La Copa América de vela en Barcelona se celebrará de agosto a octubre, pero su impacto busca ser duradero. Hemos realizado acciones que esperamos que tengan repercusión durante los siguientes seis u ocho años, asegura Ignasi Armengol, el director general de la Fundación Barcelona Capital Náutica (FBCN), organismo que reúne a las administraciones y al sector privado y que ha coordinado la organización del evento en la ciudad.

Se espera que tenga incidencia no solo en la ya visible transformación del litoral barcelonés. También en la promoción del deporte náutico y el conocimiento sobre el mar, el impulso a la innovación de la industria náutica catalana, y el fortalecimiento de la industria y el tejido cultural.

Nueva afición

Para empezar, el año 2024 marca el inicio, asegura Armengol, de una nueva afición y amor por la vela desde la base. Coincidiendo con la llegada de Copa América, el Ayuntamiento de Barcelona, la Diputación y la Generalitat han acercado la práctica de la vela a 42.000 escolares en horario lectivo. Será definitiva una nueva acción: la puesta en marcha de una extraescolar para que, al igual que sucede con deportes como el fútbol o básquet, el alumnado acuda dos días a la semana a hacer vela, sin necesidad de formar parte de ningún club. El proyecto implica asimismo crear una liga escolar en la que, como en el resto de los deportes, tras los entrenamientos las poblaciones del litoral compitan entre sí durante los fines de semana.

La Federació Catalana de Vela está coordinando la participación de unos 40 clubs náuticos catalanes en esta iniciativa y la formación del personal necesario, para ponerla en práctica de forma progresiva a lo largo de los próximos dos años.

Huir del elitismo

La Federación Española de Vela quiere extender esta experiencia en toda España, con la idea de crear una competición escolar de ámbito estatal. El clima y el mar que tenemos nos permiten pensar que podemos multiplicar por dos o por tres el número de practicantes del deporte náutico, desmintiendo la idea de elitismo que lo envuelve, incide el director general de la FBCN.

Deporte inclusivo

Asimismo, America’s Cup Event ha colaborado de forma directa en la creación de una escuela de vela de referencia en Barcelona dirigida a personas con algún tipo de discapacidad, bajo la batuta de Fundación Mi Alex. En junio la ciudad ha albergado una nueva competición internacional, la Kakapo Open Race, con la mayor participación hasta la fecha.

La competición ha servido para introducir nuevos proyectos educativos en escuelas de primaria y secundaria, en coordinación con la Conselleria de Educació, vinculando áreas como la biología, la física y las matemáticas con el mar.

Renovación del litoral

Organizar la Copa América en tiempo récord y en un espacio ya urbanizado impedía erigir nuevas infraestructuras. El Ayuntamiento y el Port de Barcelona vieron rápidamente que era la oportunidad para avanzar inversiones previstas hasta 2027. El resultado ha sido la renovación en tiempo récord -como han remarcado en cada inauguración-, de parte importante del Port Vell, el Port Olímpic y los extremos próximos al mar de la Rambla, el Passeig de Borbó y la Vía Laietana.

Innovación tecnológica

El escaparate internacional que es la Copa América llevó a la vez a pensar en la oportunidad para dar a conocer la industria náutica local. Pero rápidamente se topó con la necesidad de impulsar su modernización, en un proceso obligado de descarbonización del sector que se encuentra más avanzado en Francia, Italia y Suecia, que cuentan ya con una incipiente industria de embarcaciones ligeras con motorización eléctrica. Esta semana, el Port Olímpic muestra tres embarcaciones eléctricas fabricadas en astilleros catalanes, a las que se sumarán otras tres hasta octubre. El proyecto ha implicado a seis astilleros y empresas de sistemas eléctricos, baterías y tecnología electrónica.

Plan estratégico

A raíz de esta iniciativa, la Generalitat y Barcelona Activa han creado una mesa estable de descarbonización de la náutica que acoge a todo el ecosistema industrial, incluyendo puntos de recarga, empresas de materiales y que desea incluir también al sector del hidrógeno. Es un espacio de diálogo intersectorial y estratégico, destaca la FBCN. Tras elaborar un estudio de mercado, se prevé crear un plan de acción, que se dará a conocer a finales de año, para poner en práctica durante los dos siguientes.

