El presidente francés Emmanuel Macron, defiende una moratoria de la minería de aguas profundad en la apertura de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos

Emergencia azul: la ONU convoca a sus 193 países para salvar el océano del calentamiento y la contaminación



<div>Guterres insta a impedir que el fondo marino se convierta en un «salvaje oeste»</div>
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<p style=por Glòria Ayuso

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha instado a los países a evitar que el fondo marino se transforme en un «salvaje oeste» sin reglas. La creciente demanda de minerales necesarios para la transición energética ha despertado el interés de gobiernos y corporaciones en las riquezas ocultas en las profundidades oceánicas.

En la apertura de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos que se celebra esta semana en Niza, Guterres ha subrayado la necesidad de encontrar un equilibrio entre «las legítimas preocupaciones sobre el impacto ambiental» de la minería en aguas profundas y «el legítimo interés en aprovechar estos recursos para impulsar una economía oceánica sostenible y avanzar hacia una transición energética verde».

El océano hierve

Guterres ha abogado por sustituir la «sobreexplotación a corto plazo» de los océanos por una gestión responsable y sostenible a largo plazo. El secretario general de la ONU ha indicado cómo el océano «está hirviendo» y debe protegerse porque es esencial para la vida -produce la mitad del oxígeno, alimenta a millones de personas y sostiene gran parte del comercio global- ha pedido a los países reunidos en la conferencia a ratificar el Tratado de Protección de Aguas Internacionales (BBNJ), avanzar en el Tratado de Plásticos, desarrollar planes nacionales para proteger el océano, restaurar pesquerías locales y reforzar la seguridad marítima.

Petición de moratoria

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha abogado de forma firme por una moratoria que suspenda la extracción de minerales del lecho marino hasta contar con garantías de protección ambiental. Es una necesidad. El océano no está para comerciar, ha afirmado, arrancando aplausos durante la sesión inaugural de la conferencia.

También el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha calificado la minería de aguas profundas de «depredadora». La conferencia tiene lugar poco después de que The Metals Company (TMC) ha presentado la primera solicitud mundial para explotar minerales en el fondo marino internacional, dirigida al gobierno de Estados Unidos en lugar de a la autoridad reguladora de la ONU, lo que ha generado una fuerte controversia política. China también tiene gran interés en iniciar la actividad de explotación. Actualmente, 34 países respaldan una moratoria sobre la minería en aguas profundas.

Tratado de protección

Macron, que ha hecho una defensa del multilateralismo, ha asegurado que durante la conferencia se alcanzarán las 60 ratificaciones de los países necesarias para que el tratado de protección de las aguas internacionales entre en vigor, lo que supondría contar con una herramienta jurídica para poner coto a la libre actividad en alta mar.

En la misma línea, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha llamado a ratificar el tratado y ha anunciado el lanzamiento de un gemelo digital del océano, una herramienta clave para impulsar la ciencia y mejorar la toma de decisiones. Asimismo, presentará hoy el Pacto Europeo de los Océanos, que reúne bajo una misma visión la gestión de los 27 sobre las aguas europeas.

Al tiempo que los jefes de gobierno están haciendo sus discursos en el plenario de apertura, el barco de Greenpeace está tratando de entrar en el puerto de Niza, que se encuentra al completo, a la espera de recibir una aprobación de las autoridades portuarias.

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Emergencia azul: la ONU convoca a sus 193 países para salvar el océano del calentamiento y la contaminación

por Glòria Ayuso

El equilibrio del planeta está en juego. Los ecosistemas marinos atraviesan una crisis sin precedentes, afectando servicios esenciales como la regulación del clima, la producción de oxígeno y la provisión de alimentos. Del 9 al 13 de junio, representantes de los 193 países miembros de Naciones Unidas, además de Palestina y Vaticano en calidad de observadores, se darán cita en Niza con el propósito de acelerar la acción global y movilizar a todos los sectores para garantizar un uso sostenible de los recursos marinos, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC3).

El diagnóstico es claro: estamos ante una emergencia. El aumento de las temperaturas, la acidificación, la contaminación por plásticos, la pérdida de hábitats y la sobreexplotación de especies están llevando al límite la salud del medio marino. Este deterioro pone en riesgo la vida marina y el bienestar humano, ya que dependemos de los océanos. Actuar con urgencia es indispensable, advierte Li Junhua, el secretario general de la conferencia.

Coorganizada por Francia y Costa Rica, esta tercera gran cumbre sobre los océanos tras las celebradas en Nueva York (2017) y Lisboa (2022) cobra especial relevancia al representar el punto culminante de un proceso previo de diagnóstico y definición de prioridades, que quedaron recogidos hace un año en la Declaración de Barcelona.

