Más de 5.700 personas aficionadas al buceo contribuyen a la ciencia mediante sus observaciones

La alta temperatura del Mediterráneo afecta gravemente a las poblaciones de gorgonias de la Costa Brava

Centinelas del mar

por Glòria Ayuso

La mortalidad elevada de moluscos y nacras en la costa de Baleares y Catalunya hizo saltar las alarmas. Se inició una investigación para la que se necesitaban el máximo de observaciones bajo el mar. La solución fue pedir la participación desinteresada de aficionados al submarinismo. De eso hace siete años, y lo que fue una experiencia puntual se ha convertido a día de hoy en Observadores del Mar, una organización que agrupa a 490 entidades y 5.700 personas aficionadas y profesionales del submarinismo o del snorkel, que aportan de forma desinteresada sus observaciones bajo el mar a 17 proyectos científicos distintos que se desarrollan en las aguas de las costas españolas.

El CSIC coordina esta iniciativa de ciencia ciudadana marina focalizada en la preservación de la biodiversidad bajo el agua. Unos 50 investigadores de universidades y centros de investigación indican el objeto de sus estudios, y validan todas las aportaciones de las personas voluntarias. Se trata de tener muchos ojos en el mar. Las personas que viven en la costa o que salen a bucear generan conocimiento y nos ayudan a detectar fácilmente los cambios, explica la bióloga Gemma Agell, miembro del equipo de coordinación de Observadores del Mar.

En toda la costa

Además de aficionados al buceo a título particular, numerosos clubs de submarinismo se han comprometido a hacer seguimiento en su localidad de algunos proyectos determinados. Por ello reciben el nombre de Laboratorios Centinela. La red cuenta con centinelas en toda la costa española, en especial en la catalana, Levante, Gibraltar y el País Vasco.

Uno de ellos es SuperDive Tossa. Seguimos el avistamiento de caballitos de mar y de rayas y tiburones, explica la directora, Meri Alorda. La elección la realizó el propio centro debido a que en su zona hay más poblaciones que en otros espacios. Esta escuela de buceo también trabaja como centinela en un proyecto de medición del cambio climático, ya que algunas especies de peces sensibles a las temperaturas son indicadores de su evolución.

Contribución a la ciencia

Cada vez que un monitor o aficionado observa a un individuo debe tomar una fotografía. No es necesario sacar grandes fotos ni ser un experto en biología marina, incide Alorda. El propio autor sube la foto a la web de Observadores del Mar especificando a qué proyecto se inscribe, el día, la temperatura del agua y la localización. Puede indicar la especie exacta o, simplemente, decir que lo desconoce. Los científicos verificarán la información y en muchos casos se pondrán en contacto con el autor para realizar algunas preguntas, detalla la bióloga. Este es uno de los puntos más apreciados por los voluntarios, que reciben a cambio información sobre cómo identificar la riqueza del ecosistema.

Los responsables de SuperDive Tossa no dudan en animar a todos los aficionados a participar: vienen a practicar submarinismo y acaban aún más satisfechos porque, haciendo lo que les gusta están además contribuyendo a la ciencia. En su caso, los voluntarios llegan a subir entre cinco y diez fotos al día en verano. En invierno son menos, si bien la práctica del pádel surf ha permitido aumentar las contribuciones en épocas de más frío.

El conocimiento generado por los voluntarios no es exclusivo para los científicos: un mapa en la web de Observadores del Mar pone a disposición de cualquier persona interesada la información de las más de 22.600 observaciones realizadas hasta la fecha.

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La Unesco debe limitar la participación ante un aluvión de solicitudes a nivel internacional

La Unesco lanzará en Barcelona la hoja de ruta para preservar el océano

La Conferencia de los Océanos de Barcelona levanta gran expectación

por Glòria Ayuso

La Unesco deberá restringir el acceso ante el aluvión de solicitudes que se están registrando a nivel internacional para acudir del 10 al 12 de abril a la Conferencia del Decenio del Océano en Barcelona, y que ya son más de 5.000. Serán un máximo de 1.500 personas, entre expertas científicas y actores públicos y privados de la economía azul a nivel internacional, las que podrán asistir a esta cita en el Centro de Convenciones Internacional de Barcelona, de la que saldrá la estrategia a seguir de aquí a 2030 para preservar el océano.

