el plan de electrificación de los muelles, la implantación de energía fotovoltaica o el uso de combustibles limpios como el hidrógeno, por citar los ejemplos más relevantes, tienen resultados en los ejercicios siguientes, con el objetivo de alcanzar las cero emisiones en 2050.

Clientes exigentes

Además, ha añadido Calls en la presentación del estudio de la huella de carbono este jueves en el World Trade Center, hay empresas que aún piden más, es decir, que exigen al puerto que redoble los esfuerzos para reducir las emisiones y así lograr antes sus metas propias, por ejemplo en 2040. «Hay grandes compañías que nos piden medidas para llegar antes y, otras futuras que, en función de si un puerto como el nuestro tiene proyectos de descarbonización en marcha, optan por elegirnos. Es cuestión de competitividad y quien no lo haga quedará a la cola. Es cierto que hay una fuerte inversión detrás, pero a la larga tendrá resultados positivos en mundo cada vez más exigente», ha reflexionado el director de Sostenibilidad Ambiental.

A la hora de desgranar el casi medio millón de toneladas de emisiones, el estudio revela que el principal contribuyente son los barcos, que en el atraque, la maniobra y el fondeo generan el 64%, encabezados por los portacontenedores y tanques y seguidos por cruceros y ferris. En segundo lugar, con un 29%, están las concesiones portuarias (las propias terminales, naves logísticas, actividades industriales, servicios portuarios y concesiones del Port Vell). Las obras y la gestión de residuos, con un 4%, y la movilidad terrestre, con el 3%, completan la lista.

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El Port de Barcelona ha adjudicado por 19,15 millones de euros a la unión temporal de empresas (UTE) Spark Ibérica y Elecnor la construcción de la nueva subestación eléctrica que será clave para la red de electrificación de sus muelles para hacer llegar el sistema Onshore Power Supply (OPS) a las terminales. Es lo que se conoce como el plan Nexigen, que ha desarrollado un ambicioso despliegue durante los próximos años en la infraestructura portuaria con el objetivo de descarbonizarla y que cuenta con un presupuesto de 200 millones de euros en total.

En un comunicado, la administración portuaria ha informado de que su consejo de administración ha aprobado el trámite, que se realizará en formato «llave en mano», lo que supone que las compañías adjudicatarias se encargarán de la redacción del mismo, y de la dirección y la ejecución de las obras, así como del mantenimiento y la operación de la subestación hasta un máximo de cinco años después de su construcción.

Transformar la electricidad

Los trabajos consisten en la construcción de una nueva subestación y el despliegue de una línea de alta tensión soterrada que la conectará con la subestación Cerdà que gestiona Red Eléctrica. Esta nueva subestación permitirá transformar la electricidad que llega en alta tensión (220kW) de la red en media tensión (25 kw), la que necesitan las OPS que el puerto está instalando en sus terminales. Además, se construirá una red de media tensión que unirá este equipamiento con las terminales para poder electrificar las de cruceros y ferris.

El objetivo de estas obras es suministrar energía limpia a los barcos y que estos puedan parar sus motores auxiliares mientras están atracados, lo que reduce las emisiones contaminantes. El puerto calcula que cuando estén electrificados todos los puntos donde atracan cruceros, el Moll Prat y las terminales de ferris del Moll de Sant Bertran y el Moll de Costa se eliminarán 66.000 toneladas de C02 y 1.234 toneladas de NOx.

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El camino a la descarbonización del Port de Barcelona dará un nuevo paso en enero. Dentro de dos meses, los ferris que atraquen en la terminal Grimaldi del Moll de Sant Bertran podrán apagar sus motores y conectarse a la corriente eléctrica gracias al sistema Onshore Power Supply (OPS) que la infraestructura portuaria ya usa con éxito en la terminal de contenedores Hutchison Ports BEST desde el verano.

Los dispositivos, según ha informado la autoridad portuaria en un comunicado este viernes, ya han llegado a su destino, con lo que los ferris de la naviera italiana funcionarán solamente con la electricidad de origen renovable que les suministrará el OPS, reduciendo así las emisiones y el ruido que generan.

Dos años en fase piloto

La llegada del OPS ha estado precedida por los trabajos de obra civil que han permitido hacer llegar la red de media tensión hasta la terminal y desplegar las conexiones del OPS hasta el muelle. El OPS estará montado a mediados de diciembre con la llegada del Cable Management System (CMS), diseñado para integrarse en la operativa de la terminal y poder conectar los diferentes ferris que atracan.

Como en el caso del OPS de la terminal BEST del Port de Barcelona, el primero del Mediterráneo en una terminal de contenedores, el de la terminal Grimaldi funcionará los dos primeros años en fase piloto, permitiendo a los operarios de la terminal y del puerto conocer las necesidades de este servicio pionero, avanzando conjuntamente hacia la descarbonización.