La cumbre prevé concluir con la adopción por parte de los países del Plan de Acción para los Océanos de Niza. Esperamos compromisos concretos, con calendarios definidos, presupuestos claros y mecanismos de seguimiento eficaces. Eso es lo que marca la diferencia esta vez: cero retórica y máximos resultados, afirmó la embajadora Maritza Chan Valverde, representante permanente de Costa Rica ante las Naciones Unidas. La UNOC3 o bien revertirá el declive del océano para 2030 o documentará el fracaso de la humanidad para actuar, añadió.

Unos 70 jefes de estado y de gobierno ya han confirmado su asistencia, mientras que la mayoría de los países estarán representados a nivel ministerial. Estados Unidos no ha confirmado su presencia, aunque el embajador francés para los océanos, Olivier Poivre d’Arvor, ha querido dejarle en todo momento la puerta abierta. Se espera, no obstante, la participación de alcaldes y gobernadores comprometidos con la agenda oceánica.

Niza ya ha empezado a recibir durante la semana a científicos, gobiernos, regiones y ciudades, empresas y organizaciones, que se proponen determinar qué acciones llevar a cabo frente a los 10 retos que afronta el océano, entre ellos la polución, la pesca, asegurar una actividad económica sostenible en el mar, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.

El Objetivo de Desarrollo Sostenible 14, centrado en la protección del océano y sus recursos, destaca la necesidad de un uso responsable del medio marino. Sin embargo, es el que menos financiación recibe dentro del plan global adoptado por la ONU para 2030, conocido como Agenda 2030. En esta cumbre se espera que se anuncien 100.000 millones de dólares en nueva financiación para la salud del océano, avanzó Chan Valverde.

Aunque aún no se ha confirmado el origen total de los fondos, la organización adelanta que, durante el Foro de Economía y Finanzas Azules en Mónaco que tiene lugar este fin de semana previo a la cumbre, ejecutivos de Wall Street se comprometerán a aportar 50.000 millones de dólares. Esta contribución, significativa ante la ausencia del Gobierno estadounidense, busca impulsar un océano sostenible y generar 10 millones de empleos en la economía azul para 2030.

Los temas candentes

Una de las prioridades de la cumbre es impulsar el Tratado sobre la biodiversidad en alta mar (BBNJ), que busca proteger los ecosistemas en aguas internacionales. Solo 28 países lo han ratificado y se requiere un mínimo de 60 para su entrada en vigor. Para acelerar su adopción, el primer día se celebrará un acto especial en el que se espera la adhesión de nuevos Estados, también algunos sin litoral, ya que el océano regula el clima global y su deterioro afecta a todo el conjunto, sin hacer distinciones.

Entre los principales temas que los países tienen sobre la mesa y que debatirán durante la cumbre se encuentra además el complejo pero crucial Acuerdo sobre Pesca Sostenible, que busca prohibir subvenciones que estimulan la sobrepesca, la pesca ilegal o la pesca en aguas internacionales sin regulación. También tratarán el objetivo global de proteger el 30% de las áreas marinas para 2030, en línea con el compromiso asumido en la Cumbre de Biodiversidad de Montreal; así como el impulso de acciones para la descarbonización del transporte marítimo. La Organización Marítima Internacional busca aprobar en octubre un impuesto a las emisiones del transporte marítimo, y los países se reunirán para avanzar en el acuerdo.

Tratado de Plásticos

No menos importante en la agenda es lograr avanzar en el Tratado de Plásticos, que busca con una norma global y vinculante eliminar la contaminación por plásticos marinos antes de 2040. Sin embargo, los países están divididos: algunos quieren limitar la producción de plásticos de un solo uso desde el origen, mientras que las potencias petroleras, como Arabia Saudí, Rusia y también China, solo apoyan medidas centradas en reciclaje y gestión de residuos.

Niza acogerá además el Día del Mediterráneo, centrado en cómo actuar en un mar sumido a una gran presión: pese a solo representar el 0,8% del océano concentra el 30% del transporte marítimo global.

El aumento del nivel del mar amenaza a 630 millones de personas que viven en zonas costeras. Las ciudades reclaman ser protagonistas en la toma de decisiones porque son las responsables de aplicar las medidas en sus territorios. Este sábado alcaldes de 500 ciudades costeras en situación de vulnerabilidad se reúnen en Niza para compartir estrategias de supervivencia y de adaptación. Asimismo, durante la semana, unos 2.000 científicos se han reunido para profundizar en la relación entre el océano y el cambio climático, y han presentado nuevas tecnologías con potencial para aportar soluciones, aunque requieren financiación para poder implementarse.

Aspectos pendientes

Los países negociarán hasta el último minuto un borrador de la declaración final que algunas oenegés ya han considerado insuficiente. Una de las asignaturas pendientes es establecer un mecanismo de monitorización de los compromisos a los que llegan los distintos países. Por ahora, ese mecanismo será la celebración de esta conferencia cada tres años, según ha afirmado su secretario general.