El acceso sí será libre en los más de 130 eventos satélite que complementarán el programa oficial y que tendrán lugar en los dos días previos y durante la Conferencia, de la que saldrán anuncios importantes, según ha avanzado el jefe de Política Marina y Coordinador Global del Decenio del Océano de la UNESCO, Julian Barbière.

Elefante en la habitación

Estos anuncios se focalizarán en resolver la polución que aqueja el océano y en establecer partenariados y mecanismos de financiación para contribuir a la recuperación del mar, cuyo papel es clave en la lucha contra el cambio climático. Barbière ha lamentado el desconocimiento que existe acerca de las funciones del mar para mantener el equilibrio en el planeta: hemos ignorado durante demasiado tiempo al océano, que es el elefante en la habitación. También ha remarcado la urgente necesidad de destinar cuantiosas inversiones para proteger, restaurar y gestionar el océano que repercutirán en menores pérdidas ante los desastres climáticos, asegurarán la alimentación de millones de personas, y supondrán una oportunidad para la creación de una nueva economía y empleo.

El océano ha absorbido más del 90% del exceso del calor provocado por los gases de efecto invernadero y retienen cerca del 30% de las emisiones de CO2 provocadas por la humanidad, recuerda la directora del Instituto Español de Oceanografía, María del Carmen García, que indica que la degradación del mar no se puede solucionar por países, sino mediante la acción global, cuyo marco se dibujará en los diez libros blancos que tras la conferencia indicarán las prioridades para orientar las políticas en los próximos años.

Definición de soluciones

Durante la conferencia, la comunidad científica y los distintos actores apuntarán cuáles son las soluciones para combatir la polución, restaurar la biodiversidad, lograr una actividad económica sostenible y lograr una nueva relación sana de la humanidad con el mar.

Para el teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, Barcelona quiere jugar un papel clave en la relación del océano con la investigación, innovación y el desarrollo de la economía azul. «Barcelona es referente científico de primer nivel en el ámbito europeo. Somos los cuartos en la elaboración de documentos científicos pero los onceavos en transferencia de conocimiento, y debemos traspasarlo en negocio y valor social y cultural».

Ante una Conferencia en la que por primera vez reúne a todos los agentes implicados para encontrar soluciones, el director general de Política Marítima y Pesca Sostenible, Sergi Tudela, destaca el modelo de gobernanza en Catalunya en relación con el océano, que a través del Consell Català de Cogestió Marítima, implica desde 2017 a la Generalitat, las administraciones locales, empresas de la economía azul, el tercer sector y el mundo científico.

Sin duda somos la capital del mar, con la celebración este año de la conferencia y la Copa América de vela, que reúnen innovación, sostenibilidad, deporte y descarbonización del sector náutico, ha afirmado Ignasi Armengol, el director general de la Fundació Barcelona Capital Nàutica, que integra también a todas las administraciones y coordina la celebración de la Conferencia de los Océanos en Barcelona.

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La Unesco debe limitar la participación en esta cita enfocada a trazar la estrategia para preservar el océano de aquí a 2030

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La Conferencia de los Océanos de Barcelona levanta gran expectación

por Glòria Ayuso

La Unesco deberá restringir el acceso ante el aluvión de solicitudes que se están registrando a nivel internacional para acudir del 10 al 12 de abril a la Conferencia del Decenio del Océano en Barcelona. Aún no se ha cerrado el plazo de inscripción y ya son más de 5.000, cuando las plazas serán un máximo de 1.500. La cita congregará en el Centro de Convenciones Internacional de Barcelona a personas expertas científicas y actores públicos y privados de la economía azul a nivel internacional, con el fin de elaborar la estrategia a seguir de aquí a 2030 para preservar el océano.

Las solicitudes han sorprendido a la organización. «Tenemos personas procedentes de Europa, distintos lugares de África, hasta las más remotas islas del Pacífico y del Ártico, en un maravilloso mix internacional», destaca el jefe de Política Marina y Coordinador Global del Decenio del Océano de la UNESCO, Julian Barbière, que ante las restricciones en el acceso indica que las sesiones se retransmitirán en streaming.