Mejor calidad del aire

El recién nombrado presidente del puerto, José Alberto Carbonell, ha destacado la importancia del OPS de la terminal de Grimaldi, haciendo énfasis en su proximidad a la ciudad. Con el OPS no solo haremos más sostenible la actividad portuaria, sino que contribuimos a mejorar la calidad del aire de la ciudad disminuir el ruido donde podemos tener más impacto, en los muelles más cercanos al centro, ha subrayado Carbonell.

En el mismo comunicado, el consejero delegado de Grimaldi en España, Mario Massarotti, ha asegurado que «este es un paso más hacia una operativa de cero emisiones de todos nuestros ferris que hacen escala en Barcelona. Tanto los Cruise como los ECO, barcos que sirven las rutas con Italia, cuentan con un sistema de baterías que permite apagar los motores cuando los barcos están en puerto. Gracias a esta nueva infraestructura, también los ferris de Trasmed, compañía del grupo que sirve el mercado de las Illes Balears, dejarán de emitir en el puerto».

Acuerdo del 2022

Coincidiendo con los trabajos de instalación del nuevo sistema, Grimaldi ya vuelve a operar su ferri ‘Ciudad de Palma’, que ha sido modificado para poder conectarse al OPS. Gracias a ello, previsto en el acuerdo que Grimaldi y el Port de Barcelona firmaron en febrero de 2022, se podrá realizar conexiones diarias ya desde su entrada en funcionamiento, maximizando el ahorro de emisiones.

El OPS ha sido desarrollado por VINCI Energies Spain, adjudicataria del contrato para instalar el sistema en formato «llave en mano» y con una amplia experiencia internacional desplegando OPS como el que se está instalando en Sant Bertran. El OPS dará servicio a dos puntos de atraque para ferris de la terminal y con una potencia inicial de 4MVA, ampliable hasta 6,5MVA, está diseñado para adaptar la tensión y la frecuencia a las necesidades de cada barco, han descrito en el mismo comunicado.

3,5 millones de coste

Con un coste de 3,5 millones de euros, el OPS de la terminal de Grimaldi ha sido financiado en parte a través del Programa de Apoyo al Transporte Sostenible y Digital del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Durante los próximos cinco años y con una inversión superior a los 200 millones de euros, la autoridad portuaria desplegará gracias al plan Nexigen sistemas OPS para electrificar sus principales muelles.

Este despliegue no solo instalará OPS en las principales terminales de la infraestructura, también implicará la construcción de una nueva subestación eléctrica a partir de la cual se desplegará una nueva red de media tensión por todo el puerto, incluyendo una canalización submarina para conectar los suministros del Moll de l’Energia y el Moll Adossat, que permitirá la electrificación de las terminales de cruceros.

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La terminal de contenedores del Port de Barcelona Hutchison Ports BEST logró el año pasado una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de un 58,73% en procesos logísticos respecto al año 2021. Entre las medidas medioambientales y de eficiencia energética implementadas, han asegurado desde la compañía, se incluyen la compra de energía eléctrica de fuentes renovables, la instalación de paneles solares, la optimización del sistema operativo de la terminal, el cambio a iluminación LED y la adquisición de maquinaria eléctrica e híbrida.

Este trabajo de Hutchison Ports BEST ha sido galardonado con el premio Lean and Green, obteniendo cuatro estrellas por su desempeño en la reducción de emisiones en procesos logísticos. Este reconocimiento europeo se otorga «a las empresas que han demostrado un compromiso excepcional con la sostenibilidad y la reducción de su huella de carbono a través de la optimización de sus procesos logísticos y de transporte», han detallado en un comunicado.

Cero emisiones netas en 2040

El plan de descarbonización de BEST en el puerto de la capital catalana tiene el objetivo de reducir las emisiones GEI un 80% en el 2030 y alcanzar las cero emisiones netas antes del 2040. De hecho, desde la autoridad portuaria siempre se pone como ejemplo de compromiso ambiental a la terminal semiautomatizada del grupo con sede en Hong Kong.

Lean and Green es una plataforma europea de colaboración especialmente dirigida a reducir las emisiones asociadas a la cadena de suministro y, en España, el encargado de otorgar el premio del mismo nombre es la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC). Se trata de una iniciativa internacional «cuyo objetivo es ayudar a las empresas de todos los sectores a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero derivados de las actividades logísticas para alcanzar los objetivos definidos en la Cumbre del Clima en París (COP21) de emisiones neutras en carbono para el año 2050», según Hutchison Ports BEST.