Fuera del encuentro en Niza ha quedado además uno de los temas más sensibles: la minería en aguas profundas, que busca extraer minerales clave para tecnologías limpias. Mientras China avanza y EE. UU. plantea expandirse, crecen las alertas por su impacto ambiental. Es un área sin consenso, bajo negociación de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos, se limitó a decir el secretario general de la Conferencia. De ahí la importancia del tratado de protección de las aguas Internacionales, para controlar la actividad.

A dos días del inicio de la cumbre, Niza ya respira ambiente oceánico. En su puerto han fondeado barcos oceanográficos de todo el mundo, y el público puede visitar una gran exposición sobre el océano, con actividades y experiencias inmersivas que muestran su valor, su fragilidad y las soluciones en marcha. El Palacio de Exposiciones, rebautizado como La Ballena, se convierte así en un espacio para conectar ciencia, conciencia y acción.

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<div>Rafael González-Quirós: «Necesitamos observar el océano como ya lo hacemos con la meteorología»</div>
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<p style=por Glòria Ayuso

Con una sólida trayectoria científica y técnica, Rafael GonzálezQuirós no solo lidera las relaciones internacionales en el Instituto Español de Oceanografía (IEO) y dirige el Centro Oceanográfico de Gijón del CSIC. También está inmerso en uno de los debates más urgentes de estos tiempos. Como miembro del equipo de coordinación del Informe sobre el Estado del Océano 2024 de la Comisión Oceanográfica Internacional de la Unesco y ponente en la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC3) que se celebra a partir del 9 de junio en Niza, lanza un mensaje claro: es necesaria más inversión sostenida en ciencia oceánica y, sobre todo, que el conocimiento llegue a donde se toman las decisiones.

¿Cuál es el mensaje clave que debe salir de esta cumbre?

El borrador de la declaración final ya reconoce la importancia de la ciencia para identificar soluciones eficaces, pero eso debe trasladarse a compromisos tangibles: inversión, continuidad en los programas y sistemas de observación del océano que funcionen a escala global, como los que ya tenemos para el clima y la meteorología. Existe la necesidad de fortalecer la conexión entre el conocimiento científico y la toma de decisiones.

¿Qué falta para lograrlo?

Hoy en día, muchos proyectos de investigación oceánica se centran en hipótesis a corto plazo, sin continuidad. No tenemos un sistema de observación del océano similar al meteorológico, y eso limita seriamente nuestra capacidad para gestionar recursos y servicios. Necesitamos avanzar hacia esa monitorización global, sostenida y accesible.

La economía azul gana espacio en la agenda. ¿Qué relevancia tiene?

Mucha. Aún más de la que se reconoce oficialmente. Por ejemplo, el turismo costero tiene como principal motivación el mar. Sin embargo, no se incluyen datos específicos sobre el papel del océano en las estadísticas turísticas. Esto invisibiliza el valor real de los ecosistemas marinos para la economía, ni tampoco el grado en el que necesitamos conservarlos.

¿Cuáles son las amenazas más inmediatas que enfrenta el océano?

La combinación de presiones es alarmante: cambio climático, sobrepesca, contaminación que llega a través de ríos y aguas residuales. Especialmente plásticos y nutrientes procedentes de la actividad en tierra como fosfatos y nitratos. Estos nutrientes, si no se gestionan, alteran los equilibrios naturales. La gestión efectiva exige ciencia, pero también voluntad política para aplicarla.

¿Cómo se está avanzando?

Persisten grandes brechas entre el norte y el sur. La falta de capacidades científicas en muchos países del hemisferio sur se traduce en un déficit de datos clave. El océano es un sistema interconectado: lo que ocurre en el sur impacta en el norte. Las corrientes marinas transportan calor, nutrientes y especies a escala planetaria. Cambios en el clima o la biodiversidad del hemisferio sur alteran el equilibrio global. Por eso, también nos interesa que se invierta en ciencia oceánica en el sur. Beneficia a todo el planeta.

¿Cómo se sitúa España en este contexto?

España ha avanzado notablemente en planificación marina, siguiendo directrices europeas. Ya contamos con una zonificación del espacio marino para actividades humanas, similar a la ordenación del territorio terrestre. También hay una buena conexión entre ministerios, el CSIC y entidades como Intermares o la Fundación Biodiversidad, lo que no ocurre en muchos otros países.

¿Qué puede aportar España a la investigación global?

Una apuesta muy concreta: el nuevo buque oceanográfico ‘Odón de Buen’, de 84 metros, diseñado y preparado para misiones también en zonas polares. Atracará en Mónaco los días previos a la cumbre y zarpará el 9 de junio, simbolizando ese compromiso con la ciencia oceánica global.

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El Ocean Decade Collaborative Centre prevé crear un repositorio mundial de proyectos para el desarrollo económico de los océanos y unFondo de Inversión de Impacto

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por Glòria Ayuso

Barcelona será la sede del único centro en el mundo colaborador de la Década del Océano de la Unesco para impulsar la economía azul. Coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente, el alcalde de la ciudad, Jaume Collboni, ha anunciado que la Unesco la ha elegido «para situarla en el epicentro de la economía oceánica sostenible». El propio alcalde presentó la candidatura hace un año durante la celebración de la Conferencia del Decenio de los Océanos de la Unesco en la ciudad.