El acceso sí será libre en los más de 130 eventos satélite que complementarán el programa oficial y que tendrán lugar en los dos días previos y durante la Conferencia, de la que saldrán anuncios importantes, ha avanzado Barbière.

Elefante en la habitación

Estos anuncios se focalizarán en resolver la polución que aqueja el océano y en establecer partenariados y mecanismos de financiación para contribuir a la recuperación del mar, cuyo papel es clave en la lucha contra el cambio climático. Barbière ha lamentado el desconocimiento que existe acerca de las funciones del mar para mantener el equilibrio en el planeta: hemos ignorado durante demasiado tiempo al océano, que es el elefante en la habitación. También ha remarcado la urgente necesidad de destinar cuantiosas inversiones para proteger, restaurar y gestionar el océano que repercutirán en menores pérdidas ante los desastres climáticos, asegurarán la alimentación de millones de personas, y supondrán una oportunidad para la creación de una nueva economía y empleo.

El océano ha absorbido más del 90% del exceso del calor provocado por los gases de efecto invernadero y retienen cerca del 30% de las emisiones de CO provocadas por la humanidad, recuerda la directora del Instituto Español de Oceanografía, María del Carmen García, que indica que la degradación del mar no se puede solucionar por países, sino mediante la acción global, cuyo marco se dibujará en los diez libros blancos que la conferencia dará a conocer a su término e indicarán las prioridades para orientar las políticas en los próximos años.

Definición de soluciones

Durante la conferencia, la comunidad científica y los distintos actores apuntarán cuáles son las soluciones para combatir la polución, restaurar la biodiversidad, lograr una actividad económica sostenible y lograr una nueva relación sana de la humanidad con el mar.

Para el teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, Barcelona quiere jugar un papel clave en la relación del océano con la investigación, innovación y el desarrollo de la economía azul. «Barcelona es referente científico de primer nivel en el ámbito europeo. Somos los cuartos en la elaboración de documentos científicos pero los onceavos en transferencia de conocimiento, y debemos traspasarlo en negocio y valor social y cultural».

Ante una Conferencia que por primera vez reúne a todos los agentes implicados para encontrar soluciones, el director general de Política Marítima y Pesca Sostenible, Sergi Tudela, destaca el modelo de gobernanza en Catalunya en relación con el océano, que a través del Consell Català de Cogestió Marítima, implica desde 2017 a la Generalitat, las administraciones locales, empresas de la economía azul, el tercer sector y el mundo científico.

Sin duda somos la capital del mar, con la celebración este año de la conferencia y la Copa América de vela, que reúne innovación, sostenibilidad, deporte y descarbonización del sector náutico, ha afirmado Ignasi Armengol, el director general de la Fundació Barcelona Capital Nàutica, que integra también a todas las administraciones y trabaja en la coordinación logística de la celebración de la Conferencia de los Océanos en Barcelona.

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El Ayuntamiento prevé cerrar este año la inversión del nuevo proyecto, previsto en un solar anexo al del Hermitage, en el que también participarán la UPC, la Generalitat, el Port de Barcelona y el Estado

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Barcelona proyecta un Parque de Tecnología Marítima de 20.000 m2 en la Nova Bocana

por Glòria Ayuso Cristina Buesa

Los terrenos anexos donde debía construirse el naufragado proyecto del museo Hermitage de Barcelona, en la Nova Bocana, ya tienen nuevo ocupante: el espacio se dedicará al futuro Parque de Tecnología Marítima de Barcelona (PTMB). El Ayuntamiento de Barcelona prevé cerrar este año la inversión necesaria para hacer realidad este nuevo complejo, un edificio singular que quiere ser a la vez una apuesta pública en lo que considera un proyecto estratégico para convertir la ciudad en referente mundial de la economía azul.

Además del Ayuntamiento, en el proyecto participarán la Generalitat, la Universidad Politécnica de Catalunya, el Port de Barcelona, la Fundación Barcelona Capital Nàutica y el Estado. El consistorio está trabajando en la formalización de los convenios de colaboración que concretarán la aportación de recursos, los compromisos de financiación y de gestión. El proyecto prevé contar con fondos europeos.

