Multimedia  Cuenta atrás para la Copa América: así serán los barcos y las regatas por Barcelona

por Cristina Buesa Alex R. Fischer

Seis equipos se disputarán en Barcelona la mítica competición deportiva y tecnológica. Repasamos las características de los ‘veleros voladores’, el formato y las reglas de las regatas y el calendario.

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Las entradas ya están disponibles y ofrecen múltiples alternativas: desde un exclusivo puesto de observación en el Port Olímpic a la posibilidad de seguir las regatas desde el mar, ya sea a bordo de una Golondrina o ocupando una plaza en la extensa flota de embarcaciones que se colocarán entorno al campo de regatas

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por Glòria Ayuso

Además de los amplios espacios gratuitos en el frente litoral de Barcelona, America’s Cup Event pone a disposición de los aficionados, familias y empresas diversas formas de seguir la competición con entrada de pago.

La principal es seguir la competición desde el AC37 Club, en un puesto de observación que se ha alzado en el lateral del Port Olímpic correspondiente al final de la calle Marina. De dos plantas, incluirá pantallas, sofás, mesas, y con vistas directas a las bases de los equipos juvenil y femenino y sus embarcaciones AC40.

Diversos paquetes

America’s Cup ha creado diversos paquetes, accesibles aquí, cuyos precios difieren según el calendario de regatas.

Las entradas serán de 500 euros por pase de día en el caso de las preliminares (del 22 al 25 de agosto). El precio para seguir las regatas de la Puig Women’s America’s Cup (del 5 al 13 de octubre) y jóvenes (17 al 26 de septiembre) ascienden a 550 euros por día.

Comentarios de expertos

Las entradas de la round robin o liguilla de la fase clasificatoria, las semifinales y las finales de la Louis Vuitton Cup entre los cinco equipos aspirantes a challenger o retadores, que tendrán lugar entre finales de agosto y principios de octubre, oscilarán entre los 550 y los 950 euros. El acceso para la Match Race, un duelo al mejor de 13 regatas entre el finalista y el defensor del trofeo, costará 1.100 euros. La entrada incluye el acceso entre las 12:30 y las 19:00 horas, con un servicio gastronómico ininterrumpido, así como comentarios de expertos para conocer más detalles sobre las regatas, y la posibilidad de saludar a algunos de los protagonistas de la competición.

Opciones en cada equipo

Los equipos también ofrecen programas de hospitalidad en sus bases, algunos de ellos dirigidos a aficionados de sus respectivos países, que complementan incluso con tours por el litoral barcelonés e incluso experiencias para conocer el entorno. Por ejemplo, Orient Express Racing Team ofrece junto con la observación de las regatas, visitas a los viñedos del Penedès y catas de vino. Uno de los packs más exclusivos es el de American Magic. Junto con la opción de seguir las regatas, añade la posibilidad de almorzar con el equipo y subirse a su barco de acompañamiento propulsado por hidrógeno, el único con el que cada equipo tiene autorización para entrar en el campo de regatas.

Opciones desde el mar

America’s Cup también ofrece seguir las regatas desde el mar a través de dos proveedores oficiales: Las Golondrinas y Sail &Charter.

La flota de las Golondrinas cuenta con un espacio reservado para seguir la competición en el agua. Las entradas pueden adquirirse en un portal creado especialmente para la ocasión. Los precios para seguir la competición en las Golondrinas van desde los 176 euros en las preliminares, semifinales y finales entre equipos y en las competiciones de mujeres y jóvenes, a los 220 euros que costará como mínimo seguir la Match Race de la que saldrá el equipo vencedor, a finales de octubre, de la 37 Copa América de vela. En la web de venta se indica que el precio incluye una buena visión, servicio de bar y retransmisión en inglés.

Alquiler o compra de entrada

Sail & Charter cuenta con una flota de más de 30 embarcaciones con capacidad desde las 10 a las 150 personas en el caso de grandes catamaranes. Las opciones, accesibles a través de su web, son muy diversas: desde el alquiler de toda la embarcación, a la compra de entradas. Los precios van desde los 275 en la opción más económica para seguir las preliminares, a los 390 euros en la entrada más asequible en el caso del match race que decidirá el vencedor, a finales de octubre, de la Copa América de vela.