Nuevos combustibles

Los organizadores de la Copa América también se han comprometido a dejar huella en cuanto a innovación: por una parte, han promovido el desarrollo del primer barco volador con foils impulsado por hidrógeno, que a resultas de ello ya se está comercializando en el mundo. Ello también implica desarrollar las estaciones de carga en puertos de este nuevo combustible, que está llamado a sustituir en el transporte marítimo a los de origen fósil, mucho más contaminantes.

America’s Cup evento y Barcelona Port Innovation también han promovido la creación de un banco de pruebas en la Nova Bocana para la regeneración de la biodiversidad marina. Se trata del proyecto BCN Sota Mar, en el que participa el Aquàrium, que dedica un espacio a esta iniciativa con el fin de hacer divulgación sobre la necesidad de recuperar el océano por las funciones vitales que cumple en la preservación del equilibrio del planeta.

Ceremonia inaugural

Nunca la Copa América había tenido una ceremonia de inauguración, y el de esta edición se propone marcar un antes y un después. Se celebrará el 10 de octubre, y quiere servir para dar un nuevo impulso internacional a la industria cultural y creativa local, como ya lo fue el espectáculo de las ceremonias de inauguración y clausura de los Juegos Olímpicos.

Queremos que se hable de ella en todas partes, afirma de forma contundente. Bajo el título de Barcelona, Far al Món, tendrá lugar sobre el espigon de la Mar Bella y se podrá seguir desde la playa y en televisión, con una previsión de unos 1.000 millones de espectadores. Incluirá innovación en muchos elementos, según avanzan desde la organización, gracias a la integración de la industria de artes escénicas, la de videojuegos, la musical y la audiovisual. Barcelona quiere volver a demostrar que es un referente en estas áreas, asegura el director general de la FBCN.

Participación masiva

Esta ceremonia abierta busca lo que desde el inicio se propone la Copa América de Barcelona: ser la más participativa de todas. Lo persiguen la Regata Cultural que ha preparado el Ayuntamiento, con más de 200 actos paralelos con entidades locales, así como la apertura de los espacios de seguimiento de la competición gratuitos en el Moll de la Fusta, el Race Village y la Plaça del Mar, así como desde la playa.

Coincidiendo con el inicio de la Copa América con una regata preliminar este jueves, los Mossos d’Esquadra han presentado su dispositivo para garantizar la seguridad de esta competición durante los 67 días que dura. Los responsables policiales han dividido cada jornada según un nivel de alerta del uno al tres, siendo estos últimos los de más actividad competitiva y con presencia de público en las zonas destinadas para aficionados.

Los Mossos han previsto, en principio, 20 días de máxima alerta mientras que el resto con regatas o entrenamientos serán de nivel dos. El uno lo dejan para los días de descanso. Para garantizar la seguridad, se ha planteado un dispositivo por tierra, mar y aire en el que unos 400 agentes reforzarán el orden público en el entorno de la Copa América para que de esta forma el resto de efectivos puedan tener bajo control el resto de la ciudad.

Junto con el refuerzo del orden público, los Mossos tienen como «obsesión» evitar cualquier incidente terrorista, por lo que equipos del Grupo Especial de Intervención estarán en una de las barcas policiales en la zona de regatas por si deben actuar rápidamente.

La policía catalana ha diseñado el plan de seguridad de la competición que tendrá un centro de coordinación (CECOR) donde estarán todos los cuerpos policiales y de emergencias que actúan en Catalunya para actuar de forma coordinada desde las respectivas competencias. La operación policial se ha estructurado en tres ejes principales: la protección y prevención adecuada al nivel actual de alerta antiterrorista, prevención y mantenimiento del orden público y la seguridad integral de los participantes y del público asistente.

En este sentido, los Mossos d’Esquadra desplegarán agentes de la Brigada Móvil, del Área Regional de Recursos Operativos y de la TEDAX-NRBQ, la Unidad Canina, el Área del Grupo Especial de Intervención y de la Unidad de Subsuelo. Estos efectivos se encargarán directamente de garantizar la seguridad en el epicentro de la competición del Puerto de Barcelona, donde concentrarán equipos, participantes y organizadores, como ha recordado el comisario Carles Anfruns, responsable del Plan Director de Seguridad de la Copa América de vela.

Anfruns ha asegurado que se trata de «hacer compatible la seguridad de la competición con el día a día de la ciudad» por lo que «es un dispositivo de seguridad pensado en el mar pero sin abandonar la ciudad de Barcelona, que durante la competición celebrará, por ejemplo, las Fiestas de la Mercè».