El llamado Ocean Decade Collaborative Centre (DCC) se articula como think tank vinculado a la economía azul, con el objetivo de crear redes público-privadas a nivel internacional para aportar conocimiento a la economía azul. El centro prevé constituir el mayor repositorio mundial de proyectos privados y públicos escalables y aplicables al desarrollo económico de los océanos. También contempla consolidar un Fondo de Inversión de Impacto en Economía Azul con sede en Barcelona.

Iniciativa conjunta

El centro también cogerá la batuta en el impulso de eventos internacionales sobre economía azul que se celebran en la ciudad, como el Tomorrow Blue Economy.

El Ayuntamiento lidera el proyecto del DCC en colaboración con el Port de Barcelona y la Generalitat, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas a través del Institut de Ciències del Mar, y BlueNetCat (que integra a más de 800 científicos de universidades y centros de investigación catalanes). La Fundación Barcelona Capital Nàutica, que integra a todas las instituciones, es la encargada de la gestión del centro, que desde este jueves ya se ubica en sus propias instalaciones.

Hub global

«Será un centro global con impacto local», ha afirmado el alcalde. Collboni ha anunciado asimismo la creación de un grupo de trabajo que elaborará un plan estratégico para conseguir el objetivo de proteger el 30% del litoral barcelonés antes de 2030. Por el momento, en el Dic de Recer del Port Olímpic ya se está actuando en la regeneración del fondo marino mediante la instalación de estructuras que fomentan la proliferación de especies.

La Unesco ha valorado en su elección el amplio ecosistema en torno a la economía azul que se ha erigido en la ciudad. Jugará un rol fundamental en el apoyo a los stackeholders que están trabajando en todo el mundo en aspectos como la polución, el clima o la gestión de los ecosistemas. Llenamos un hueco, muchos países de todo el mundo podrán venir para adquirir conocimiento y aplicarlo allí donde trabajan, ha afirmado el responsable de políticas marinas de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental, Julian Barbière.

La de Barcelona es una propuesta extraordinaria y ganadora, ha afirmado el secretario de Estado de Ciencia, Innovación y Universidades, Juan Cruz Cigudosa, que ha señalado que si el océano, clave para combatir el cambio climático, fuera un país sería la quinta economía del mundo.

El presidente del Port de Barcelona, Alberto Carbonell, ha indicado que la iniciativa se traducirá en acciones concretas contra la contaminación marina y una economía del océano sostenible. Se ha referido así a la iniciativa ya en marcha en el puerto de regeneración de la biodiversidad de sus aguas, así como al impulso a la innovación y creación de empresas del BlueTech Port y Barcelona Port Innovation.

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por Glòria Ayuso

El Mediterráneo español reúne las condiciones necesarias para liderar la economía azul en Europa. Pero para lograrlo es preciso una acción coordinada, movida por una visión compartida y una apuesta por la innovación. Estas reflexiones forman parte del balance del último año de trabajo del Consejo de Expertos de la economía azul de EL PERIÓDICO, que ha avanzado sus conclusiones en un acto abierto celebrado el martes en el Palau Macaya de Barcelona, antes de elevarlas al Foro Económico y Social del Mediterráneo, que se celebrará los días 17 y 18 de junio en Málaga.

El consejo ha detectado que es necesaria una agenda pública fuerte que, alineada con los fondos europeos, agilice regulaciones y promueva espacios de innovación. También una narrativa clara y potente que conecte a ciudadanía, empresas e instituciones, y que ponga en evidencia el impacto real de la economía azul en la vida cotidiana, como generadora de prosperidad económica y como respuesta a la emergencia climática. Con ello, señala el consejo, se facilitará su reconocimiento como una industria tecnológica emergente, rentable y escalable.

Proyectos conjuntos

Los expertos indican que la inversión ya se está centrando en la economía azul, si bien remarcan que es preciso reforzar los fondos existentes, atraer capital riesgo y diseñar instrumentos financieros adecuados. La economía azul está avanzando hacia el mainstream de la sociedad, es lo que hemos podido constatar en los dos años que llevamos trabajando, señaló en el inicio en la jornada Albert Sáez, director de EL PERIÓDICO, que se ha posicionado como medio de referencia en la información sobre economía azul. Para seguir adelante, la colaboración entre las comunidades mediterráneas (Catalunya, Valencia, Baleares, Murcia, Andalucía) debe traducirse en una visión cohesionada del Mediterráneo, que impulse proyectos conjuntos y estrategias compartidas, según las conclusiones del consejo.