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<p style=por Laia Bonals

Volando, sin tocar el agua. Así surca en el mar de Barcelona el Emirates Team New Zealand a una semana de que empiece la regata preliminar de la 37 Copa América de vela. La capital catalana se ha convertido en el epicentro mundial de este deporte y todos los equipos ultiman detalles a contrarreloj.

El Moll de Barcelona ha sufrido una transformación que, pese a sentar sus bases en la tradición de la ciudad, ha tenido que darle una vuelta a sus infraestructuras. La primera que se pueda encontrar es la del equipo de Nueva Zelanda, en la terminal de Drassanes nada más llegar a la entrada. El color negro predomina en la base, con todo el equipo vestido con los colores propios, mientras las fundas de las velas o los barcos se intercalan en el último espacio de tierra previo al mar. Ahí, en las oficinas y el hangar, es donde se hace el trabajo del día a día para que, en todos los entrenamientos posibles, se pueda exprimir al máximo la embarcación.

Hace ya más de un mes que el AC75’s del Emirates Team New Zealand «descansa» en el puerto de Barcelona. Parar ha parado poco la embarcación del equipo kiwi. Cada día se hacen comprobaciones y modificaciones y, cuando toca salir a navegar, la actividad es frenética, pero siempre con aquel punto de pausa del que sabe que la gran parte del trabajo está hecho. «Es un barco precioso para navegar», reconoce Peter Burling, timonel del Emirates Team New Zealand. Él es uno de los ocho integrantes de la tripulación del barco. «No es como en un coche de carreras, en el que una persona lo controla todo, sino que tenemos que trabajar en equipo. Son grandes, pesados, van rápido y a veces no te das cuenta de lo rápido que vas hasta que miras por la borda y ves el rocío que sale del foil. Pero sin duda es la cima de la navegación».

Sin duda, ver al Emirates Team New Zealand navegar es una experiencia. Lejos de los típicos barcos de competición, las embarcaciones que surcarán los mares de Barcelona en la 37 Copa América tienen algo especial. Son majestuosas, además de rápidas, finas y consistentes. Y no tocan el agua. Prácticamente ninguna parte del barco se sumerge en el mar. «Esencialmente, los barcos son más como aviones. Los aviones generan presión en la parte inferior de sus alas, que soporta el peso del avión. Hacemos exactamente lo mismo, salvo que en vez de volar por el aire lo hacemos con las láminas en el agua. Así que tenemos alas, como un avión, y el ala está bajo la superficie del agua», añade Burling.

Barcelona será un escenario de excepción para la competición, que empezará con la regata preliminar del 22 al 25 de agosto, con unos entrenamientos previos el día 21. «Nos encanta. Mi familia está aquí desde que llegamos, vinimos en junio», cuenta Kevin Shoebridge, jefe de operaciones del Emirates Team New Zealand. «El año pasado también pasamos aquí cuatro meses. Y cuando volvimos a Nueva Zelanda, entrenamos durante el verano. Mis dos hijos ahora tienen tres y cinco años. Lo único que querían era saber cuándo volvíamos a Barcelona, cuándo nos bañábamos en la playa, cuándo podíamos ir a los museos otra vez. Nos encanta el barrio en el que vivimos. Estamos justo en el otro extremo del puerto, por lo que está muy cerca para pasar tiempo con ellos. Estamos muy contentos aquí», añade el máximo dirigente.

Primera edición femenina y con medalla olímpica

Además del AC75’s, la versión más reducida de la embarcación, la AC40’s, también ocupa uno de los muelles de la base del Team New Zeland. Es el que comandará el equipo femenino de los kiwis, que cuenta con una flamante medallista en los Juegos Olímpicos de París recientemente finalizados, Gemma Jones. Recién aterrizada de la capital francesa, la neozelandesa ya ha cambiado el chip. «La America’s Cup es uno de los eventos más importantes de la vela, y muy prestigioso, así que estamos muy contentas de que este año haya una Copa América Femenina». Esta será la primera edición y para las regatistas será aún más especial.