20.000 m en la nueva bocana

El Parque de Tecnología Marítima se configura como un nodo formativo y tecnológico de 20.000 m vinculado a la investigación y el empleo relacionados con el mar. Se trata de un campus que prevé acoger a los distintos agentes relacionados con la formación superior, la capacitación profesional y la investigación, el desarrollo de tecnologías e innovación, la transferencia tecnológica, el fomento del emprendimiento y la ocupación en el ámbito de la economía azul. El objetivo es que de la interacción entre todos ellos surjan «proyectos colaborativos».

Unos 12.000 m los ocupará un nuevo equipamiento municipal, que acogerá parte de la actividad de la Facultat de Nàutica de la UPC, concretamente los másteres, los laboratorios y su simulador. También albergará espacios para la incubación y el fomento del emprendimiento, la innovación y la ocupación en ámbitos relacionados con el mar. Se trata así de ofrecer un espacio físico a las iniciativas que ya gestiona Barcelona Activa alrededor de la economía azul, como el programa B-Blue y la capacitación para fomentar la ocupación hacia nuevas profesiones relacionadas con el mar. Esta zona se encuentra además muy cercana al proyecto previsto por el Port de Barcelona, el Blue Tech Port, que prevé construir un centro de innovación en el muelle de Sant Bertrand.

Espacios colaborativos

Reunir en un mismo lugar a los distintos tractores de la economía azul en la ciudad debe servir para que exista de forma efectiva una necesaria transferencia del conocimiento del mundo científico y la innovación hacia el mundo empresarial. Es por ello que el complejo se proyecta con una distribución de espacios pensando en los usos de forma colaborativa entre las entidades que operarán en las instalaciones. Según la propuesta, se trata de «instalaciones tecnológicas y formativas singulares y únicas en el Mediterráneo y muy poco comunes en Europa» con el fin de responder a «una fuerte demanda internacional de servicio para contribuir a la aportación de soluciones a los retos del cambio global».

La propuesta del proyecto indica que el PTMB es la apuesta que responde al «llamamiento de la comunidad científica que urge tomar acciones innovadoras y basadas en la ciencia encaminadas a mitigar la emergencia oceánica», completamente relacionada con la crisis climática.

Ciudad referente

El Ayuntamiento quiere posicionar la ciudad al frente de esta acción debido a que reúne tres aspectos clave: su ecosistema tecnológico, la innovación científica y el emprendimiento. Barcelona es además sede del World Ocean Council y albergará en abril la Conferencia del Decenio de los Océanos. Los esfuerzos realizados por acoger la Copa América de vela, que se celebrará en la ciudad entre agosto y octubre, surgen también de la voluntad de acercar a la ciudadanía el interés por el mar, la innovación y la sostenibilidad, según remarcan las administraciones implicadas, que trabajan de forma coordinada a través de la Fundació Barcelona Capital Nàutica.

Terrenos en obras

Estos espacios en la nova Bocana están actualmente en obras porque se están adecuando para que acojan servicios vinculados a la celebración de la Copa América de vela. Están situados frente a los tinglados del Moll de Llevant, cuyos trabajos de rehabilitación están muy avanzados, junto al Hotel Vela y la Fundació Barcelona Capital Nàutica. Las máquinas trabajan desde hace un par de semanas para adecuar el suelo y proveer el espacio de servicios. También está prevista la construcción de una escalera para conectar mejor la plaza de la Rosa dels Vents, frente al Vela, donde estará la Fan Zone de la competición náutica y los restaurantes de la Marina Vela.

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Un programa europeo anima a las escuelas a aumentar el conocimiento sobre el océano

por Glòria Ayuso

El océano cumple un papel esencial en el mantenimiento del equilibrio en el planeta, y no obstante, se trata de un papel que todavía recibe escaso reconocimiento. Aumentar la alfabetización sobre el océano y, con ello, su cuidado, es el objetivo de un nuevo programa europeo que se dirige a los centros de primaria y secundaria, con el fin de que los jóvenes se conviertan en los agentes del cambio.

El programa, bajo el nombre de Shore, ofrece 10.000 euros de subvención para que los centros educativos desarrollen programas o proyectos educativos que permitan ampliar el conocimiento acerca del mar. Se trata de una convocatoria dirigida concretamente a los centros situados en el Mediterráneo, así como aquellos cercanos al mar Báltico, mar Negro, y a los ríos Danubio y Rin.