Policía Integral

Los agentes realizarán tareas de seguridad ciudadana y orden público, de policía administrativa en zona terrestre y ámbito portuario; de ciberseguridad y de protección de las autoridades catalanas. El refuerzo policial de Mossos también estará presente en los puntos de más aglomeración de personas y en el transporte público, incrementando la presencia de las patrullas uniformadas para dar sensación de seguridad.

En este sentido, habrá grupos especiales para la detección de delincuentes multirreincidentes que se dedican a huros y robos con violencia por si están presentes en las zonas de más afluencia de espectadores a la competeción, las dos Fan Zone de la plaza del Mar y la playa del Bogatell, junto a otros enclaves turísticos de la ciudad. Para ello, se contará con el apoyo de la Guàrdia Urbana y la Policia Portuària.

Dentro del Puerto de Barcelona se instalará una Oficina de Atención al Ciudadano que además de tramitar denuncias ofrecerá consejos para prevenir delitos. Los Mossos vigilarán la Race Village, que se inaugura este jueves coincidiendo con el inicio de la Copa América de vela, y que incluye la llamada Villa de Mar entre la plaza de la Villa, la calle del Mar y El Far y el Port. Se trata de un espacio, inspirado en los pueblos marineros de las costas catalanas, albergará los stands de las entidades participantes.

En este punto cada día se harán entrevistas, exposiciones y espectáculos y contará con varias pantallas desde donde se podrá seguir la competición, por lo que se espera mucho movimiento de personas tanto los días de regata como durante los descansos. Los agentes también desplegarán drones y helicópteros durante el evento que tendrá el espacio aéreo restringido y únicamente podrán sobrevolar aeronaves autorizadas.

Las unidades marítimas de Mossos activarán todos los efectivos procedentes de las bases náuticas ubicadas en Palamós, Vilanova y la Geltrú y L’Ametlla de Mar, junto con agentes de la Unidad Acuática. Las embarcaciones policiales Narcís Monturiol, Josefina Castellví, Cabo de Creus, Thalassa y Neptuno II serán las encargadas de velar ante cualquier incidente y dar apoyo ante posibles emergencias.

Las embarcaciones estarán tanto en las salidas como en las entradas de los participantes y las acompañarán al campo de regatas. Además, darán seguridad a las infraestructuras de la organización de la competición deportiva. Los Mossos son los responsables del centro de coordinación, que contará con otros cuerpos policiales y de emergencia además de seguridad privada, que recibirán información e imágenes en directo de las pruebas marítimas para evaluar los riesgos y actuar ante posibles amenazas.

La Copa América de vela se estrena este jueves en Barcelona. Tras dos años y cinco meses desde la proclamación de la capital catalana como sede de la 37 edición de la mítica competición deportiva y tecnológica, este mediodía se verán por fin volar los barcos frente al litoral. Llega el momento crucial para los cinco equipos desafiantes, que aspiran a arrebatar la Jarra de las 100 Guineas a los neozelandeses.

Emirates Team New Zealand ostenta el título de defensor y es, al mismo tiempo, el organizador del evento a través de America’s Cup Event (ACE). Su consejero delegado y reputado navegante, Grant Dalton, asistía ayer desde una posición discreta a la comparecencia de los timoneles de los seis equipos, que representan un club náutico pero también un país.

Dalton y los equipos están contentos con la acogida que les ha brindado Barcelona. La mayoría de ellos llevan meses, algunos hasta dos años, viviendo aquí. Pero la hora de la verdad es hoy, cuando después de tres años y medio sin competir con un AC75, un velero con foils’ que puede alcanzar hasta 50 nudos (unos 100 km/h), se verán las caras en el mar.

Barcos siempre en evolución

Pero esos monocascos no son los mismos que la anterior edición de Auckland (Nueva Zelanda). Como recordaba el timonel de los kiwis, Peter Burling, externamente parecen iguales, pero por dentro son completamente distintos, porque la tecnología los hace evolucionar cada día. El ejército de ingenieros, diseñadores, informáticos o físicos que hay en cada equipo es enorme y nunca se dan por vencidos: el AC75 siempre es mejorable.

Esta circunstancia hace que, más allá del entreno físico de los ocho tripulantes a bordo de cada uno de ellos (cuatro de ellos ciclistas), una de las claves sea determinar quién ha logrado crear el mejor velero con hidroalas, una nueva generación en la náutica completamente diferente a lo que ocurría hasta hace poco, ya que se elevan sobre el mar como si se tratara de aviones.