«Es bonito tener a seis AC40 compitiendo entre ellos y entrenando, y luego vamos a tener 12 equipos, lo que es realmente genial tener a tantos regatistas en que todos se conocen bien por haber competido en clases olímpicas. Es como tener a todas las chicas juntas, a todas las mujeres juntas compitiendo unas contra otras en estos barcos tan impresionantes», cuenta Erica Dowson, tambien regatista.

Será un hito que las mujeres vuelvan a formar parte de la máxima competición de vela. La evolución es innegable. «Definitivamente ha ido aumentando en el ciclo olímpico y luego, sí, creo que sube y baja dependiendo del tipo de barco. La ventaja de estas embarcaciones no son tan físicas, así que no hay cambios entre hombres y mujeres. Creo que, de momento, está incrementándose, pero tenemos que mantener la apuesta para que no vuelva a bajar», zanja Jones.

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El Moll de Barcelona ha sufrido una transformación que, pese a sentar sus bases en la tradición de la ciudad, ha tenido que darle una vuelta a sus infraestructuras. La primera que se pueda encontrar es la del equipo de Nueva Zelanda, en la terminal de Drassanes nada más llegar a la entrada. El color negro predomina en la base, con todo el equipo vestido con los colores propios, mientras las fundas de las velas o los barcos se intercalan en el último espacio de tierra previo al mar. Ahí, en las oficinas y el hangar, es donde se hace el trabajo del día a día para que, en todos los entrenamientos posibles, se pueda exprimir al máximo la embarcación.

Hace ya más de un mes que el AC75’s del Emirates Team New Zealand «descansa» en el puerto de Barcelona. Parar ha parado poco la embarcación del equipo kiwi. Cada día se hacen comprobaciones y modificaciones y, cuando toca salir a navegar, la actividad es frenética, pero siempre con aquel punto de pausa del que sabe que la gran parte del trabajo está hecho. «Es un barco precioso para navegar», reconoce Dan Bernasconi, responsable del diseño del Emirates Team New Zealand. Él es uno de los ocho integrantes de la tripulación del barco. «No es como en un coche de carreras, en el que una persona lo controla todo, sino que tenemos que trabajar en equipo. Son grandes, pesados, van rápido y a veces no te das cuenta de lo rápido que vas hasta que miras por la borda y ves el rocío que sale del foil. Pero sin duda es la cima de la navegación».

Sin duda, ver al Emirates Team New Zealand navegar es una experiencia. Lejos de los típicos barcos de competición, las embarcaciones que surcarán los mares de Barcelona en la 37 Copa América tienen algo especial. Son majestuosas, además de rápidas, finas y consistentes. Y no tocan el agua. Prácticamente ninguna parte del barco se sumerge en el mar. «Esencialmente, los barcos son más como aviones. Los aviones generan presión en la parte inferior de sus alas, que soporta el peso del avión. Hacemos exactamente lo mismo, salvo que en vez de volar por el aire lo hacemos con las láminas en el agua. Así que tenemos alas, como un avión, y el ala está bajo la superficie del agua», añade Bernasconi.

Barcelona será un escenario de excepción para la competición, que empezará con la regata preliminar del 22 al 25 de agosto, con unos entrenamientos previos el día 21. «Nos encanta. Mi familia está aquí desde que llegamos, vinimos en junio», cuenta Nathan Outteridge, timonel del Emirates Team New Zealand. «El año pasado también pasamos aquí cuatro meses. Y cuando volvimos a Nueva Zelanda, entrenamos durante el verano. Mis dos hijos ahora tienen tres y cinco años. Lo único que querían era saber cuándo volvíamos a Barcelona, cuándo nos bañábamos en la playa, cuándo podíamos ir a los museos otra vez. Nos encanta el barrio en el que vivimos. Estamos justo en el otro extremo del puerto, por lo que está muy cerca para pasar tiempo con ellos. Estamos muy contentos aquí», añade el máximo regatista.