Barreras de entrada

Tras estas conclusiones dadas a conocer por la periodista Cristina Buesa, los miembros del consejo Pablo Bou (BlueNetCat), Aurora Catà (Banco Sabadell, Repsol, CIDOB), Ignasi Ferrer (Ocean Ecostructures) y Carlos Esteban (fondo de inversión Faber Blue Pioneers), han dado a conocer en una primera mesa redonda las principales barreras que frenan el desarrollo de la economía azul: y es que requiere de tecnologías con un alto requerimiento de capital, que implican riesgos técnicos y con una compleja carga regulatoria. Para el despegue de nueva tecnología están siendo fundamentales fondos como BlueInvest, B-Blue, Ports 4.0 o Faber Blue Pioneers. El capital riesgo se considera clave, especialmente en fases iniciales. La banca, por su parte, empieza a financiar proyectos azules en mejores condiciones, según se destacó, pero el capital aún exige iniciativas más maduras y visibles, con empresas tractoras.

Foco de la inversión

Por ahora, la energía marina y eólica offshore, especialmente combinada con hidrógeno verde, es el ámbito que atrae mayor inversión a gran escala. Le siguen la propulsión y los combustibles sostenibles en el transporte marítimo, la producción sostenible de alimentos marinos, como el cultivo de algas como proteína alternativa. «Ante la limitación de la tierra, podemos cultivar en el mar», se explicó. También la observación del océano, la robótica marina y la biotecnología azul están emergiendo, si bien requieren altos costes iniciales, permisos y pruebas en entornos hostiles.

El desarrollo del sector depende además de nuevo talento que mezcle el conocimiento científico, técnico y de negocio, así como responder al relevo generacional de forma urgente. Instituciones y organizaciones trabajan para alinear la formación y la creación de nuevas empresas con las necesidades del sector, como han mostrado en la segunda mesa redonda del encuentro Anna Majó (Barcelona Activa), Emma Cobos (Port de Barcelona), Olga Cerezo (Port Olímpic) y Laureà Fanega (Fundació Barcelona Capital Nàutica). Con todo ello, la economía azul ya da sus frutos: en cinco años ha pasado del 4,3% al 5% del PIB en Barcelona.

Visión generosa y valiente

La inversión de 143 millones en la ciudad de Barcelona en tres nuevos espacios para acoger formación de nuevo talento, innovación, startups, pruebas tecnológicas, incubadoras y lugares de testeo muestran una apuesta de futuro para la que es fundamental, según se ha manifestado, mantener una «visión compartida, generosa y valiente, trabajando en red con otros agentes públicos y privados». Una muestra es la reciente asociación entre la UPC, el Port de Barcelona, Veolia y Esade, junto con una cincuentena de entidades y empresas europeas, destinada a impulsar la competitividad del sector del agua en Europa para que lleguen al mercado nuevas soluciones frente a las sequías, inundaciones, la descarbonización y la sostenibilidad del medio.

La jornada ha servido además para conocer iniciativas como la IEMA, asociación respaldada por la industria que aboga por políticas para permitir la transición del sector marítimo hacia cero emisiones; así como las startups Poseidona, que produce ingredientes alternativos a la proteína a partir de algas; y la biotecnológica Blue Ocean Nutrition.

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La segunda jornada del nuevo Port Olímpic Living Lab abordará cómo transformar los espacios portuarios en motores de regeneración ambiental y desarrollo sostenible

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por Glòria Ayuso

Cuál debe ser el nuevo modelo de puerto deportivo urbano se pondrá a debate este próximo jueves 29 en la segunda sesión del Port Olímpic Living Lab, un nuevo espacio creado para fomentar el diálogo entre profesionales del sector de la economía azul y abierto también a los ciudadanos. La jornada abordará cómo transformar los puertos en motores de regeneración ambiental y desarrollo sostenible.

La regeneración de los puertos pasa por mejorar la biodiversidad marina, reducir el impacto de las infraestructuras y garantizar una relación más equilibrada entre la actividad humana y el entorno natural. En este sentido, la sesión abrirá el debate sobre un nuevo modelo de puerto regenerativo, basado en el triple impacto ambiental, económico y social. El objetivo, según el Port Olímpic Living Lab, es «fomentar una economía azul más innovadora y sostenible, que conecte la ciudad con el mar, y convierta los puertos deportivos en ecosistemas vivos de colaboración, innovación y desarrollo territorial».

Laboratorio vivo

El encuentro forma parte del ciclo impulsado por el Port Olímpic Living Lab, una iniciativa que se celebra el último jueves laborable de cada mes en el Espai Mestral del Port Olímpic. Cada sesión reúne a profesionales, investigadores, emprendedores, administraciones y empresas para compartir conocimientos y crear sinergias en torno a los retos y oportunidades de la economía azul. Como un «laboratorio vivo de co-creación», el objetivo es «ir mucho más allá», en palabras de la directora general del Port Olímpic, Olga Cerezo, y construir sinergias para dinamizar y transformar este espacio en un «lugar de referencia de la economía azul».