Convocatoria abierta

La iniciativa los invita asimismo a formar parte de una Red de Escuelas Azules, una iniciativa de la Coalición Europea de los Océanos (EU40cean) que tiene como objetivo contribuir a aumentar el conocimiento sobre los océanos desde los centros de enseñanza.

Hasta el 20 de marzo, los centros pueden presentar sus propuestas de proyectos, que deben estar relacionados con actividades en el mar, su biodiversidad, las sustancias peligrosas y los residuos marinos, el cambio climático o con los usos sostenibles de los recursos hídricos. Entre todas las propuestas presentadas, se seleccionarán 45 proyectos escolares mediante un concurso en línea abierto al público en la plataforma digital del propio programa. Los proyectos deberán implementarse en los centros educativos entre septiembre de 2024 y febrero de 2025.

Además de la subvención, el programa ofrece a los centros y profesores sesiones de mentoría para implementar sus proyectos azules.

La mejor escuela

El programa, dotado con 3 millones de euros, contará con un total de tres convocatorias, hasta julio de 2026. Al término de cada una, se premiará a la mejor escuela como Embajadora Oceánica del Año, a la que se promocionará como tal a través del sitio web del proyecto Shore y las redes sociales.

Las escuelas elegidas podrán compartir internacionalmente información sobre sus proyectos a través de su perfil en la plataforma digital de Shore. El objetivo es convertir esta plataforma en un entorno de aprendizaje virtual de acceso abierto, que funcione como centro de recursos integral con materiales para la gestión educativa y un puente entre investigadores, partes interesadas locales y escuelas de las áreas regionales, según determina la convocatoria.

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por Glòria Ayuso

Los aerogeneradores marinos doblan las dimensiones de los terrestres y superan los 200 metros de altura. Solo la base flotante sobrepasa los 100 metros. Son como dos tercios la Torre Eiffel, explican fuentes del Port de Tarragona, que este miércoles han anunciado que se están preparando para estar bien posicionados y albergar a esta industria para proveer los parques eólicos del Mediterráneo occidental.

Las empresas instaladoras de parques eólicos marinos interesadas en participar en proyectos previstos en el Mediterráneo occidental (España, Italia y Francia tienen diversos en curso) deben explicar en las licitaciones públicas los detalles sobre cómo y dónde prevén operar.

Espacio idóneo

La magnitud de estas máquinas hace que no sea tan fácil para los operadores encontrar los espacios idóneos para trabajar. Los aerogeneradores deben montarse en el muelle y ser remolcados hasta el punto en el que se instalan, que debe ser lo más próximo posible. Además de suficiente espacio en el puerto para el montaje, hay que contar con empresas metalúrgicas y de soldadura especializadas en el territorio y con experiencia en el ensamblaje de grandes estructuras. En el caso de Tarragona se cuenta con la metalúrgica Schwartz Hautmont. El calado o profundidad en el puerto también debe alcanzar los 18 metros.

Todo ello hace que se considere un puerto idóneo, motivo por el que la autoridad portuaria ha anunciado que prepara una prueba piloto con empresas interesadas, de modo que los primeros prototipos de aerogeneradores podrían verse en Tarragona a lo largo de 2025.

Obras necesarias

Al mismo tiempo, la infraestructura portuaria avanza en el proyecto de construcción del nuevo contradique de Ponent, de forma que uno de los muelles pueda acoger la actividad de ensamblaje de plataformas y aerogeneradores marinos a escala industrial. Con esta idea, el Port de Tarragona ha presentado una solicitud de ayudas europeas para realizar las obras, basándose en que la actividad que pueda acoger está relacionada con las energías renovables.

Despliegue del sector

La industria de aerogeneradores flotantes se encuentra en un momento de despliegue, con la instalación de los primeros parques eólicos comerciales y la realización de pruebas precomerciales para nuevos diseños de turbinas. La elección de aerogeneradores de mayor tamaño en el mar responde a que las grandes turbinas pueden generar más electricidad, al aprovechamiento de los vientos más fuertes y consistentes disponibles en el mar y, por consiguiente, a una mayor eficiencia y reducción de costes operativos y de mantenimiento por MW. En estos momentos, la capacidad de generación oscila entre los 6 y los 12 MW, si bien la industria está avanzando en el desarrollo de nuevos aerogeneradores entre los 15 y los 20 MW.