Primera edición femenina y con medalla olímpica

Además del AC75’s, la versión más reducida de la embarcación, la AC40’s, también ocupa uno de los muelles de la base del Team New Zeland. Es el que comandará el equipo femenino de los kiwis, que cuenta con una flamante medallista en los Juegos Olímpicos de París recientemente finalizados, Gemma Jones. Recién aterrizada de la capital francesa, la neozelandesa ya ha cambiado el chip. «La America’s Cup es uno de los eventos más importantes de la vela, y muy prestigioso, así que estamos muy contentas de que este año haya una Copa América Femenina». Esta será la primera edición y para las regatistas será aún más especial.

«Es bonito tener a seis AC40 compitiendo entre ellos y entrenando, y luego vamos a tener 12 equipos, lo que es realmente genial tener a tantos regatistas en que todos se conocen bien por haber competido en clases olímpicas. Es como tener a todas las chicas juntas, a todas las mujeres juntas compitiendo unas contra otras en estos barcos tan impresionantes», cuenta Erica Dowson, tambien regatista.

Será un hito que las mujeres vuelvan a formar parte de la máxima competición de vela. La evolución es innegable. «Definitivamente ha ido aumentando en el ciclo olímpico y luego, sí, creo que sube y baja dependiendo del tipo de barco. La ventaja de estas embarcaciones no son tan físicas, así que no hay cambios entre hombres y mujeres. Creo que, de momento, está incrementándose, pero tenemos que mantener la apuesta para que no vuelva a bajar», zanja Jones.

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El Puerto de Barcelona ha finalizado la primera fase de la rehabilitación del edificio de Portal de la Pau, con la restauración de las fachadas exteriores frontal y laterales, así como la consolidación de la estructura del inmueble, informa en un comunicado este lunes.

El enclave ha explicado que las obras entran en una fase de pausa mientras dure la Copa América de Vela, y que tras la competición se finalizarán los interiores, obra que terminará en el verano de 2025.

Los trabajos tienen un presupuesto de 15,6 millones de euros y la reforma permitirá recuperar la estructura original del edificio, que está previsto que acoja un centro de divulgación de la historia del Puerto de Barcelona.

Antiguo embarcadero

El edificio de Portal de la Pau fue inaugurado en junio de 1907 sólo con su planta baja, que funcionaba como estación marítima de los pasajeros que viajaban regularmente entre Barcelona y las Islas Baleares. Con la reforma, recuperará la estructura original con la bóveda de la sala central, que se eliminó en 1940 para añadir una segunda planta.

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Además de mostrar la tradición de la tribu Ngti Whtua, el waka o canoa llevará la fuerza de esta cultura con nosotros mientras nos dirigimos al campo de regatas, indica el CEO de ETNZ, Grant Dalton

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por Glòria Ayuso

Una canoa maorí escoltará el que quizás sea el barco con más innovación tecnológica del mundo, el AC75 de Emirates Team New Zealand, en su salida al campo de regatas de la Copa América de vela. Lo hará todos los días en el último tramo de competición, que enfrentará los kiwis, defensores del título, con el ganador de la contienda entre todos los países que aspiran a arrebatarle la jarra de las 100 guineas.

La canoa -waka en maorí- recibe el nombre de Te Kawau, en referencia a la denominación en el mismo idioma del pájaro cormorán negro. El pájaro Kawau es conocido por su perseverancia y su gran habilidad para bucear en lo más profundo. El nombre Te Kawau también hace referencia al jefe supremo de (la tribu maorí) Ngti Whtua, Apihai Te Kawau, quien regaló 3.000 acres originales de tierra al Gobernador Hobson para el establecimiento de la ciudad de Auckland, explica el equipo en un comunicado.

Patrimonio neozelandés

Los neozelandeses quieren de esta forma resaltar el rico patrimonio maorí y las tradiciones marítimas de Nueva Zelanda en Barcelona, frente a los espectadores presenciales y una audiencia televisiva internacional de más de 900 millones de personas.

El waka ha sido elaborado por el maestro tallador Heemi Eruera y dirigido por una tripulación de la subtribu de Ngti Whtua rkei. Representantes de este pueblo indígena participarán en varias actuaciones culturales y eventos ceremoniales asociados con la Copa América para promover Nueva Zelanda.