El premio subraya el compromiso continuo de la empresa con la sostenibilidad y su liderazgo en la industria portuaria, han añadido. «Estamos muy orgullosos de recibir este premio. Es un testimonio del gran trabajo y la dedicación de todo nuestro equipo para hacer de Hutchison Ports BEST la terminal más sostenible del sur de Europa y el Mediterráneo» ha opinado el consejero delegado de la firma, Guillermo Belcastro. «La actual reducción de emisiones de BEST se está amplificando con el reciente uso del muelle electrificado al eliminar las emisiones GEI de los buques durante su estancia en la terminal, contribuyendo de esta manera a mejorar la calidad del aire», ha recordado.

67% menos de impacto

Esta iniciativa se engloba dentro de la estrategia de sostenibilidad de la compañía, preocupada por ser una terminal de contenedores limpia y bombear cadenas de suministro sostenibles. El ahorro de emisiones por cada contenedor de 20 pies que pasa por la terminal es de un 67% en comparación con una terminal convencional, calculan.

Desde el año 2021, la empresa verifica el proceso de cálculo de su huella de carbono y la registra en el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico. Este año, han explicado, ha realizado un doble proceso de verificación por la huella del 2023 y la de Lean and Green, con la parte que corresponde a procesos logísticos.

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«El cambio ha sido por voluntad de Salvadó, pero cuando algo va bien no hace falta cambiarlo», ha asegurado Illa en su intervención, para a continuación añadir: «Respeto y valoro que él haya dado un paso al lado». Salvadó, destacado militante de ERC, ocupó cargos de responsabilidad en anteriores Ejecutivos de los republicanos, como por ejemplo el de secretario de Hisenda.

Apuesta por la profesionalidad

Esta manifestación se produce después de que hace unas semanas se produjera un intenso debate en las filas de ERC sobre la conveniencia o no de mantenerse en el ‘sottogoverno’ de los socialistas. El president ha añadido que su Govern «apuesta por la profesionalidad y por el trabajo bien hecho y ese es el mensaje que hay que dar al país», aunque Salvadó rechazó su propuesta y, en cambio, ha dejado entrever que a cambio le propuso que José Alberto Carbonell tomara las riendas del puerto.

Tanto Illa como el resto de intervinientes que ha participado en el acto en el World Trade Center, en el que no ha habido turno abierto de preguntas para los periodistas, han insistido en la buena forma en la que se encuentra el Port de Barcelona. Y el president ha añadido que jugar un «papel esencial» en el propósito de que «Catalunya lidere económicamente España». La proximidad con el aeropuerto y la Zona Franca, además, contribuye a esta generación de prosperidad «que debe ser compartida con la ciudadanía y el resto de territorios».

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<div>La ‘start-up’ Ocean Ecostructures se convierte en la primera inquilina del hub de economía azul del Port de Barcelona</div>
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La ‘startup’ Ocean Ecostructures es, probablemente, una de las empresas de la ciudad que mejor ejemplifica el impulso a la economía azul que se quiere dar desde el Port de Barcelona y el ayuntamiento. Creada hace solo tres años de la mano de un entusiasta del sector, su consejero delegado Ignasi Ferrer, la compañía ya ha desarrollado proyectos de renaturalización de infraestructuras en el litoral catalán, ha sido también elegida para un proyecto internacional para instalar arrecife artificial en la primera isla energética del mundo o ha formado parte del programa de mentoría del programa emprendedor del Nasdaq que eligió a 12 ‘startups’ del mundo.

Con esta carta de presentación, era de prever que Ocean Ecostructures se convirtiera en una de las inquilinas del BlueTechPort. Según ha informado este martes en un comunicado la autoridad portuaria, la firma se instalará en la nave norte de este nuevo espacio parcialmente reformado, a poca distancia del World Trade Center, «que albergará ‘startups’, empresas innovadoras y centros tecnológicos dedicados al diseño y desarrollo de proyectos de economía azul», han explicitado. Hace solo una semana, la firma contaba con un estand en el Tomorrow Blue Economy, a escasos metros del ágora en el que el Port de Barcelona daba a conocer su ambicioso proyecto. Van de la mano porque comparten muchos retos y objetivos.

25.000 metros cuadrados a llenar

BlueTechPort nació en julio de 2023 del embrión del acuerdo entre el puerto y Tech Barcelona. Viendo que el Pier 01 del Palau de Mar se les hacía pequeño para acoger a la gran cantidad de compañías que querían participar del proyecto de economía azul (actualmente son 18) desde la autoridad portuaria no se lo pensaron dos veces y fijaron la vista en los tinglados del Moll de Sant Bertran, que estaban en desuso.