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por Cristina Buesa

Tras unas semanas de trabajo discreto, los equipos de la Copa América de vela que arranca en Barcelona en poco más de seis meses empiezan a descubrir sus cartas. La estrategia, también la comunicativa, en esta competición histórica siempre es vital. Por eso, ser los primeros en anunciar cuándo tendrán listo el barco tiene su peso. Los tres que se han adelantado han sido los defensores del título, Emirates Team New Zealand, los osados suizos de Alinghi Red Bull Racing y uno de los favoritos, Luna Rossa Prada Pirelli.

La tríada de escuadras, de las seis que se batirán en el litoral barcelonés entre agosto y octubre de este año, han revelado que el AC75 con el que competirán estará navegando en la capital catalana en abril. Algunos han sido más concretos, como los kiwis, que hablan de principios de ese mes. Otros, como los italianos, han sido menos precisos, ya que su asesor normativo, Matteo Plazzi, ha revelado que sería a lo largo del mes.

Repartidos por medio mundo

Los seis equipos han entrenado con los barcos más pequeños (los AC40) en diferentes puntos de la geografía mundial desde la última vez que se les vio a todos juntos en la segunda preliminar de Jeddah (Arabia Saudí), en diciembre. Los de Alinghi han aprovechado precisamente el buen tiempo en el mar Rojo para seguir probando allí sus veleros voladores, mientras los de American Magic e Ineos Britannia entrenaban en Barcelona, igual que los franceses, ya fuera en los simuladores como en el AC40 que han modificado para probar nuevos sistemas.

Luna Rossa está instalado en Cagliari (Cerdeña) y Emirates se ha mantenido en Auckland (Nueva Zelanda) desde que acabaron la preliminar de Arabia Saudí, con triunfo incluido. La base de los kiwis en Barcelona lleva semanas sin actividad náutica, como la italiana.

47 días desde Nueva Zelanda

No obstante, tras estas semanas postnavideñas, arranca la cuenta atrás de dos meses. Será a partir de entonces, tal como han informado desde la organización, cuando los flamantes AC75 (75 pies, 20,7 metros de eslora y ocho tripulantes) de los cinco aspirantes y el defensor de la Copa América surcarán las aguas de Barcelona.

Cada uno de ellos está ultimando los veleros en sus cuarteles tecnológicos. Los que aparentemente estarían más avanzados serían los neozelandeses, también porque necesitan 47 días de trayecto para transportar su barco desde Albany, al norte de Auckland, hasta Barcelona.

El británico, fuera del astillero

El director de operaciones del equipo, Kevin Shoebridge, ha explicado que que «las decisiones finales de diseño y los plazos de producción de lo que se conoce como ‘Barco 3’ se están ajustando. Será importante que el equipo de diseño y todos los miembros del equipo puedan exponer lo que han estado haciendo a puerta cerrada durante tanto tiempo», ha adelantado.

El director general y timonel del Ineos Britannia, el inglés Sir Ben Ainslie, ha informado a la organización que su nuevo AC75 ya ha abandonado el astillero de construcción. Desde Orient Express Racing Team, su consejero delegado, Stephan Kandler, reveló la semana pasada que su velero llegará a Barcelona en mayo.

Los suizos, de los primeros

Los suizos lo han construido en Ecublens, cerca de Lausana. En la reunión técnica que compartieron con la organización el martes, el timonel principal del Alinghi Red Bull Racing, Arnaud Psarofaghis, marcó la fecha de «principios de abril» para la botadura del AC75 de su equipo.

«Es para sentirse orgulloso. No solo por mí, sino por todo el equipo, por los que lo diseñaron y construyeron. Será realmente bueno ser uno de los primeros AC75 en las aguas de Barcelona», apuntó, para añadir, competitivo: «Siempre es bueno estar la primera posición y estoy deseando ver cómo serán también los demás AC75».

Pendientes de Cagliari

Tal como han recordado los organizadores, el equipo Luna Rossa Prada Pirelli ya han insinuado que su barco será «radical» y su director deportivo, Max Sirena, ha opinado que, aunque al final «más o menos todos botarán el barco al mismo tiempo, pero al principio de la campaña cada uno hace sus planes, pero en algún momento tienes que poner el barco en el agua».