Fuerza al campo de regatas

El waka Te Kawau tiene como misión además llevar la fuerza de esta cultura con nosotros mientras nos dirigimos al campo de regatas, indica el CEO de Emirate Teams New Zealand, Grant Dalton. La inclusión del waka en la Copa América de este año es un testimonio de nuestro profundo respeto por las raíces de Aotearoa y una oportunidad para compartir nuestra cultura viva con el mundo, indica Dalton.

Más que una actuación, se trata de una demostración de kotahitanga (solidaridad), nuestra identidad, resiliencia y la conexión perdurable con nuestros tupuna (antepasados), mientras apoyamos a un equipo que aporta un gran mana para Aotearoa y todos nuestros pueblos, destaca Marama Royal, presidenta de Ngti Whtua rkei.

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por

En los últimos meses, Barcelona ha experimentado una transformación histórica de su litoral. La celebración de la Copa América de Vela por primera vez en la capital catalana ha acelerado un ambicioso plan de metamorfosis urbanística del Port Vell, el área ciudadana del Puerto de Barcelona.

Este impulso transformador, que supone la segunda gran renovación de la zona desde los Juegos Olímpicos de 1992, ha incluido iniciativas tan destacadas como la nueva rambla de la Nova Bocana, con su impresionante edificio Mirador, y la reubicación de la operativa marítima para liberar espacios urbanos. También se han rehabilitado edificios históricos como el Portal de la Pau y los ‘tinglados’ del muelle Oriental y ha empezado a funcionar un innovador servicio de bus náutico que conecta la Rambla con la playa de la Barceloneta.

Más espacios e innovación

El Puerto de Barcelona ha diseñado un plan estrategico que marcará las directrices para la renovación del Port Vell hasta el año 2030. Con una inversión de 250 millones de euros, el plan establece objetivos clave para transformar esta icónica área, como la mejora de la integración del Port Vell con el centro de la ciudad, así como la generación nuevos empleos.

Este plan no solo promete revitalizar el Port Vell, sino también fortalecer su papel como motor de innovación y desarrollo económico para Barcelona. El muelle de Sant Bertran se convertirá en el epicentro de la economia azul acogiendo nuevos espacios dedicados al BlueTechPort, el ‘hub’ de innovación del Puerto de Barcelona para empresas de economía azul. Se trata de una apuesta por posicionar al Port Vell como un referente internacional en innovación, atrayendo ‘startups’ y corporaciones vinculadas al sector marítimo-logístico-portuario. Para apoyar este ecosistema, se ampliará la oferta educativa del Instituto de la Logística de Barcelona y del Instituto de la Náutica de Barcelona, fomentando la formación de talento en el ámbito marítimo.

La celebración de la Copa América ha sido el catalizador de una transformación integral que convertirá al Port Vell en un referente local y global, abierto, diversificado, innovador y sostenible.

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Doce equipos compiten del 5 al 13 de octubre en Barcelona en la Puig Women’s America’s Cup, en la primera contienda femenina de la historia de la Copa América de vela

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Así será la Copa América femenina

por Glòria Ayuso

La primera competición femenina de la historia de la Copa América de vela, cuyos orígenes se remontan a 1851, se celebrará en Barcelona. Será la Puig Women’s America’s Cup, y enfrentará a 12 equipos, del 5 al 13 de octubre.

La organización ha hecho coincidir la final femenina con la celebración de la masculina, el match race entre el defensor del título de la 37 Copa América, Emirates Team New Zealand, con el vencedor de la Louis Vuitton Cup. Transmitida en señal abierta a nivel mundial, el objetivo es que tenga la mayor audiencia posible.

Los 12 equipos

Seis de los 12 corresponden a las secciones femeninas de los que ya compiten en la Copa América: Emirates Team New Zealand (Nueva Zelanda), Alinghi Red Bull Racing (Suiza), Athena Pathway (la versión femenina del Ineos Britannia de Inglaterra), American Magic (EEUU), Luna Rossa Prada Pirelli (Italia) y Orient Express Racing Team (Francia).

A ellos se han sumado otros seis equipos invitados. Se trata de Sail Team BCN (España), Women’s AC Team Germany (Alemania), Jajo Team (Holanda), Swedish Challenge (Suecia), Concord Pacific Racing (Canadá) y Team Australia Challenge (Australia).