El Living Lab está organizado por A Bordo.Pro, una empresa dirigida a fomentar la innovación y transformación en empresas, instituciones y personas emprendedoras, como explica su responsable, Pat González. A Bordo.Pro impulsa programas de innovación abierta y formación en entornos reales, a través de proyectos como #ABordoLab, que promueve la sostenibilidad, la digitalización y la colaboración en los puertos de Catalunya. Asimismo, está desarrollando una plataforma tecnológica para conectar puertos y compartir recursos e innovación.

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por Glòria Ayuso

Unas 4,8 millones de personas trabajan en la economía azul en la Unión Europea y España es el país que contribuye con mayor número de personas, concretamente el 20% del total. Así lo indica el Informe sobre la Economía Azul de la UE 2025 que la Comisión Europea ha publicado este jueves.

El documento revela que la economía azul volvió a crecer después de un parón durante la crisis de la Covid-19. En 2022, generó cerca de 890.000 millones de euros en facturación y aportó 250.700 millones de euros al valor añadido bruto (VAB) de la UE. Las estimaciones indican que los sectores de la economía azul continuaron creciendo en 2023, contribuyendo con 263.000 millones de euros al VAB y dando empleo a 4,88 millones de personas, un 1,24% más que el año anterior.

Sectores al frente

Sectores como el transporte marítimo y la energía renovable registraron importantes aumentos tanto en valor añadido como en empleo. El informe considera asimismo el turismo costero como parte de la economía azul. Precisamente, se trata del mayor segmento, ya que generó el 33% del VAB en la economía azul y representó el 53% del empleo total durante 2022. Por su parte, sectores emergentes como la energía marina, la biotecnología azul y la desalinización generaron nuevas oportunidades de negocio e impulsaron el crecimiento económico. El sector de la energía eólica marina fue uno de los de más rápido crecimiento en la economía de la UE, con un incremento del 42% respecto a 2021. Este crecimiento impulsó los beneficios del sector, que alcanzaron los 4.100 millones de euros. La biotecnología azul generó 327 millones de euros, un incremento del 19% respecto a 2021, y empleó directamente a unas 2.400 personas, lo que representa un 13% más que el año anterior.

Dentro de la UE-27, los cuatro Estados miembros más grandes (Alemania, Francia, Italia y España) fueron también los principales contribuyentes al rendimiento socioeconómico de la Economía Azul de la Unión. En conjunto, representaron el 60% del valor añadido bruto (VAB) de toda la Economía Azul de la UE y el 52% del empleo en este sector.

Actividades en transición

La edición 2025 del informe dedica especial atención a la transición energética del transporte marítimo de la UE y de la flota pesquera, así como al potencial de las soluciones basadas en la naturaleza para hacer frente a los impactos del cambio climático en las zonas costeras de la UE. «Estas soluciones naturales ofrecen oportunidades para reforzar la protección costera y reducir los riesgos de inundaciones y erosión», según detalla la Comisión Europea, que estima que sus beneficios superan sus costes en una proporción superior a 3,5 veces.

El informe integra dentro de la economía azul todas las actividades económicas basadas en el océano, los mares y las zonas costeras, o relacionadas con ellos. Esto incluye la pesca, la acuicultura, el turismo costero, el transporte marítimo, los puertos y las energías renovables. La Comisión se propone alinear todas las actividades con los objetivos del Pacto Verde Europeo, fomentando la investigación, las competencias, la innovación y la cooperación entre países y actores marítimos. En este marco está desarrollando el Pacto Europeo por los Océanos, que prevé tener lista en junio, para agrupar bajo una misma visión las diversas iniciativas marítimas de la UE, abordando aspectos clave como la gestión del espacio marítimo, la pesca y la competitividad económica.

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A finales de este año espera recuperar unas 450 toneladas, que se recogerán en el Port Vell y el World Trade Center, Nova Bocana, la ZAL, Cilsa y MB92, impulsando la economía circular entre las empresas del puerto

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por Glòria Ayuso

Algunos polígonos industriales promueven la economía circular y gestionan de forma conjunta sus residuos, incluidos los plásticos. Sin embargo, no es habitual que el proceso completo de reciclaje desde la recogida y clasificación hasta el tratamiento y la transformación en nuevos productos se lleve a cabo íntegramente dentro del propio polígono. Esto es precisamente lo que quiere impulsar el Port de Barcelona, que ha reunido a las empresas de su Comunidad Portuaria para animarlas a convertir el puerto en un hub verde de innovación circular.

Las empresas del puerto, como cualquier otra, cuentan con un gestor autorizado que recoge el plástico, lo transporta hasta sus instalaciones en este caso, en Sant Cugat, convierte el máximo posible en un subproducto homogéneo que se envía en barco hacia Asia, donde se fabrican nuevos productos. Por ahora, la gestión lineal es más barata, pero si realizamos el fraccionamiento y la separación en el mismo punto de generación, los modelos de economía circular pueden ser rentables, explica Miquel de la Mano, director técnico de Barcelona Port Innovation, que coordina el proyecto.