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Nuevo paso del Port de Barcelona para avanzar en la electrificación de los muelles

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Empiezan las obras para conectar los ferris del Port de Barcelona a la red eléctrica

por Cristina Buesa

El Port de Barcelona ha arrancado los trabajos para conectar los ferris a la red eléctrica. Esta es una iniciativa más que, dentro del proyecto Nexigen, aspira a evitar las emisiones contaminantes de estos barcos mientras están atracados en el puerto. El hecho de alejarlos de la trama urbana, igual que los cruceros, responde a la voluntad de apartar la contaminación de la población y evitar molestias.

La empresa Vinci Energies Spain (bajo la UTE Omexom Puerto de Barcelona, formada por Tecuni SAU, Inove Ingenieria SA, GTIE Synertec SAS y Actemium Electro AB) resultó adjudicataria el año pasado y está previsto que culmine las obras en diciembre. Terminal Ferry Barcelona dispondrá de dos puntos de atraque equipados con sistemas OPS para suministrar a los barcos energía eléctrica de origen 100% renovable.

3,5 millones

La licitación incluía la redacción y ejecución del proyecto, así como el servicio de conexión y desconexión de los buques y el mantenimiento de la instalación. El contrato fue adjudicado por 3.559.738,28 euros, IVA no incluido. Estos trabajos forman parte de la primera fase de Nexigen, que es el plan de electrificación de muelles que impulsa la autoridad portuaria, que tiene un presupuesto previsto de 130 millones de euros.

Los primeros puntos OPS del Port de Barcelona entraron en funcionamiento en las instalaciones de MB92 y en Hutchison Ports BEST ya han avanzado los trabajos para instalar lo que será el primer OPS para barcos portacontenedores del sur de Europa, que se pondrá en marcha el próximo mes de julio.

Una empresa con experiencia

Vinci Energies Spain ha participado en la implementación de 39 sistemas OPS en todo el mundo (21 en Suecia, 11 en Francia, 4 en Noruega, 2 en Emiratos Árabes Unidos y 1 en Dinamarca), «que han demostrado una mejora significativa en la calidad de vida de sus ciudades con una reducción tanto de la contaminación acústica como de las emisiones (de acuerdo con cálculos elaborados por Puertos del Estado, la reducción de emisiones por barco es de un 96% de NOx, un 8 % de SOx, un 94% de partículas y un 64% de CO2)», ha informado el puerto barcelonés.

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<div>El Port de Tarragona utilizará «tecnología emergente» para recuperar su fondo marino</div>
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<p style=por Glòria Ayuso

El parque subacuático del Port de Tarragona, un espacio libre de pesca dedicado a la práctica submarina situado al lado del dique de Llevant y considerado de valor ecológico por su diverso ecosistema, será el lugar elegido por la Autoritat Portuària para aplicar tecnología emergente y pionera para la recuperación de las especies marinas.

El parque se creó en 1995 con la colaboración de la Sociedad de Exploraciones Submarinas de Tarragona (SES), hundiendo en él antiguas embarcaciones de madera y estructuras concebidas para actuar como biotopo, como el mercante Dragonera, que con sus 60 metros de eslora ha sido la pieza fundamental en la regeneración biológica de una zona que ahora cuenta con más de 150 especies de seres vivos que van recolonizando el rompeolas, según la SES.

Captura de CO2

Será en este lugar donde el puerto prevé instalar nuevas estructuras que favorezcan la regeneración de los organismos marinos y la captura y la monitorización de emisiones de carbono, en una actuación que posteriormente servirá para replicar las mismas soluciones en otros puntos del litoral, como indica en un comunicado este martes el Port de Tarragona.

Con esta idea, el puerto ha licitado un proyecto de suministro e instalación de estructuras de regeneración, con un presupuesto total de 46.000 euros. La medida de promoción de la biodiversidad quiere ser la continuación de actuaciones como la inmersión de biotopos, que han contribuido significativamente a la recuperación y la protección de los hábitats marinos locales. La convocatoria, abierta hasta el 9 de febrero, prevé un plazo de ejecución de cuatro meses para la implementación completa del proyecto. Estas nuevas estructuras deberán tener un diseño específico con las características adecuadas para favorecer la regeneración de organismos marinos y la captura de CO2.