A partir del 28 de septiembre ya se podrá ver navegar a los distintos equipos de féminas en el litoral catalán, ya que tienen programados seis días previos de entrenamiento.

Regatas con seis AC40

En la fase clasificatoria, del 5 al 9 de octubre, estos dos grupos competirán por separado, en días alternos. Cada grupo competirá dos días y realizará cuatro regatas por jornada, sumando un total de ocho.

A diferencia de la competición masculina, en que todos los embates son de uno contra uno o match race (debido a que la envergadura y velocidad de los AC75 hace peligrosa una contienda con más embarcaciones), en la femenina sí habrá regatas de flota, es decir, seis equipos con barcos AC40 en el agua compitiendo a la vez entre sí. Las regatas tendrán lugar desde las 14:00 hasta las 16:00 o las 17:00 horas.

Semifinales

Los tres mejores de cada grupo se medirán en las semifinales, en cuatro regatas que tendrán lugar un único día, el 11 de octubre. De entre los seis saldrán dos finalistas, que competirán por el trofeo en un match race a una sola regata que tendrá lugar el día 13.

Será a las 14:00 horas aproximadamente. La organización ha hecho coincidir la final con el match race de la competición masculina que enfrentará al defensor del título de la 37 Copa América, Emirates Team New Zealand, con el vencedor de la Louis Vuitton Cup. Transmitida en señal abierta a nivel mundial, el objetivo es que tenga la mayor audiencia posible.

En el Port Olímpic

Uno de los atractivos de la nueva competición femenina será la ubicación de sus bases en el Port Olímpic, junto con las juveniles. El público aficionado podrá acercarse y ver los AC40, las regatistas y cómo se trabaja en las bases.

Los barcos AC40

Las féminas competirán con los AC40. Todos serán iguales, siguiendo las estrictas reglas estrictas que rigen el evento, lo que permite que la pericia de cada equipo sea lo más importante, a diferencia de la competición masculina donde difiere el diseño de cada AC75, y la tecnología tiene un peso definitivo en el resultado.

El AC40, con cuatro tripulantes, tiene 11,3 metros de eslora y puede llegar a superar los 45 nudos (83 km/h), volando sobre el mar gracias a sus foils. La competición permite dar un mayor empuje a las mujeres en el foiling, que según los expertos caracterizará la competición náutica en el futuro.

Los AC40, barco del Año2023 en los World Sailing Awards, cuentan con velas autovirantes y un sistema de control automático que mantiene un vuelo estable. Incorpora sistemas hidráulicos avanzados, asistencia eléctrica y sistemas electrónicos a bordo que controlan los brazos de los foils, el control de las velas y la estabilidad del vuelo.

El trofeo

El 13 de octubre se conocerá el equipo femenino vencedor de la primera competición femenina de la historia. Recibirá un trofeo que ha creado la arquitecta y diseñadora Patricia Urquiola. Es de plata, tiene una altura de 58 centímetros y pesa 5 kilos. Se trata, tal y como lo ha descrito su creadora, de una figura simple y geométrica, como un cilindro, sin elementos decorativos ni base, que en un punto se abre como una gran vela impulsada por el viento.

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El proyecto BCN Sotamar busca, con la participación de diversos actores, regenerar el ecosistema marino del litoral y difundir su valor. El Aquarium dedica un espacio a la iniciativa para transmitir la necesidad de preservar el océano

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por Glòria Ayuso

Recuperar la biodiversidad del fondo marino del litoral barcelonés, a la vez que se da a conocer todo su valor y se crean nuevas actividades a su alrededor. Este es el objetivo del proyecto BCN Sotamar, que impulsa BCN Port Innovation, implica al Aquarium y ha recibido el apoyo económico de la Copa América de vela.

El proyecto consiste en crear un campo de pruebas en la Nova Bocana para la validación y certificación de soluciones innovadoras en el ámbito marino. Este verano se sumergirán frente a la playa de Sant Sebastià siete biotopos, diseñados por la empresa Underwater Gardens, que favorecen la proliferación de vida marina, y se realizará un seguimiento científico de su evolución, con la participación del Institut de Ciències del Mar (ICM-CSIC).