Tal como reconoció en el congreso Tomorrow Blue la directora de Innovación y Estrategia de Negocio del puerto, Emma Cobos, se trata de un ambicioso proyecto que también «asusta» porque se trata de comercializar 25.000 metros cuadrados, previa reforma de los inmuebles, que no estará finalizada del todo hasta 2027. De hecho, meses atrás la propia Cobos viajó a Canadá con una delegación de su administración y de la Generalitat para conocer proyectos de esta envergadura y buscar alianzas.

La transformación de los puertos

Ocean Ecostructures ha desarrollado el Bio Boosting System para facilitar la biodiversidad y regeneración marina de las infraestructuras portuarias y marítimas. Colocan micro arrecifes para crear ecosistemas complejos y resilientes en un corto periodo de tiempo: atraen microfauna, un sustrato natural que maximiza la captación de vida marina, lo que facilita el crecimiento de peces y crustáceos, convirtiendo puertos, parques eólicos y otras infraestructuras submarinas en puntos de regeneración biológica.

Además, la empresa utiliza drones submarinos para monitorizar lo que ocurre bajo el mar y miden todo lo que ocurre, «tanto la biomasa generada, el número de especies nuevas alojadas o la cantidad de CO2 capturado», aseguran. Además, gracias a la inteligencia artificial, el acceso a estos datos es en tiempo real.

Con este sistema, la nueva inquilina del BlueTechPort de los tinglados de Sant Bertran ha instalado más de 250 unidades de bioregeneración y planea colocar 650 unidades más. Con ello, prosiguen, se han acogido 297 nuevas especies, generado más de 3 toneladas de biomasa y capturado 1,1 toneladas de CO2. Su objetivo es regenerar 20.000 espacios marinos en 2030, «transformando las infraestructuras industriales en ecosistemas vivos que promuevan la biodiversidad y contribuyan a la sostenibilidad ambiental». Y su base será el hub de economía azul del Port de Barcelona.

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por Cristina Buesa

Tres semanas después de la clausura de la Copa América de vela y del portazo de Barcelona a repetir como sede, los impulsores de los principales proyectos vinculados a la economía azul en Barcelona aspiran a seguir con el legado de la competición. Responsables de las administraciones y del tejido científico y universitario han intervenido este jueves en el Tomorrow Blue Economy, el foro que se celebra en el marco del Smart City Congress, para reflexionar sobre las lecciones aprendidas tras el evento y, también, pensar en el futuro. Todos han coincidido en que la capital catalana debe mantenerse «sobre la ola» de los proyectos vinculados al océano y la sostenibilidad.

Las reflexiones se han llevado a cabo en dos mesas redondas del Tomorrow Blue Economy, una sobre las «lecciones aprendidas» tras la 37 edición de la Copa América y otra sobre el «legado» de la misma. «Una de las principales cosas que sacamos es que, si vamos a una, todo funciona. Eso es lo que ha ocurrido: el evento ha funcionado y la ciudad lo ha hecho al mismo tiempo», ha analizado el director de Promoció Econòmica del Ayuntamiento de Barcelona, Miquel Rodríguez. Junto a él, el responsable económico de America’s Cup Event (ACE), Albert Vilumara, asentía y aplaudía que la «colaboración» con las autoridades y el hecho de que hayan trabajado «alineadas», con el mismo objetivo, ha sido clave.

Otra hidrolinera en el puerto

Entre las iniciativas de las que todos se sienten especialmente orgullosos está el proyecto de hidrógeno verde para abastecer a los barcos de acompañamiento de la Copa América. El jefe de planificación territorial del Port de Barcelona, Sergi Romera, ha destacado el trabajo que se ha desarrollado para suministrar este combustible en la infraestructura portuaria y ha revelado que están proyectando construir otra hidrolinera en sus instalaciones: «Sabemos cómo hacerlo y los beneficios que aporta esta nueva energía. Esto es legado», ha subrayado.

Rodríguez también ha asegurado que este tipo de proyectos son los que «conectan» con la estrategia de economía azul que se lleva a cabo desde el consistorio. Precisamente una de las personas que más ha desarrollado esos planes es la directora de proyectos estratégicos de Barcelona Activa, Anna Majó, que ha intervenido en la segunda mesa, junto a otra profesional del Port de Barcelona, la directora de innovación y estrategia de negocio, Emma Cobos, que ha hecho lo propio en su organización.

Tanto Cobos como Majó han insistido en que los proyectos de economía azul que han ido viendo la luz en los últimos meses en Barcelona o los que se verán (como el Blue Tech Port) se han impulsado con el acontecimiento deportivo, pero que algunos llevaban tiempo trabajándose. «Ha habido una revolución azul y la Copa América ha acelerado proyectos que teníamos en la agenda. Hemos puesto a Barcelona alineada en los asuntos de sostenibilidad», ha descrito Majó.

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