El coste del reciclaje

El coste de gestión resulta especialmente elevado para las empresas que generan grandes volúmenes de residuos cada año. Con la entrada en vigor de la nueva Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) para sectores industriales, estas compañías pasan a ser responsables directas de sus residuos. Deben registrarse, declarar los volúmenes generados y garantizar su correcta gestión a través de los SCRAP (Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor).

En el puerto, «gran parte de los residuos plásticos proceden de las actividades de paletización, donde se utilizan embalajes de film transparente, un material muy apreciado por su alta calidad: al carecer de color, puede transformarse fácilmente en una amplia gama de productos nuevos», explica De la Mano. Tras el reciclado, las empresas del puerto «pueden vender el material resultante a sus proveedores, que están obligados a incrementar el porcentaje de material reciclado».

Recogida semanal

El germen de este proyecto surgió hace dos años, cuando la empresa MB92, especializada en mantenimiento de yates en el Port Vell, decidió reciclar la gran cantidad de plástico que utiliza para envolver los buques durante las tareas de pintura, evitando la dispersión de contaminantes a la atmósfera. Cada semana recogen el plástico empleado, lo trituran y compactan para hacerlo apto para nuevos usos. La maquinaria, que funciona solo cinco horas semanales, se ha financiado con una subvención del Perte Naval.

Mediante la cesión de una nave en la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del puerto para la planta de reciclaje, el objetivo es que toda la comunidad portuaria pueda utilizarla y revender el material reciclado a sus propios proveedores. Si se suman más empresas como MB92, la viabilidad económica del proyecto es factible, asegura Marc Hervàs, responsable de Sostenibilidad de la empresa.

Sumar comunidad

A finales de este año, se recuperarán unas 450 toneladas de plástico, que se recogerán en el Port Vell y el World Trade Center, Nova Bocana, la ZAL, Cilsa y MB92, que representan, según cifra De la Mano, un 10% del volumen total que se prevé reciclar en el futuro. Fundación Cares, que emplea a personas en riesgo de exclusión, será la encargada de la recogida, separación y primera transformación del material. Tenemos la máquina y la nave para empezar. Ahora toca crear comunidad, afirma Catalina Grimalt, directora de Barcelona Port Innovation.

El proyecto, que arranca ahora como piloto para evaluar los resultados, aspira a generar beneficios ambientales, al cerrar ciclos de materiales en origen y reducir emisiones; económicos, al disminuir los costes por la gestión de residuos e incluso crear ingresos por la venta del material reciclado; y sociales, al fomentar el empleo inclusivo.

La directora de Relaciones Institucionales del Port de Barcelona, Ingrid Boqué, ha hecho un llamamiento a la participación de toda la comunidad portuaria: Es imposible hacerlo por separado. Se trata de una apuesta decidida por la economía circular, liderada por las empresas. No es solo una solución tecnológica o innovadora, sino un compromiso colectivo que conecta responsabilidad con competitividad.

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por Cristina Buesa

Más de 15.000 personas han participado durante este fin de semana en las jornadas de puertas abiertas del Port de Barcelona, según el balance que ha hecho público la institución este lunes. El éxito del fin de semana ha sido mayúsculo, entre otras cosas porque los visitantes pudieron acceder a espacios que nunca antes se había abierto al público, como las terminales de contenedores APM Terminals Barcelona y Hutchison Ports BEST. Además de los recorridos terrestres en autobuses, también se han hecho travesías marítimas a bordo de las golondrinas, y otras experiencias familiares, eventos culturales y deportivos. El puerto ya ha anunciado que habrá una tercera edición el año que viene.

Las visitas guiadas congregaron a 3.000 personas en las modalidades marítimas, teatralizadas y terrestres. El acceso por primera vez a las terminales de contenedores ha sido muy valorada por los participantes, «ya que ha ofrecido una mirada privilegiada a la operativa portuaria y ha contribuido a poner en valor la importancia estratégica del puerto de Barcelona en el ámbito económico y logístico», han asegurado en un comunicado.

Exposición de vehículos

Las visitas marítimas y las teatralizadas han recibido elogios por parte de los participantes, al igual que la exposición de vehículos de la Policía Portuaria y los Bomberos de Barcelona. Como preámbulo de las jornadas, el viernes se inauguró el vora moll del muelle de Barcelona, un nuevo espacio de paseo de 600 metros lineales y más de 13.500 metros cuadrados abierto a la ciudadanía que ya ha empezado a descubrirse como un nuevo punto de encuentro del Port Vell y que durante el fin de semana reunió música, ‘foodtrucks’ y talleres familiares.