Concienciación ciudadana

El Aquarium ha destinado un nuevo espacio a explicar el proyecto y a hacer divulgación sobre la necesidad de recuperar el océano por las funciones vitales que cumple en la preservación del equilibrio del planeta. Incluirá visitas guiadas, talleres y acciones dirigidas a los ciudadanos, como campañas de limpieza de playas y del fondo marino.

Biotopo en forma de jarra

Esta primera fase de BCN Sotamar cuenta con un presupuesto de 140.000 euros que aporta la Copa América de vela, como proyecto de legado para Barcelona. Su huella ha quedado imprimida en el Aquarium, donde se ha sumergido un biotopo con la forma de la jarra de las cien guineas, el trofeo de la competición.

La iniciativa cuenta con otras tres fases, con las que se quiere rodear todo el dique frente a la Nova Bocana, con profundidades que van de los 10 a los 30 metros.

Cuantificar el beneficio

Pero para ello habrá que contar con financiación. Underwater Gardens está llevando a cabo un estudio científico sobre la cuantificación del beneficio en todo el ecosistema marino de la regeneración, así como en el poder de fijación de CO. Con ello, se espera captar el interés del sector privado.

La normativa europea ya obliga a las empresas de mayor tamaño a presentar información no financiera (informes ESG) que incluya la compensación del impacto medioambiental de su actividad, promoviendo su inversión en este tipo de soluciones.

Nuevas actividades

La finalidad última es hacer rentable la recuperación del fondo marino. Por un lado, con la inversión privada que crecerá con las nuevas normativas de protección ambiental. Y por otra, con la creación de nuevas actividades.

A la iniciativa del Aquarium se sumará la creación de un nuevo pantalán y un centro de buceo en la Nova Bocana, junto al Hotel Vela. «Servirá de apoyo a los científicos que trabajan en los biotopos y para la práctica del buceo. Los ciudadanos también podrán ver bajo el agua lo que se está haciendo», explica el director general de Nova Bocana, Javier Casado.

Buceo inclusivo

Este centro, que podría estar operativo el próximo verano, estará adaptado para que personas en silla de ruedas puedan también realizar inmersiones. Las distintas profundidades de los arrecifes permitirán ofrecer la actividad en diferentes niveles de inmersión.

«Hacía mucho tiempo que queríamos llevar a cabo este proyecto», explica el director del Port Vell, David Pino, que indica que este verano, con los biotopos, «se coloca la primera piedra» de una iniciativa muy ambiciosa que espera implicar pronto a más actores privados.

Huella de la Copa América

Más de 20 proyectos se presentaron al concurso que convocó a principios de año la Copa América para financiar la ejecución de un proyecto innovador y sostenible para dejar huella en Barcelona. Nuevamente, los involucrados en la iniciativa coincidieron en destacar que la celebración del evento en la ciudad ha servido para acelerar iniciativas que, de otro modo, hubieran tardado tiempo en materializarse. «Cuando nos vayamos, queremos estar orgullosos de ver que esto continuará por muchos años», afirmó ayer el director ejecutivo de America’s Cup, Grant Dalton.

Esta iniciativa se suma a la del Port Olímpic, donde se han instalado biotopos en el Dic de Recer y cámaras para ver la regeneración a través de pantallas en la superficie.

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La Copa América de vela es una competición que enfrenta a los equipos tanto a nivel deportivo como tecnológico.

La edición de Barcelona mostrará un espectáculo protagonizado por dos tipos distintos de embarcaciones con foils o hidroalas, los AC75 y los AC40, algo que aún no había sucedido en la Copa América. Las hidroalas de estas embarcaciones los elevan sobre el agua, alcanzando altas velocidades.

Los AC75, que alcanzan los 50 nudos (casi 100 km/h), navegan hasta cuatro veces más rápido que el viento.

Emirates Team New Zealand introdujo por primera vez los foils en la Copa América, el escenario tecnológico más avanzado, lo que marcó un antes y un después en la competición a vela. Incorporándolos posteriormente en embarcaciones monocasco, los kiwis marcaron las reglas que definieron la creación de los primeros AC75, que compitieron por primera vez en 2021 en Auckland. En Barcelona competirá la segunda generación de esta embarcación.