Con barcos, deportistas y expertos así, la otra incógnita será saber cómo se comporta la caprichosa ola del Mediterráneo, mucho más difícil de prever que en otros lares. O el garbí’, que ya ha jugado alguna mala pasada a equipos como el suizo (Alinghi Red Bull Racing), que ha roto dos mástiles en poco más de un mes.

La Copa, en octubre

Desde hoy y hasta el domingo los seis equipos se medirán en la tercera y última preliminar (antes hubo la de Vilanova y la Geltrú en septiembre y la de Yeda, en Arabia Saudí, en diciembre), una suerte de preámbulo a la Louis Vuitton Cup, que es la que dará un único ganador para luchar por el trofeo contra los neozelandeses en octubre.

Pero para eso faltan muchas semanas. Se trata de una competición larga y algo complicada de entender para los neófitos en la vela. No obstante, en la Copa América de València, con dos ediciones en 2007 y 2010, la afición creció tanto entre el gran público que la mayoría era capaz de recitar los equipos o cómo estaba la clasificación.

Una de las formas de lograr este apego a la cita es acercarlo a la ciudadanía y el centro neurálgico será el race village’, un espacio de 25.000 metros cuadrados en el Moll de la Fusta en el que se combinará el ocio, la cultura y la gastronomía con la difusión de las regatas en enormes pantallas pero, sobre todo, con personas que vayan explicando qué ocurre en el mar.

Amplia oferta lúdica

Desde las 12.00 horas y hasta las 22.00 horas, cada día hasta finales de octubre (excepto tres días de la semana que viene que no hay competición), la oferta de actividades será mayúscula: conciertos, charlas, exposiciones, presentaciones con la voluntad de generar un polo de atracción sobre la Copa América en el Port Vell.

Con un aforo de 9.500 personas, el race village’ no será el único espacio desde donde vivir las regatas, ya que hay dos fan zones’ con pantallas en el Bogatell y la plaza del Mar, además de los miradores naturales como el Rompeolas, el Port Olímpic o las propias playas. Aunque se prefiere no hablar de visitantes previstos ya que es difícil de calcular, se estima que en los momentos clave como la Copa de octubre haya puntas de público con 100.000 personas.

Otro de los retos será la convivencia en este sector con la rutina barcelonesa. Estos días aún va a ralentí por las vacaciones estivales, pero, a medida que avance la competición, también se llenará la ciudad. El Ayuntamiento, junto con ACE, ha previsto un plan de movilidad específico y ha recomendado encarecidamente que se opte por el transporte público y la bicicleta o desplazarse a pie.

La mejor edición hasta ahora

La capital catalana ha insistido en que quiere ser la responsable de la mejor edición de la Copa América de vela, que tiene 173 años de historia y 36 citas previas. Con la exitosa celebración de los juegos olímpicos del 92 en la memoria, se aspira a demostrar la capacidad organizativa y el reclutamiento de hasta 2.300 personas voluntarias para colaborar en el evento es una muestra.

De momento otro de los aspectos más celebrados por ACE ha sido la sintonía con las administraciones y entre ellas. Por una vez no ha habido demasiados codazos ni afán de protagonismo, ya que todas ellas se han resguardado bajo el paraguas de la Fundació Barcelona Capital Nàutica, también junto a otros miembros del patronato como Barcelona Global, Turisme de Barcelona, Port de Barcelona y Cambra de Comerç de Barcelona.

Posibilidades de revalidar como sede

A esta complicidad entre organizadores se ha sumado también que las obras que se debían afrontar en el puerto desde el ámbito público y privado se han culminado a tiempo y con una inversión que ha superado los 120 millones de euros. La transformación del litoral de la ciudad es una realidad: era un tema pendiente y la Copa América ha servido de acelerador de esas mejoras.

Con esta carta de presentación y las buenas sensaciones previas se estrena hoy la competición, que podría alargarse 68 días. Hasta que no se proclame un vencedor de esta 37 edición no se sabrá qué posibilidades hay de que la ciudad repita en la siguiente. Si revalidan la victoria los neozelandeses, vencen los suizos o hasta los británicos, hay posibilidades. Si lo hacen italianos, americanos o franceses es más complicado. Pero ninguno se quiere mojar de momento, por lo menos en esto. Solo les importa ir venciendo en las mangas, las round robins’, las semifinales y finales. Empieza el espectáculo.