También tuvieron un gran éxito las actividades paralelas, como el acceso gratuito a los museos Marítimo e Histórico, la Regata Universitaria RC Sailing o el Rumba Beach Festival. La zona del Moll de España ha acogido actividades como el brunch gastronómico del Time Out Market, los talleres y charlas del espacio La Mar d’Activitats o el acceso con descuento al renovado Aquarium.

El presidente del Port de Barcelona, José Alberto Carbonell, ha valorado la respuesta ciudadana: Abrir el puerto a la ciudadanía no es solo una acción puntual, sino una apuesta continuada. Esta segunda edición consolida el compromiso del puerto por darse a conocer, mostrar su actividad y reforzar el vínculo con la ciudad. La gran acogida que hemos tenido nos anima a seguir adelante con iniciativas como el futuro Port Center, que abrirá en 2026, para seguir explicando quiénes somos y qué hacemos.

En el ámbito deportivo, la décima edición de la Cursa de RAC1 reunió el domingo a 5.072 personas que corrieron por los espacios más emblemáticos del Port Vell en un circuito de 6 kilómetros. David Campo y Paula Nueno fueron los ganadores absolutos de un evento que combinó deporte, radio en directo y ambiente festivo, coincidiendo con el 25 aniversario de la emisora.

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por Glòria Ayuso

Barceloneses curiosos y también personas de municipios de los alrededores han aprovechado las puertas abiertas del Port de Barcelona para conocer un espacio de la ciudad, que ocupa hasta el 11% de su territorio, cuya buena parte está centrada en la actividad comercial y logística y permanece cerrada a los ciudadanos durante todo el año.

En la segunda edición de esta fiesta ciudadana en el puerto, pensada para acercar su realidad a la población, ha sido posible por primera vez la entrada de los autocares en el interior de las terminales, para poder observar los trabajos de carga y descarga de los buques.

40.000 personas

Si tomáis café es gracias al puerto. Viene de 40 países distintos, pero principalmente de Vietnam, Brasil, Colombia, Indonesia y Kenia. También el móvil que llevamos en el bolsillo ha llegado en un contenedor, y el combustible de este autobús, el coche o la moto que utilizáis cada día en vuestros desplazamientos nos ha llegado desde el Port de Barcelona, ha explicado la guía al primer autocar que ha partido del punto de encuentro para llevar por entre las terminales a las personas que se han apuntado a la jornada.

¿Y la switch?, ha preguntado un niño que visita con sus padres las instalaciones, en referencia a la consola de videojuegos. Sí, sí, también. El 90% del comercio mundial se mueve en transporte marítimo, ha zanjado la guía. La que es la mayor infraestructura logística de Catalunya conecta concretamente con 183 puertos en un centenar de líneas marítimas regulares cada semana. Cada día trabajan en el puerto unas 40.000 personas. Es la mayor actividad en Catalunya, ha apuntado, para seguir: «La visión de las explanadas de contenedores permite hacerse una idea de lo que sucede aquí», señala.

24 horas

En la terminal APM los estibadores trabajan las 24 horas del día, en turnos de seis horas. Solo hay tres días festivos al año, ha explicado el personal de esta terminal frente a las operaciones de descarga mediante una gran grúa de un barco que ha transportado hasta Barcelona 10.000 contenedores.

«Dimensiones enormes»

Centenares de contenedores de frío permanecen en una gran explanada conectados a la electricidad. Cada 12 horas se inspeccionan, se detalla a los visitantes, que en seguida preguntan: ¿Y cuándo hubo el apagón? No hay generador. Los contenedores aguantan el frío unas 24 horas, se les responde, mostrando una más de las posibles consecuencias de una falta prolongada de energía.

El autocar sigue por enormes campas de coches, almacenes de líquidos y sólidos y las terminales de cruceros. Las dimensiones son enormes, te das cuenta de la importancia de todo esto, afirman Maria Àngels Mariano y Joan Jové, una pareja de jubilados que asiste a primera hora, y que ya estuvo el año anterior en las puertas abiertas.

«Es interesante ver todo esto y conocer también la historia», ha explicado Gemma Pujol, de Piera, que ha participado en las visitas teatralizadas que también ha organizado el puerto, centradas en este caso en narrar la transformación de que ha experimentado esta parte de la ciudad.

Más oportunidades

Pese a agotarse las 3.000 plazas en tan solo cuatro horas tras abrirse las inscripciones, algunos autocares de primera hora contaban con espacios vacíos. La organización lo ha atribuido a bajas imprevistas de familias en la franja de primera hora en una actividad que es gratuita. El año anterior, para la reserva, era necesario abonar 1 euro para asegurar la asistencia, algo que en esta ocasión no ha sucedido.

Mantendremos estas jornadas y profundizaremos para dar más oportunidades, ha explicado el presidente del puerto, José Alberto Carbonell, que ha indicado que en otoño de 2026 se abrirá el edificio del Portal de la Pau, al final de las Ramblas, que contará con 900 metros cuadrados que explicarán «todo lo que sucede dentro del puerto».

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