Seguimiento de los hábitats

Tras su ejecución, se prevé establecer un programa de investigación y monitorización para evaluar la eficacia de las nuevas estructuras de regeneración del fondo marino y monitorizar la evolución de la biodiversidad y la salud de los hábitats marinos a lo largo del tiempo.

Basado en la ciencia

Mediante la colaboración con personas expertas en el campo de la biología marina, el Port de Tarragona busca asegurar que las prácticas implementadas sean basadas en la ciencia y tengan un impacto positivo en el ecosistema marino.

Por otra parte, mediante el desarrollo del parque subacuático, se pretende promover el deporte sostenible y las actividades recreativas que permitan a las personas que visiten disfrutar de la belleza y la riqueza del medio marino sin causar daños en el entorno.

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Retan a estudiantes de ingeniería a construir un mini velero y competir en una regata universitaria

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<div>«No es suficiente tener el mejor barco. Hay que seguir las sensaciones»</div>
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<p style=por Glòria Ayuso

La competición empieza hoy, comunica Jordi Vila, coordinador de la regata universitaria RC Sailing Barcelona. Vila da instrucciones a la cincuentena de jóvenes estudiantes de tercero y cuarto de ingeniería que forman los 12 equipos inscritos, y que tienen a partir de ahora cuatro meses para diseñar y construir un velero de radiocontrol.

Los participantes escuchan atentamente, pues se trata de la primera sesión formativa impartida por expertos de las que recibirán para poder materializar el velero. Dos tercios de los asistentes no han navegado a vela y casi ninguno sabe manejar barcos por radiocontrol.

Dos grupos distintos

Joan Conesa, regatista de la Classe IOM, les ofrece ya muchas pistas: tras decidir qué tipo de barco diseñar, un catamarán o un trimarán, lo mejor es dividir el equipo en dos, un grupo para diseñar y construir y el otro para realizar las pruebas en el agua, porque habrá que ensayar y cambiar muchas cosas.

Lograr un barco lo más equilibrado posible, optar por imprimir en 3D o utilizar materiales sencillos, como por ejemplo el tejido que utilizan en las floristerías para las velas son algunos de los consejos que se les lanzan.

Navegar mucho

No es suficiente tener el mejor barco. Cuanto más tiempo lo tengáis navegando mejor, porque navegar es una cuestión de tener vista y seguir las sensaciones, les revela el regatista secretario de la Classe OIM en Catalunya, Paul Leduc.

Despertar a ingenieros la vocación por el mundo de la vela es el objetivo de esta competición, explica el director de la Fundació Barcelona Capital Nàutica, Ignasi Armengol, que la impulsa junto con Glooers Technologies: Trabajamos para abrir el mar a todos, mediante el deporte y la educación, y gracias a la celebración de Copa América de vela en Barcelona esta misión se ha reforzado.

Testimonio real

Precisamente, el ingeniero del equipo American Magic New York Yacht Club, Carlos Freire, encontró en la vela una aplicación a lo que había estudiado en la universidad. Me gustaban los barcos. Cuando se celebró la Copa América en Valencia me metí y me dieron trabajo, un empleo que compagina con su empresa, dedicada a la innovación del sector náutico.

Creo que aprenderé mucho, me gusta participar para conocer y poder ver luego por dónde ir, explica Raquel Roda, estudiante de cuarto de la Escola d’Eginyers Industrials.

Competición en mayo

Haddocks es el nombre del equipo de Albert Hernández, Pau Losantos y Oriol Piña, que se muestran motivados por la competición. Es una oportunidad para conocer el mundo profesional de las regatas, explica Hernández, a quien no le importaría formar parte de él, pese a ser duro y competitivo.

El proyecto pide mucha implicación, más que una asignatura, y algunos estudiamos y trabajamos, explica Joan Sindreu, de la Facultat de Nàutica de Barcelona. Pese al gran esfuerzo que deberán hacer, Sindreu ha convencido a sus compañeros para formar equipo: Estar aquí y poder aplicar lo que estudiamos es una oportunidad.

El 26 de mayo, sus veleros estarán en la línea de salida de la competición.

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