Serán más rápidos, e incorporarán innovaciones, algunas de las cuales, como la forma final de algunos de los foils, no se descubrirán hasta que se inicie la competición, ya que los equipos las mantienen bajo secreto.

Solo uno

Para mantener los costes bajo control, cada equipo solo ha podido construir un AC75. La exigencia de acertar con el diseño es máxima, admite la propia organización. Se espera que los barcos vuelen a velocidades que rozarán los 50 nudos. Algún equipo ya ha indicado que con la nueva generación de AC75 podrá incluso superar esta velocidad.

El número de tripulantes del AC75 se ha reducido de once a ocho, con el fin de ahorrar peso y permitir un vuelo más rápido en las condiciones más suaves que se esperan en el litoral barcelonés. Con ello gana importancia la energía ciclista, por lo que vuelve a introducirse tras ser utilizada por primera vez por Team New Zealand en 2017, cuando logró arrebatar el trofeo a los norteamericanos.

Ocho tripulantes

Cuatro de los tripulantes son los conductores del AC75: dos timoneles y dos controladores de vuelo o ‘trimmers’. Los cuatro restantes -el power group-, son atletas que, a bordo de una bicicleta, generan la fuerza con las piernas para propulsar el monocasco. Algunos provienen del mundo ciclista, pero otros son campeones de remo o atletismo.

Foils más grandes

Los foils en esta edición también son más grandes, para favorecer una mayor sustentación de unos barcos que son más ligeros, y un vuelo más rápido. También se han actualizado la electrónica, la hidráulica y los sistemas de software.

Aunque el mástil, la jarcia, los brazos de los foils y el sistema basculante hidráulico son de diseño único, los ingenieros de cada equipo buscan sin descanso la forma de optimizar el rendimiento de la nave.

El total de horas de mano de obra necesarias para construir un AC75 oscila entre 65.000 y 75.000 horas. Las horas estimadas de diseño superan las 100.000 horas.

Características AC75

Eslora del casco: 20,7m

Altura mástil: 26,5m

Peso: 6,5 toneladas

Tripulación: 8 personas

Velocidad máxima: 50 +kn

Los AC40 son los barcos que protagonizarán la competición femenina, la Puig Women’s America’s Cup, y la juvenil, la UniCredit Youth America’s Cup. En este caso todos serán iguales, por lo que en estas contiendas, la destreza de cada equipo será determinante.

Con una tripulación de cuatro personas, son más pequeños, pero no menos potentes, ya que superan los 40 nudos. Esta embarcación ha sido elegida por World Sailing Barco del Año 2023, tras presentarse por primera vez en septiembre de 2022.

Inclusión de baterías

Uno de los puntos clave del nuevo AC40 es la incorporación de baterías que suplen la energía que antes debía brindar con su esfuerzo de forma manual la tripulación. Ello permite que jóvenes y mujeres compitan al máximo nivel, a la vez que se reduce el número de tripulantes y el tamaño de la embarcación.

También hace posible que la competición mantenga las regatas de flota en grupos de seis durante las fases clasificatorias, lo que imprime emoción.

Tripulación reducida

Lo navega una tripulación de cuatro personas: dos timoneles y dos trimmers. No hay necesidad de energía, ya que todo funciona con baterías.

Los controles incluyen: brazos de foil, piloto automático, todos los trimados y ajustes de vela y rotación del mástil. Todos ellos se pueden operar mediante un sistema de control con botón pulsador, mientras se está sentado en las posiciones de timonel o de tripulante.

Testar tecnología

El AC40 también ha sido utilizado por algunos equipos principales de la Copa América, que han optado por realizar pruebas de foils y velas para testar tecnología antes de aplicarla de forma definitiva en los AC75. Aunque un AC40 modificado deja de serlo, y entonces recibe el nombre de LEQ12 para indicar que ha sido adaptado.

Características AC40

Eslora del casco: 11,3m

Altura mástil: 18 m

Peso: 2 toneladas

Tripulación: 4 personas

Velocidad máxima: 45+ kn

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